Comida basura protagonizando un juego en el que tu objetivo es ser comido por un bebé dormido. Cualquiera que lea esto pensará que debe ser una broma, pero explica por completo en qué consiste, a grandes rasgos, Hungry Baby Party Treats. Un desarrollo del pequeño estudio polaco Digital Melody Games en exclusiva para la eShop de Nintendo Switch, que podríamos encasillar en el género de los party games.

El juego cuenta con dos modos: modo campaña para un jugador, y fiesta, que es el modo multijugador local y en el que realmente se encuentra la chicha del juego y que más horas de diversión proporcionará. En el modo campaña, cada nivel presenta un tablero con varios relojes distribuidos y un gritón de trampas ocultas. Seleccionaremos nuestra porquería culinaria preferida para recoger todos los relojes y así despertar al bebé para que nos coma. La variedad de estas bombas calóricas es bastante amplia: helados, una piruleta o una salchicha son sólo algunos ejemplos. La verdad es que la diferencia entre cada personaje es meramente a nivel visual, puesto que ninguno ofrece ventaja alguna frente al resto.

Con cada paso que demos se irá rellenando la barra amarilla de la parte superior izquierda de la pantalla. Al completarse, obtendremos un ítem que nos otorgará una pequeña ventaja y que dará algo de variedad a este modo.
Para darle algo de emoción a este modo, en función del tiempo que tardemos en completar un nivel se nos recompensará con hasta tres estrellas que serán necesarias para ir desbloqueando los niveles más avanzados.

Por otro lado, el modo multijugador ofrece a los jugadores varios minijuegos de diversa temática y con mecánicas jugables diferenciadas. Por ejemplo, en «Icy Race», como su nombre indica tendremos una carrera en la que el hielo es parte fundamental, en «Go! Go! Pan!» se llevará la victoria el primero en llegar a la sartén etc. La cantidad de estos minijuegos no es demasiado elevada, pero se tornan a pesar de ello tremendamente divertidos.

Este modo permite jugar contra bots en caso de no tener amigos disponibles, aunque la verdadera diversión sea en compañía. Como en el modo campaña, también conseguiremos ítems del mismo modo, aunque para esta ocasión se agrega alguno más, como por ejemplo poder intercambiar posiciones con uno de nuestros rivales.

A mi gusto, el mayor problema del juego en general es que abusa en demasía del ensayo y error, algo que puede provocar en el jugador una sensación de frustración que le haga abandonarlo sin llegar a sacarle todo su jugo. Este problema queda acentuado sobre todo en el modo campaña. Al estar solo y sin rivales, la estrategia para conseguir la mejor puntuación pasará por terminarlo como podamos una primera vez y memorizar la ruta a seguir hasta los relojes y el bebé.

En cuanto al aspecto visual del juego, nos encontramos ante un título muy colorido, con un aspecto cartoon muy pulido aunque en ocasiones tenga ese tufillo a juego de teléfono móvil genérico en este apartado. No en vano, Digital Melody Games tiene una amplia trayectoria tanto en iOS como en Android. Acompañando a este aspecto tenemos una banda sonora que, aunque machacona, queda bien con el conjunto del juego, completando un apartado correcto.

El juego no cuenta con traducción al castellano, aunque dada la escasa cantidad de textos que tiene, no es demasiado relevante.

Como conclusión final, Hungry Baby Party Treats es un juego correcto que pierde gran parte de su atractivo si no tenemos amigos con los que jugar al modo fiesta, ya que aunque con la posibilidad de jugar a este modo con bots, la experiencia pierde enteros porque en directo, los piques que surgen le dan picante al juego.

 


Este análisis ha sido realizado mediante una copia cedida por PR-Outreach