Hace poco más de dos años Nine Dot Studios lanzó al mercado Outward, un juego al más puro estilo de rol clásico donde sobrevivir es toda una aventura.
Junto a esta historia original, Deep Silver ha ido añadiendo contenido con dos expansiones: The Soroboreans, que llegó al mercado el pasado verano, y The Three Brothers, disponible desde el 15 de diciembre, llegando hace apenas unos días a Playstation 4 y Xbox One.
De este modo, Koch Media ha publicado Outward: The Adventurer Bundle, donde disfrutaremos del juego base y de sus dos DLCS y que lo podemos encontrar en Playstation 4, Xbox One y PC.
Antes de nada, hay que decir que este juego no es apto para todos los públicos. ¿Por qué digo esto? Porque pese a ser un RPG ambicioso que llama la atención de todo fan del género, estamos ante un título con tintes de los más clásicos y puros del género, por lo que advierto que deberemos armarnos de paciencia al jugarlo ya que nos llevará unas cuantas horas hacernos a él.
Para empezar vamos a hablar un poco del juego base y de lo que nos encontramos.
Lo primero de todo es personalizar a nuestro protagonista. Tendremos unas pocas opciones para hacer el personaje a nuestro gusto, pudiendo elegir el sexo, la facción, la cara, el pelo y el color del mismo. Tras esto, empieza lo bueno.
Nos despertamos cerca de la orilla de una isla totalmente desconocida para nosotros, a la que llegamos tras emprender una expedición con un barco en busca de riquezas, el cual, tras una tormenta, acaba hundiéndose, convirtiéndonos en uno de los pocos supervivientes de la zona. Después de encontrar a uno de los que también logran sobrevivir al naufragio, emprenderemos el regreso a nuestro hogar.
Una vez de vuelta a casa, en el Cierzo, nuestra tierra natal, y de descansar el cuerpo y la mente de la mala experiencia del naufragio, descubriremos que el pueblo exige que paguemos nuestra deuda de sangre, un pago de 150 monedas que debemos por las acciones llevadas a cabo por nuestros antepasados y que nos tocará sufragar.
La manera de recaudar el dinero dependerá de cada jugador. Outward ofrece una libertad total a la hora de movernos y de enfocar nuestra historia. El único requisito que se pide es que tenemos un margen de 5 días para hacer el pago o nos quitarán todos los bienes que poseemos.
Una vez superada esta primera parte que podría considerarse como una introducción para hacernos al personaje y a sus movimientos, llega la hora de la verdad. Tendremos que elegir entre tres facciones distintas para poder seguir nuestra aventura: La Sagrada Misión de Elatt, El colectivo de la Cámara Azul o el Heroico Reino de Levante. Dependiendo de nuestra decisión, el juego se irá desarrollando hacia diferentes zonas, lo que permite volver a empezar el juego y rejugarlo tomando diferentes decisiones.
Aunque todo apunta a horas de entretenimiento y diversión, la cruda realidad nos llevará a tener que pensar muy bien qué materiales llevar o qué camino seguir. Y es que Outward no te da apenas detalles de que rumbo debes llevar, algo que apenas ocurre hoy en día en los videojuegos, en los que en su mayoría te indican en el mapa hacia donde debes seguir. De este modo se hace algo más cruda la experiencia ya que puedes perderte y llegar a desesperarte por no saber por donde avanzar.
A esto hay que añadirle la supervivencia. Nuestro personaje irá cargado con una mochila con un almacenamiento limitado, aunque más que limitado, hay que decir que si sobrepasamos el peso que el protagonista puede llevar encima, empezará a ralentizar nuestro paso y a cansarnos más rápido.
Un factor importante es descansar. Si estamos provisto de un petate, podremos desplegarlo donde queramos y descansar de nuestro arduo día. Así podremos reponer nuestra vida, reparar aquellos objetos que estén deteriorándose por el uso o evitar emboscadas mediante guardias que montaremos a las horas que marquemos -con unas pocas será suficiente para evitar emboscadas-.
Pero el dormir tiene consecuencias como en la vida real y es que nuestro personaje se encontrará mas sediento y hambriento, por lo que deberemos tener provisiones para paliar los efectos de tantas horas sin comer o beber. Si antes de ponernos a descansar el personaje tiene una sed atroz o un hambre voraz no se nos permitirá tener un sueño reparador, deberemos subsanar esas necesidades básicas antes de dormir.
Por otra parte, hay que estar muy pendiente de las necesidades básicas del personaje. Le afectará la temperatura, tendrá hambre y sed, tendrá estados alterados como confusión y otras cosas. Con esto quiero decir que deberemos escoger minuciosamente que provisiones queremos llevar para poder avanzar por el vasto mundo que nos espera, donde las criaturas harán lo posible por acabar con nosotros.
