Hace muchos años que nuestra investigación en Greenvale finalizó, pero, ¿realmente nos fuimos? Hay historias que dejan huella y la que Hidetaka Suehiro «Swery» es una de ellas. El perfecto homenaje del excéntrico creativo a una de las series más populares de todos los tiempos: Twin Peaks. Un homenaje que continuará en algún momento del próximo año, porque varios días después de su anuncio, todos seguimos perplejos tras ver cómo Deadly Premonition 2 se hacía realidad. No podíamos creerlo; nunca habríamos imaginado que algo así pudiera tener una secuela. Tampoco sabemos qué pasará en el futuro, así que mejor nos centramos en lo que tenemos en nuestras manos: la adaptación del título original para Nintendo Switch.
Un recóndito pueblo americano en el que todos sus habitantes se conocen a la perfección, un terrible crimen y un enviado del FBI que poco o nada tiene que ver con la cultura y las formas del lugar. El paralelismo con Twin Peaks siempre fue más que palpable. Sin embargo, más allá de la premisa —y de un sinfín de detalles y referencias—, lo que hace de Deadly Premonition un título especial no es otra cosa sino su interpretación de la libertad a la hora de investigar. Aunque nunca entraremos en spoilers, hay que decir que el asesinato que abre la historia no es más que la punta del iceberg… y hasta ahí podemos contaros.
La obra de Swery es reminiscente de clásicos como Shenmue y Mizzurna Falls, entre otros -a pesar de que este último es un gran desconocido para muchos-. ¿Sospechamos de aquel personaje que parece comportarse de manera peculiar? ¡Podemos seguirle durante su rutina diaria! ¿Nos acordamos de un detalle que nos parecía interesante? Siempre podemos volver al lugar mediante un desvío improvisado. El juego nos ofrece libertad total a la hora de investigar; a la hora de vivir la historia a nuestro ritmo. Y esto es justo lo que hizo de Shenmue un mito: la posibilidad de disfrutar de cada día, de cada hora y de cada minuto. Greenvale es un pueblo rebosante de vida, aunque haya alguien con la intención de arrebatársela…
Me es difícil analizar por tercera vez un mismo videojuego. Lo hice en su momento, volví a hacerlo cuando llegó a PC y ahora me veo de nuevo deambulando por las calles de lo que en otros territorios conocen como Rainy Woods. Asimismo, sí que me gustaría hacer una reflexión: ¿Es necesario Deadly Premonition 2? Creo que no, pero el hype corre por mis venas como nunca lo ha hecho. Creo que hay obras que no deberían ser tocadas de nuevo, porque tienen poco que ganar y mucho que perder. Swery se juega mucho al reabrir algo que para muchos ya era perfecto. Una auténtica incógnita ante las que los seguidores de la historia de Francis York Morgan no somos capaces de conciliar el sueño.
Vamos a hablar de cosas malas, porque las hay. Sí, el juego arrastra prácticamente todos los problemas no ya de su versión Director’s Cut, sino de la original. El discreto apartado visual salta a la vista, esta vez aderezado con cierta sensación de borrosidad, especialmente en largas distancias cuando nos disponemos a explorar el mundo abierto. También podemos encontrar uno de los principales errores de la remasterización: ese que hace que el signo de apertura de cada pregunta se muestre con una «Á». En pleno 2019, ni siquiera creo que sea necesario hablaros de la tosquedad de su sistema de control o de la inercia de su apuntado. Para bien o para mal, muchos ya sabéis lo que es Deadly Premonition y cada uno es libre de perdonar o no sus defectos.
Lo reconozco: nunca he sido objetivo con Deadly Premonition. ¿Se puede llamar obra maestra a un producto lastrado por varios problemas? Ni lo sé, ni me importa. Lo peor del juego salta a la vista, mientras que lo mejor debe ser descubierto. Cada usuario es libre de dar la importancia que considere oportuna a cada aspecto; a cada luz y a cada sombra. En pleno 2019 no vamos a descubrir de nuevo un rendimiento problemático ni un control propio de hace décadas.
Tampoco vamos a tratar de explicar por qué un error tan visible como un signo de interrogación mal implementado no se ha corregido con respecto a la versión de hace más de un lustro. Sin embargo, la obra que conquistó a «cuatro gatos» sigue viva. Porque Greenvale es como Sevilla; tiene un color especial. Porque más que volver, la realidad es que nunca nos fuimos. Deadly Premonition Origins es una nueva oportunidad de disfrutarlo, tan válida —porque arrastra los mismos errores— como todas las demás.
Este análisis ha sido realizado mediante una copia cedida por Numskull Games