1998… No olvidaré ese día. Como para no olvidarlo. Meses después del incidente en la mansión Spencer de las Montañas Arklay, ubicadas en las afueras de Raccoon City, un mortífero Virus se propagó a través de las ratas matando a todo el que entrara en contacto con él y resucitandolo como una criatura carente de inteligencia con el único instinto de alimentarse de todo lo que haya a su paso. Leon Kennedy, un policía a punto de comenzar como miembro del cuerpo del Departamento de Policía de Raccoon City no sabe lo que le espera en su primer día de trabajo. Por otro lado, Claire Redfield, hermana de Chris Redfield, ex-miembro del cuerpo S.T.A.R.S. de la Policía de Raccoon City, viaja a dicha ciudad buscando respuestas sobre el paradero desconocido de su hermano. Pero no encuentra lo que busca y en su lugar halla una ciudad sumida en el caos.

Han pasado 21 años desde esos hechos, y casi 7 meses desde que Capcom diera por fin el anuncio tan ansiado, la reinterpretación de una de las entregas más exitosas de la saga: Resident Evil 2. Regresando a la perspectiva en tercera persona vista desde Resident Evil 4, pero con controles ampliamente mejorados, y con la tecnología punta de la cual saca pecho RE Engine, volvemos a sumergirnos en el caos de Raccoon City. ¿Estará a la altura del original?

DOS PERSONAJES, UNA COMISARÍA

Como en el original, todo comienza en una gasolinera. Tanto Leon Kennedy como Claire Redfield paran a repostar sus vehículos -la moto de Claire es una Harley-Davidson, por cierto-. De repente se encuentran que la gasolinera está infestada de zombis y deben huir con un coche patrulla aparcado en dirección a Raccoon City, sin ser conscientes de que la cosa allí está peor. Un camión les embiste y acaban separados por la explosión. A partir de ese momento, cada uno debe ir por su lado.

Cada uno cuenta con su campaña, contando con un sistema similar al «LeonA/ClaireB y ClaireA/LeonB» del título original, si bien está más simplificado y las diferencias no son tan significativas. Si completamos la campaña empezando con Leon luego tenemos la segunda vuelta, que la tenemos que hacer con Claire, y viceversa. De esta manera veremos el desenlace completo de la historia, la cual, por cierto, es idéntica a la del original, aunque profundizando más en algunos personajes o en algunos escenarios como el Orfanato o la tienda de armas de Kendo.

El juego cuenta con algunos guiños a la entrega original.

HIERBAS, INVENTARIOS Y PUZZLES

La jugabilidad de Resident Evil 2 es similar a la del original, aunque cambiando la perspectiva a tercera persona eliminando los controles tanque y pudiendo movernos mientras apuntamos. Por un lado, la comisaría obliga a dar tantas vueltas como en el original, con la novedad de algunas zonas como los baños o las duchas. Vuelven las puertas que requieren distintas llaves y los objetos clave para progresar y llegar a determinados lugares. También volvemos a tener el inventario de 8 espacios, aunque aquí podremos ampliarlo mucho más encontrando riñoneras, llegando a casi triplicar el espacio en inventario. Como novedad, ahora tenemos objetos de autodefensa similares al remake del primer Resident Evil, como las granadas flash, las granadas explosivas y los cuchillos. En el caso de los cuchillos los utilizaremos como defensa y, si un enemigo nos agarra, los perderemos y no podremos recuperarlos hasta derrotar al enemigo. Además, los cuchillos tienen una durabilidad limitada y llegarán a romperse tras su uso  continuado. Aparte de eso, contamos con una novedad con respecto a uno de los enemigos más icónicos del juego: Mr. X o Tyrant. Este grandullón con gabardina -y sombrero- nos acosará por la comisaría en un par de momentos determinados, y es capaz de patrullarla por su cuenta como el xenomorfo de Alien: Isolation. Sin embargo, esta mecánica no es tan agresiva como en el Survival Horror de The Creative Assembly y su amenaza no se ve como un motivo de frustración.