Además, desde el principio del juego contamos con un kit de supervivencia básico, es decir, que dispondremos en nuestro menú de una serie de elementos que podremos crear para intentar sobrevivir –vendas, garrotes, petate, mochila, etc.- de modo que podremos tirar de él si nos vemos en cualquier momento.
Durante nuestros combates, nuestros movimientos serán más lentos si llevamos demasiada carga y el enemigo tendrá una mayor ventaja. Dicho esto, si tenéis tiempo antes de que se abalance contra vosotros un enemigo, os aconsejo a dejar la mochila en el suelo para poder movernos con mayor agilidad en el combate.
¿Qué pasa si nos mata un enemigo? Pues dependiendo de donde nos encontremos es posible que amanezcamos en una cueva de hienas, heridos y sin apenas recursos para curarnos. En otras ocasiones, tendremos la suerte de tener cerca todos nuestros enseres y será más fácil volver a nuestra ruta.
El problema de decidir atacar a un enemigo que esté en nuestro ángulo de visión es que hasta que no estemos entrando en combate con él, no sabremos como de fuerte será, por lo que las posibilidades de éxito pueden ser muy altas o escasas.
Algo importante que debemos mencionar es que este título permite jugar en modo multijugador. Esto puede ser un aliciente para mucha gente ya que te permite disfrutar del juego en compañía haciendo que sea una experiencia más amena.
Una vez explicado un poco que nos ofrece el juego base es hora de contaros lo que podemos encontrar en cada una de las expansiones.
En Outward: The Soroboreans, nos volvemos a sumergir de nuevo en Aurai con muchas novedades, habilidades y una ampliación en la historia. Pero no todo es bueno, ya que en este DLC aparecerá la corrupción como un nuevo estado de nuestro personaje, como si no tuviéramos suficiente con el hambre, la sed o la confusión. Así que preparaos para sufrir las consecuencias de una expansión aún más complicada que el juego base.
Para acceder a dicho contenido, tendremos que hablar con el Caravanero Soroboreano y se desbloqueará el contenido de este DLC.
La segunda y última expansión viene bajo el nombre de Outward: Three Brothers –o Los tres Hermanos-, donde tendremos la posibilidad de acceder a una región completamente nueva, Caldera, donde nos esperarán nuevos desafíos y peligros. En esta nueva zona contaremos con diferentes misiones, ubicaciones y mazmorras para explorar y encontrar nuevos tesoros con los que comerciar y mejorar nuestro equipamiento.
En esta expansión tendremos un papel muy importante en la historia de Aurai, ya que tendremos la posibilidad de reconstruir el campo de refugiados de Sirocco para que sus habitantes puedan contar con un nuevo hogar. En este punto, encontraremos nuevas mecánicas de construcción lo que nos servirá para crear un buen asentamiento para los refugiados y evitar que pierdan la vida por culpa de los horribles peligros del mundo.
Por otra parte, nuestro personaje contará con la ayuda de nuevas armas, habilidades y otros accesorios. Dentro del árbol de habilidades nos encontraremos con el ritualista primigenio –podremos preparar el campo de batalla con nuestros tótems y ofrecernos ventaja antes del combate, con posibilidad de adquirir algun arma legendaria- que nos hará prácticamente invencibles.
Con estas dos expansiones, la cantidad de horas de juego se incrementa exponencialmente, por lo que si sois del más puro estilo rolero clásico os aseguro que con este título tendréis para invertir una barbaridad de horas.
Gráficamente, Outward se ve como un juego tosco. Los paisajes y modelados de los personajes son como si hablásemos de un juego de una generación anterior. El diseño de las caras del protagonista son bastante feas, haciendo difícil la elección de la cara que queremos que lleve el personaje. Además, los diseños de los paisajes son muy básicos y podemos observar matorrales muy mal implementados cuando nos encontramos a cierta distancia, cambiando y volviéndose algo más vistosos y mejor modelados cuando estamos cerca de ellos.
Otra cosa es su apartado sonoro. Outward cuenta con una banda sonora impecable donde se disfruta de una melodía que acompaña en cada momento del día en el que nos encontramos. La música cambia de tono cuando nos ha detectado un enemigo, un punto a favor del juego ya que si nuestro agresor se encuentra a una distancia prudencial, gracias a la música, tendremos tiempo suficiente para prepararnos para el combate.
En conclusión, Outward es un juego de Rol clásico no apto en mi opinión para todos los públicos. Estamos ante una aventura que se nos hará cuesta arriba pero que hará las delicias de todos los fans del género que busquen un reto. Además, la posibilidad de rejugar el juego en función de la facción elegida hace que el título gane un mayor atractivo ya que nos puede proporcionar innumerables horas de entretenimiento. Por contra, los gráficos hacen que a muchos jugadores no les atraiga el juego sin haberlo probado ya que empobrecen la experiencia del mismo.
Este análisis ha sido realizado en Playstation 4 mediante una copia cedida por Koch Media