Hace tres años, se lanzó Rooms: The Unsolvable Puzzle como una propuesta original dentro del género de los rompecabezas. Tiempo después, el título nos llega a Nintendo Switch con un sobrenombre distinto; Rooms: The Adventure of Anne & George. En esta ocasión, podremos disfrutar de la misma experiencia con el añadido de 24 nuevos niveles y una nueva historia para el modo de 2 jugadores.

 

ORIGINALIDAD POR BANDERA

Rooms es, como hemos dicho anteriormente, un juego de rompecabezas en el que se nos proponen puzles bastante originales por su premisa. Esta es la de llevar a la protagonista hasta la puerta de salida moviendo los diferentes habitáculos que forman cada piso de la mansión que deberemos completar. Son, por tanto, puzles relativos sobre todo a visión espacial, que nos exigirán adelantar los movimientos que vamos a hacer en nuestra mente antes de realizarlos si queremos alcanzar el final de la mejor forma posible -en el número de movimientos que se nos proponen desde el inicio de cada reto, y que nos permitirá recolectar piezas de puzle si lo logramos-.

La mecánica es simple, con elementos que otorgarán a la jugabilidad una variedad muy destacable más allá de desplazar las distintas estancias en horizontal y vertical -siempre la estancia en la que se encuentra nuestra protagonista Anne-. Así, poco a poco nos encontramos por ejemplo con escaleras que nos permiten escalar a una estancia superior o descender a una inferior, teléfonos que harán las veces de teletransportadores entre ellos, armarios para intercambiar el contenido de dos estancias entre sí, marionetas que deberemos esquivar o bombas de las que tendremos que alejarnos para no dar el puzle por terminado antes de tiempo.

El resultado es un conjunto bastante alejado de lo que estamos acostumbrados en el género, aunque para ser francos, también es cierto que las propuestas en dicho género suelen ser bastante variadas tanto en jugabilidad como en lo que las envuelve. Además, la curva de aprendizaje es muy suave, de tal modo que cada elemento que irá complicando más y más los rompecabezas se introduce de forma muy paulatina. Hasta que no hemos aprendido bien las mecánicas de cada uno de ellos, el juego no da paso al siguiente objeto. Y siempre que se nos presenta alguna novedad, lo hace mediante puzles más sencillos que los últimos de los que venimos, para entender, practicar y asimilar cada mecánica como decimos.

Los puzles consisten en deslizar estancias para poder movernos de unas a otras y llegar a la puerta de salida.

 

DURACIÓN Y DIFICULTAD

Estamos ante un título bastante longevo, con cuatro mansiones con multitud de puzles cada una para ser superadas que nos ofrecerán una buena cantidad de horas -siendo estas un número totalmente subjetivo que queda sujeto a nuestra habilidad-. Además, por si nos parecieran pocas las mansiones y los puzles que en ellas se nos ofrecen, tendremos la oportunidad de rejugar cada mansión desde el modo experto, en el que se nos introducen nuevas mecánicas que complicarán sobremanera lo visto anteriormente. El propio juego nos recomienda que hagamos frente a estos retos una vez que superemos en su totalidad cada mansión.

Como añadido de la versión de Nintendo Switch, como citábamos al inicio de este análisis, no solo tenemos 24 niveles nuevos con respecto al juego original, sino que se nos ofrece una modalidad para ser jugada cooperando localmente con otro jugador -uno manejará a Anne y otro a George, los protagonistas que dan nombre al título-. Su principal característica es que no podremos juntar a ambos en una misma estancia, puesto que supondrá el final de la partida. Un añadido muy interesante para quien tenga la posibilidad de disfrutar del juego con un amigo o familiar.

En lo que respecta a la dificultad, si bien decíamos que la curva es muy suave al introducirse cada novedad muy poco a poco, también es cierto que el título a nada que superemos la primera mansión, ganará muchos enteros en dificultad y nos pondrá las cosas verdaderamente difíciles. Todo depende obviamente de nuestra habilidad con los puzles espaciales y de nuestra capacidad de anticipación -el juego castiga el ensayo y error y los movimientos sin sentido-. En cualquier caso, el juego es difícil, como mandan los cánones de todo buen juego de rompecabezas, lo que alargará la experiencia y retará constantemente al jugador para que siga avanzando.

Cada mansión tiene un buen número de puzles, que pueden jugarse además también en modo experto.

 

UN TRASFONDO PRESCINDIBLE

El juego nos cuenta una historia simple, sobre un juguetero y una pieza de puzle mágica. El guión no tiene la más mínima trascendencia, presentándose mediante pequeñas cinemáticas que nos narrarán la historia de este juguetero.

En algunos títulos del género este envoltorio suma y de hecho hasta llega a convertirse en uno de los pilares fundamentales del juego. En esta ocasión, no es que reste, pero sí que podemos decir que es algo totalmente prescindible. El título cambiaría poco si hubiesen eliminado dicho trasfondo y nos ofreciesen puzles puros y duros sin ningún tipo de motivación externa.

La historia se va desgranando mediante pequeñas cinemáticas.

En definitiva, Rooms: The Adventures of Anne & George es un juego que gustará a los aficionados al género de los puzles. No está exento de fallos, como que algunas estancias no marquen demasiado bien sus fondos y su representación pueda confundirnos de cara a la resolución del puzle por un tema puramente visual en lugar de por el propio rompecabezas. No obstante, su duración, correcta curva de dificultad, nivel de reto y variedad de situaciones dentro de su misma estructura en cada uno de los puzles, son alicientes suficientes para darle una oportunidad.

 

 


Este análisis ha sido realizado mediante una copia cedida por HandMade Game