Hace escasos días teníamos el placer de comprobar las bondades de otro juego del pequeño estudio brasileño JoymasherOdallus: The Dark Call, que curiosamente, es posterior al juego que nos ocupa, Oniken: Unstoppable Edition, aunque ambos acaban de ver la luz en Nintendo Switch simultaneamente. Y es que al igual que Odallus, Oniken nos va a trasladar al universo de la 8bits de Nintendo, con fuertes inspiraciones en juegos como Ninja Gaiden, Blue Shadow -Shadow of the Ninja-, Contra, o Kabuki Quantum Fighter, y un apartado técnico similar al que podíamos disfrutar a finales de los 80, principios de los 90, hasta la paleta de colores utilizada es la característica de la mítica N.E.S.

Y con esta carta de presentación, nos encontramos un plataformas de acción que mezcla perfectamente las secciones de saltos precisos con secciones donde nos vendrán los disparos por doquier, o ambas cosas, saltos milimétricos mientras comemos plomo. El desarrollo de la acción es en 2D con avance lateral, y a las fases de acción y plataformas, se le añade alguna fase donde manejaremos una suerte de aerodeslizador, lo que le da variedad al juego.

Argumentalmente el juego es simple pero efectivo, al estilo 8bits. Somos Zaku, un mercenario mandado por la resistencia para acabar con una organización llamada Oniken, compuesta por cyborgs y ninjas, que quieren someter a lo que queda de la humanidad en un futuro postapocalíptico. No brilla por su originalidad, empezando por el propio Zaku, que si se hubiera llamado Kenshiro o Strider Hiryu no lo hubiéramos creído, pero el juego busca la referencia y el guiño fácil, y puede que hasta nos haga gracia encontrar los parecidos y similitudes con otros juegos o películas.

En Oniken tenemos seis niveles compuestos de tres partes cada uno, más un séptimo nivel, aunque este último secreto. Cada nivel tendrá su jefe de mitad y su jefe de final de fase. Tendremos tres vidas y continuaciones infinitas, pero que nos llevarán al inicio del nivel. Iremos alternando pasajes de acción con otros de plataformas, y a veces ambos. También habrá algunas fases donde controlaremos un aerodeslizador y tendremos que esquivar y disparar, o huir… según la situación. Tenemos un modo de dificultad hardcore que nos invitará a acabar el juego con una vida, y nos dará paso al final auténtico del juego.

Con esta conjunción de distintas jugabilidades, Oniken resulta bastante variado y entretenido, aunque peca de una dificultad un poco alta, que no sería un problema si no fuera porque la curva de aprendizaje no es regular. Desde bien pronto tendremos absurdos picos de dificultad, no muchos, es cierto, pero que en cierta forma lastran la experiencia porque nos veremos en más de una ocasión superando ciertos tramos más por suerte, que no por habilidad.

El control también es básico, también emulando a los tiempos en los que lo hacíamos todo con una cruceta y dos botones, y para ello tendremos nuestro ataque normal con la espada, nuestro salto con el que nos podremos enganchar en ciertas barras del escenario -al más puro estilo Blue Shadow-, lanzamiento de granadas que vayamos recogiendo y acumulando con arriba + disparo, y un modo berseker que nos hará más letales. Todo bastante sencillo salvo por un detalle, y es que no esta tan bien implementado en el analógico del Joy-con cómo debería, sobre todo en las diagonales, donde en alguna ocasión intentamos agacharnos y acabamos avanzando. No pasa siempre, pero si lo suficiente para merecer la pena remarcarlo, y obviamente si jugamos con el dock con el mando pro y su cruceta, ni lo notaremos. El control del aerodeslizador es simplemente adelante, atrás, saltar y disparar.

El apartado técnico es sencillo de evaluar, tendremos unos gráficos de estilo 8bits, que intentan asemejarse a los que podía conseguir una antigua N.E.S., respetando su paleta de colores y los efectos que esta era capaz de ofrecer. En esta ocasión el resultado es más creíble que el de por ejemplo Odallus, que intentando inspirarse en lo mismo, parecer un juego de la 8bits de Nintendo, tenía más elementos no posibles en aquella consola. En este caso la fidelidad es mayor, aunque ello signifique que nuestro personaje tenga un tamaño diminuto y ande justo de animaciones. También tendremos imágenes semiestáticas entre niveles que irán narrando la historia, al más puro estilo Tecmo Theater de los Ninja Gaiden. También veremos aplicado a la imagen un filtro scanline para dar más veracidad a la idea de verse realmente como un juego antiguo de los 8bits.

Para el sonido contaremos con varias melodías chiptune, son bastantes cañeras y acompañan bien la acción, pero no son memorables, les falta un punto de personalidad para quizá ser recordadas dentro de varios años, pero cumplen su cometido sin mayor problema. Los FX igual, no son destacables, pero si correctos.

Oniken nos llega a Switch casi 7 años después de su lanzamiento -dentro de poco saldrá para Xbox One y PlayStation 4-, y se nota. Odallus que es un trabajo posterior se siente más depurado y un pelín mejor diseñado, sobre todo su curva de dificultad, aunque también adolece de algunos picos injustificados. No es un factor que eche a perder el juego, ya que ocurre dos o tres veces en todo el juego, y ya sea por extrema pericia o por suerte, podremos superar esos segmentos, pero si que es una pena que no hayan trabajado en ello de cara a lanzar esta versión, demasiado conservadora respecto a la original. El control es el otro punto negro, aunque aquí no toda la culpa es del juego. Cierto es que las diagonales podían haber sido demarcadas mejor, o se podía haber jugado con la sensibilidad del analógico, pero es un juego hecho para cruceta, y en Switch eso puede ser un handicap.

Sin embargo, a pesar de estos dos puntos, no hay que engañarse, Oniken es un buen juego, difícil, retante y divertido, con muchas situaciones y muchas referencias que nos esbozarán una sonrisa, bebe de los grandes juegos de acción de N.E.S. y eso es siempre una garantía. Se queda a un paso del notable alto, pero os va a merecer la pena de eso no tengo la menor duda. Podéis encontrar el juego en la eShop de Nintendo a tan solo 9,99€, aunque ahora mismo tiene un 20% de descuento y se queda en 7,99€. También se ha anunciado que se lanzará en físico en el segundo trimestre de 2019, de forma limitada, en un pack que incluye Oniken, Odallus, un manual a todo color y las dos bandas sonoras en formato CD.

 


Este análisis ha sido realizado mediante una copia cedida por Digerati