Desde hace un tiempo hasta aquí, los juegos multijugador de supervivencia están cada vez más de moda. Muchos títulos quieren coger el relevo de juegos como PUBG, Fortnite o Escape from Tarkov e intentan parecerse lo máximo posible a estos juegos tan populares, pero de vez en cuando aparece alguno que se intenta desmarcar para crear algo diferente. Este es el caso de Hel lis Others, uno de estos juegos de supervivencia al estilo 2D desarrollado por Strelka Games en el que nada es lo que parece.

Hell is Others nos planta en la ciudad ficticia de Century City, y digo ficticia porque literalmente hay muy pocas semejanzas con cualquier ciudad del mundo real, tanto es así que casi parece que estemos dentro un mundo onírico. Podríamos definir a esta ciudad y al mundo del juego como una mezcla entre las historias de Lovecraft, el estilo visual de Bioshock y el surrealismo del cine de David Lynch. Encarnamos el papel de Adam Smithson, un solitario ciudadano que cada noche debe salir a cazar seres monstruosos con el objetivo de recolectar sangre para….regar sus plantas -luego profundizamos más en esto-, aunque eso implique poner en peligro su propia vida.

Nada más comenzar, nos encontramos con un tipo de juego que no se asemeja a la descripción dada, de hecho se asemeja más a una aventura gráfica que a un juego de supervivencia multijugador que es lo que en principio nos prometían. Que a nadie le choque esto, porque es tan solo la antesala -literalmente- de lo que nos espera en el núcleo duro de la jugabilidad. En estos primeros minutos nos cuentan un poco sobre la historia, el lore del juego y sobre la personalidad de nuestro protagonista, todo esto mediante una vista 2D lateral en el que podremos recorrer los pasillos de nuestro edificio e interactuar con sus inquilinos. Pero ya nos meteremos en este apartado del edificio más adelante, primero veamos que tal se desenvuelve el título como survival.

Cada noche tendremos que bajar en ascensor hasta la calle y una vez allí, la jugabilidad cambia radicalmente pasando a ser del estilo twin stick shooter con vista aérea. La idea principal es la siguiente: nuestra tarea en cada partida será recorrer los amplios escenarios en busca de recursos que craftear, todo ello mientras criaturas malvadas deambulan a sus anchas con la intención de atacarnos y acabar con nuestra vida. Tendremos varios minutos de tiempo límite para permanecer en la calle, una vez que se cumpla ese tiempo moriremos, por lo tanto lo que debemos hacer es volver al ascensor antes de que se agote el contador para poder regresar a nuestro apartamento sanos y salvos con todos los recursos obtenidos.

Quizás lo más llamativo de la jugabilidad es que tanto los enemigos como los recursos solo aparecen dentro de nuestro campo de visión, o dicho de otra forma, solo podremos verlos si miramos exactamente en la dirección en la que están, esto quiere decir que si tenemos un enemigo a un metro por detrás de nosotros, será invisible a nuestros ojos hasta que miremos en la dirección en la que se encuentra. No debemos preocuparnos por esto en demasía, pues nuestro personaje podrá sentir cuando se acerca un enemigo y por cuál dirección viene gracias a un sistema de radar que rodea a nuestro protagonista y nos indica como de cerca está y cuantos enemigos hay en las proximidades.

Pero existe otra gran amenaza, y es que el título del juego, Hell is Others -El infierno son los otros- se interpreta de manera literal, pues además de los enemigos controlados por la IA también tendremos que cuidarnos de los enemigos humanos controlados por otros jugadores que no dudarán en acabar con nosotros para robar nuestras provisiones. De esta forma, estamos ante un título JvJvE -Jugador vs Jugador vs Enemigo- en el que tanto otros usuarios como los propios monstruos controlados por la IA representan una amenaza real, llegando a hacerse bastante complicado por momentos, especialmente en nuestras primeras horas.

Para defendernos de los enemigos contaremos con una enorme variedad de armas de todo tipo, pero la principal es la pistola cuyas balas son limitadas. ¿Y cómo conseguimos más balas? Pues ahí es donde llega lo más interesante y es que las balas se siembran, es decir, nacen de plantas y para regar estas plantas necesitaremos sangre, de ahí esa necesidad de tener que salir cada noche a buscar suministros y recursos. Podremos tener en nuestro apartamento diferentes variedades de plantas que nos otorgarán distintos tipos de munición como por ejemplo balas silenciosas o balas que rebotan en las paredes, aunque una vez recolectadas tendremos que esperar X tiempo hasta que vuelvan a dar «frutos».

Y esto nos lleva a otra de las mecánicas principales del juego: la gestión del apartamento. Nuestro hogar no es un simple refugio en el que aparecer entre partida y partida, de hecho podremos personalizarlo a nuestro gusto pudiendo adquirir muebles, objetos de decoración y varios elementos más para que no se sienta tan vacío. A través de un menú de compra, podremos hacernos con nuevos elementos decorativos mediante el dinero que consigamos en la calle rebuscando entre los escombros o en la basura. Este sistema de decoración no es meramente estético, pues adquirir algunos elementos del mobiliario nos otorgará algunas ventajas jugables a la hora de salir a la calle, de manera que nos conviene ir remodelando nuestro pisito cada cierto tiempo y tener en cuenta este apartado como una manera más de jugar.

Pasando al apartado audiovisual, ya podemos ver que en cuanto a estilo artístico se trata de un juego muy peculiar no solo en cuanto a estética, sino tambien en cuanto a ideas y conceptos originales. El sonido cobra aquí una especial importancia, pues tendremos que estar pendiende de los ruidos del entorno para sobrevivir y un gruñido del enemigo o el sonido de un disparo lejano es suficiente para ponernos en alerta. Respecto al idioma, contamos con textos en castellano pero no habrá doblaje de ningún tipo más allá de los sonidos FX de gritos y recibir daño.

Hell is Others resulta un soplo de aire fresco en el género de los survival multijugador y aunque tiene sus fallos, no deja de ser un buen título a tener en cuenta. Es imposible no enamorarse de su estética o de su planteamiento, además la jugabilidad engancha bastante y nos mantiene en tensión prácticamente a cada paso. Aun así, no es un juego para todo el mundo y el hecho de que sea exclusivamente multijugador puede echar para atrás a mucha gente.

 


Este análisis ha sido realizado en PC mediante una copia cedida por Best Vision PR