Las máquinas de escribir vuelven, aunque con peros. El juego cuenta con tres modos de dificultad: asistido, que es el ideal para jugadores novatos, el estándar que es el punto medio y Hardcore, que es el modo de juego más difícil y que, a diferencia de Resident Evil 7, está disponible para jugar desde el principio. En estándar usamos las máquinas de escribir para guardar, aunque casi no será necesario porque el juego tiene la fea costumbre de crear autoguardados antes de determinados momentos, chafando así el clímax. En Hardcore el autoguardado está completamente ausente y tendremos que usar las populares cintas de tinta que tan necesarias eran en la saga clásica, aunque, por otro lado, el daño que hacen los enemigos es muy elevado y además también resisten más daño que el agua que puede absorber una esponja. En mi opinión, el modo de juego estándar tenía que haber renunciado a los autoguardados y dejarlos como algo exclusivo para el modo asistido, y el modo Hardcore no debería de tener a unos enemigos tan exageradamente poderosos -unos valores muy ligeramente superiores a los del modo estándar habrían bastado-.

Resident Evil 2 cuenta con bastantes extras como su equivalente clásico: El característico «El Cuarto superviviente» donde  el soldado de Umbrella, Hunk, hace su regreso, al igual que Tofu, con el que los zombis practican el veganismo, con la diferencia de que esta vez va acompañado de cuatro variantes con distinto arsenal que motivan a rejugar este modo extra. Si quereis más, luego también está la ardua tarea de completar las campañas de Leon y Claire obteniendo un determinado rango para desbloquear las armas infinitas, además de los desafíos semanales que pondrán a prueba la pericia de los más expertos. Y, si con eso no basta, el 15 de febrero recibiremos un modo de juego extra gratuito llamado The Ghost Survivors, donde jugarémos a unos escenarios desde el punto de vista de tres nuevos personajes distintos.

El juego, por desgracia, no siempre mantiene el nivel. Aunque, para ser justos, el juego original pecaba de lo mismo: al salir de la comisaría, el siguiente escenario que visitamos pega un bajón en calidad tanto en diseño de niveles como en enemigos. No queremos detallar mucho para evitar destripes, pero su diseño y colocación recuerdan a títulos mediocres de Resident Evil. Por el contrario, el último nivel me ha parecido superior al clásico tanto en ambientación como en diseño artístico de los enemigos.

La misteriorsa Ada Wong intentará acabar con Umbrella, aunque sus motivaciones permanecen ocultas.

RE ENGINE: LA BESTIA TÉCNICA DE CAPCOM

El nuevo motor licenciado de Capcom, que fue empleado por primera vez en Resident Evil 7, vuelve a ser el responsable de una tremenda factura técnica. Una calidad de iluminación y texturas de órdago mientras ofrece un rendimiento de 60 fotogramas por segundo en consolas y en PC (donde goza de una excelente optimización). Los modelados y animaciones de los personajes son impresionantes gracias a la técnica de fotogrametría que ya empleó Capcom en Resident Evil 7 -y que podrá verse próximamente en Devil May Cry 5-, con unos tiempos de carga bastante cortos.

En el apartado sonoro, hay que volver a quitarse el sombrero: el juego está hecho para experimentarse con auriculares. Puede que no sea tan necesario como en Hellblade, pero se experimenta el juego muchísimo mejor gracias a la tecnología binaural que incorpora, simulando un entorno de sonido 3D en auriculares estéreo que nos permite detectar la ubicación de los sonidos con bastante exactitud además de sumergirnos de lleno en el juego. La banda sonora es muy buena, si bien es bastante silenciosa: Si en el título clásico escuchábamos ciertas melodías en varios escenarios, en el remake están bastante limitadas a ciertos eventos y poco más. No obstante, cuando suena en dichos eventos es muy memorable, sobre todo en la recta final del juego. Él que no esté contento puede cambiar a la banda sonora clásica, que viene incorporada si compramos la edición deluxe del juego o pagando 3 € por el DLC. Si bien esto puede molestar por no haberse incluido en el juego de serie, creo que vale cada euro pues hace una labor excelente y llena con las melodías clásicas cada recoveco de la comisaría de Raccoon City.

RE Engine luce más espectacular que nunca. Los modelados y la iluminación son de órdago.

CONCLUSIÓN

Resident Evil 2 es un juegazo con letras mayúsculas, y un excelente preludio a un 2019 lleno de grandes videojuegos. Audiovisualmente no se le pueden encontrar peros a excepción de la banda sonora. Jugablemente es excelente, pero mejorable en el equilibrio de los enemigos en elevadas dificultades o ciertos ajustes en el sistema de guardado, aunque lo compensa por ser un juego altamente rejugable y cargado de extras y desbloqueables. Si Resident Evil 7 ya cambiaba de rumbo tras el desvío tomado en las tres anteriores entregas a esta, con Resident Evil 2 se confirma que Capcom por fin devuelve a la saga a su cauce. Y un servidor no puede estar más contento con esto.