Después de salir en múltiples plataformas, PC, Microsoft Xbox 360, Playstation 3, Playstation Vita y Nintendo Wii U en 20013, y en IOS, Playstation 4 y Xbox One en 2014, a CastleStorm le ha tocado el turno de aparecer en la consola híbrida de Nintendo, y lo hace de la mejor forma posible, con una edición completa que incluye todo el contenido descargable y modos de juegos, que se fueron añadiendo posteriormente en las antiguas versiones. Zen Studios, la famosa desarrolladora húngara de varios títulos de pinball de los más reconocidos, nos trae esta fusión de tower defense con una jugabilidad muy simple y directa como la de Angry Birds, donde nuestro ejercito, con una balista como arma principal, pero con la posibilidad de invocar tropas y un héroe, deberá frenar las acometidas rivales mientras destruimos sus defensas y finalmente su castillo antes de que ellos haga lo propio con el nuestro.

Tendremos varios modos de juego para un jugador, donde destaca el modo campaña, y un modo multijugador donde jugaremos con un rival a pantalla partida, volviendo la acción un poco engorrosa si no se usa en una televisión, o el modo cooperativo, donde un jugador maneja la balista y el otro a las tropas y héroe.

Manejaremos a la facción de caballeros contra las incursiones de la facción vikinga, en su simple pero efectivo modo campaña, así como a la facción vikinga en su punto de vista de la contienda contra los caballeros, todo salpicado por un gran sentido del humor.

En esencia CastleStorm es un tower defense con una mecánica muy similar al Angry Birds en el manejo de la balista, nuestra arma principal para destruir la base rival o parar el avance de sus tropas. En un escenario 2D, nos encontraremos con nuestra base a la izquierda, y la base enemiga a la derecha, y controlando nuestra balista con diferentes tipos de munición, por ejemplo jabalina, explosiva o bola de pinchos, deberemos acabar con la base enemiga antes de que ellos acaben con nosotros. La balista disparará en un arco visible para nosotros facilitándonos el trabajo de apuntado a las tropas enemigas o a su base, pues es muy importante elegir qué parte de la estructura será atacada y con qué para crear los máximos daños posibles y poner en riesgo la estabilidad de la estructura entera.

A su vez, tanto nosotros como el enemigo, podremos invocar tropas en función de la comida que tengamos en ese momento, generada pasivamente, y atacar a las tropas y base contraria mientras las balistas siguen con su trabajo. Tendremos soldados, caballeros, arqueros, magos para invocar, incluso golems y dragones. Cada cual tiene un coste de comida más elevado, siendo la estrella el héroe. Si decidimos invocarlo, la jugabilidad cambiará a un primer plano y un control directo sobre él y sus técnicas, que nos recordarán a un juego de acción en 2D, a la hora de limpiar el campo de batalla de enemigos. Nuestro héroe también puede subir de nivel, creando una auténtica máquina de guerra, pero se verá afectado notoriamente por los ataques de balista, por lo que hay que usarlo con inteligencia, invocarlo cuando realmente lo necesitemos y retirarlo en cuanto hayamos conseguido lo que nos proponíamos.

Además de la comida, tendremos el oro, que lo iremos consiguiendo durante el combate, y podremos conseguir cantidades superiores, si conseguimos ciertas acciones, como disparos en la cabeza o racha de muertes, u otras submisiones que tendremos activadas. Con este oro, antes de cada fase, podremos mejorar ciertos elementos como la vida, el daño que haremos, el tiempo de recarga de nuestra balista, etc. lo cual nos dará mayor aliciente a conseguir la mayor cantidad de oro posible.

Hay que admitir que artísitcamente el juego es bonito, no lo vamos a negar, entra por el ojo y es muy agradable, recordándome sobremanera al diseño artístico de Warcraft III pero en 2D, con un diseño alegre y desenfadado, lo cual no es para nada malo. El juego corre a 60 fps y 1080p en el dock y 60 fps y 720p en el modo portátil. El apartado gráfico cumple por tanto con creces, hasta cuando se forma un caos en pantallas más avanzadas o en el multijugador, aunque sin pretensiones. Hay que añadir un apartado sonoro que destaca en los efectos de sonido pero que adolece de melodías más festivas que épicas, y con tendencia a la repetitividad. Encajan a la perfección con el aspecto desenfadado del juego, pero sí que nos resultarán fácilmente olvidables.

Esta mezcla de conceptos afortunadamente funciona muy bien, aunque también es merito de la curva de aprendizaje de su modo campaña, que nos irá introduciendo a todas las posibilidades jugables de forma escalonada, de modo que al poco de empezar la aventura, ya estaremos preparados para escaramuzas contra una IA cada vez más desafiante, y pocas veces injusta, con lo que el jugador encontrará el juego adictivo y no le costará seguir avanzando.

CastleStorm es un juego con un concepto simple pero adictivo, y que se ha completado con otras mecánicas que ofrecen un mayor atractivo. Un juego que funcionó en la anterior generación y que también ha funcionado en esta, y aunque esta edición en Nintendo Switch ya cuenta con todo el contenido descargable adicional, como en Playstation 4 y Xbox One, no añade nuevo contenido, que para ser una versión tan tardía —4 años entre el original y Switch—, se podían haber estirado con algún elemento exclusivo, más allá de la adaptación a la tecnología de la consola, como la vibración HD, el uso del giroscoscopio para mover la pantalla, la pantalla táctil, o el uso de los dos joy-con para jugar a dobles.

El juego ya se puede encontrar en la eshop a un precio de 14.99€, siendo bastante ajustado para todo el contenido y modos que el juego ofrece, que nos darán muchas horas de diversión. Una compra recomendada para todo aquel que aún no lo haya disfrutado en otra plataforma.

 


Este análisis ha sido realizado mediante una copia cedida por Zen Studios