Los que me le leéis por aquí sabréis que los juegos de gestión son una de mis debilidades. Construir todo tipo de lugares de tal forma que sean autosuficientes es algo que me encanta, y The Colonists me ofrece eso y más. Las comparaciones con los The Settlers podrían ser usuales en este caso, pero intentaré evitarlas dada mi poca experiencia con ese título (solo he jugado a un juego de la saga y era uno centrado en el combate. Lo que si tenéis que tener claro es que The Colonists acierta en algunas cosas pero falla en otras, y os explicaré por qué.

The Colonists es un juego de gestión y de construcción de asentamientos. No solo hay que construir diversos edificios que nos permitirán desbloquear cada vez recursos más avanzados, si no que también importa la organización de lo que construímos y como lo hacemos. Porque The Colonists no confía en los seres humanos, por lo que tenemos robots a nuestros órdenes. Ellos serán los que construyan nuestro pequeño asentamiento, pues buscan un hogar y gracias a nosotros lo conseguirán.

El título solamente posee un modo campaña con diez niveles; la mitad incluyen combate y los otros son más libres. Lamentablemente este es el único contenido que veréis en el juego. No hay modo libre, ni tampoco podemos generar mapas aleatorios para jugar en ellos. Los que hay son los que veremos, nada más y nada menos. Los niveles sin combate nos servirán para mejorar nuestras habilidad, pero será en los que sí poseen esta faceta en los que el título nos pondrá de verdad a prueba.

Antes comentaba que la estructura y organización al construir nuestro asentamiento era importante, y lo es porque si lo hacemos mal los recursos tardarán más en llegar, e incluso podremos hace que haya caravanas que retrasen nuestras construcciones indefinidamente. Las carreteras, cuando las hacemos, poseen puntos de control, y en cada uno de ellos hay un robot que llevará los recursos por esa zona. No podemos elegir a un robot que se mueva libremente, están todos atados a las carreteras que construimos. Los mineros o leñadores se moverán libremente, pero tampoco podemos manejarlos libremente. Al comienzo esto puede resultar extraño, pero en un juego donde los robots son los protagonistas, cierto grado de automatización es normal.

Si no tenemos cuidado, podemos hacer que las carreteras colapsen; eso incluye construir los edificios que van hasta ellas con cierto sentido, e incluso hacer más de una ruta para aliviar las zonas más congestionadas. Una mala estructura al principio puede no parece relevante y no tendrá efecto, pero cuando vayan pasando los minutos y construyamos nuevas estructuras que fabriquen otros recursos, quizás sea demasiado tarde.

En este aspecto me he encontrado un bug terrible. Si la construcción de nuestra carretera es mediocre y tenemos puertos que van de una isla a otra, existe la posibilidad de que las carreteras se congestionen para siempre. Se trata de un bug porque deberían de moverse (aunque fuera lentamente). ¿Lo bueno? Que si somos cuidadosos en la estructura que antes he mencionado, probablemente evitaremos esto por completo. Así que cuidado y paciencia, evitareis problemas más adelante.

Los recursos son muy variados, van desde el alcohol hasta el cristal, pasando por hierro o comida. Los recursos son fáciles de conseguir y de encontrar. Solamente tenemos que construir suficientes torres para que entren en nuestro territorio, y a partir de ese momento podremos recolectarlos. A pesar del gran número de recursos, la mayoría funcionan muy parecido. Una mina o un edificio cubren más del sesenta por ciento de recursos, así que no existe sentido del descubrimiento en ese aspecto.

Lo mismo ocurre con las tecnologías; muchas de ellas necesitan simplemente que desbloqueemos cierto recurso. Al comienzo funciona, pero partida tras partida se repite, y llega a ser tedioso. No hay sentimiento emoción al hacer lo mismo por quinta vez. Las misiones del juego simplemente nos obligan a construir cierto tipo de edificio. Una vez completado, ganamos. Mientras que los mapas aportan un poco de variedad, no es suficiente; añadir otro tipo de objetivos hubiera sido bastante más interesante. Lo único que marca la diferencia en los mapas es el tiempo que tardamos en hacerlo; dependiendo del tiempo que tardemos recibiremos una u otra medalla.


Sin embargo, y como ya he explicado, existen los niveles de combate. Estos aportan una interesante variación del sistema de juego: deberemos de eliminar al contrincante. Construir torres de forma estratégica será nuestro principal objetivo, pues dispararán a las torres enemigas. Una vez llegamos a explorar la base enemiga, ganaremos la partida. Para ello existe toda una gama de tecnologías que explorar, primero para poder disparar y más adelante para mejorar la cadencia o calidad de los disparos. En este tipo de niveles nuestra velocidad es un factor importantísimo; si se nos adelantan nos sacarán una ventaja que puede ser difícil de recuperar. Ese es el principal fallo que le veo a estos niveles, dependen demasiado de los primeros minutos de juego. Sin embargo, suponen un soplo de aire fresco respecto a los niveles normales.

En conclusión, The Colonists queda simplemente como un intento, uno bueno, pero intento al fin y al cabo. Podréis jugar veinte horas fácilmente, y para el precio que tiene es un tiempo de juego ajustado. Sin embargo, le pesa demasiado la falta de un modo libre donde trastear, además de contenido variado en las misiones. La sensación de repetitividad aparece pronto, y los niveles con combate ayudan pero no elimina esa sensación. Durante el análisis del título los creadores añadían y mejoraron cosas a menudo, así que supongo que con tiempo llegarán algunas de las mejoras más necesarias.