Que curioso es el arte y la vida. Algo que en su momento puede pasar más desapercibido, tiempo después se convierte en una obra de culto, con fieles que rodean esa obra incomprendida y la dotan de dignidad y mesianismo. De los problemas económicos que pasaron Howar Phillips Lovecraft o Robert Ervin Howard, a que su obra sea alabada hoy día generando montañas del dinero que poco vieron estos autores en vida. O como Blade Runner pasó de película problemática a pináculo de la ciencia-ficción en el cine. En los más de diez años desde que se lanzó NieR Replicant el fenómeno ha sido similar, y un relanzamiento era cosa obligada y solicitada.

Realmente, el valedor para restaurar un juego de la generación PS360 es justamente su secuela en las siguientes consolas, y PC, Nier Automata. En diciembre del año pasado, Square-Enix anunció que este juego lanzado en 2017 había alcanzado los cinco millones de unidades. Un juego que aparentaba ser de nicho como su primera parte, sin embargo ha logrado posicionarse muy bien entre el público, que en la gran mayoría de casos, ni había jugado ni conocido este primer título. Pero recordando también que en este título estuvo detrás Platinum Games, que eso es calidad garantizada.

¿Caerá bien el regreso del juego original, con una sesión de chapa y pintura, sin las manos de Platinum? Pues yo digo ¡Desde luego!

Nier se lanzó en 2010 por obra de Cavia, y publicado por Square-Enix. Y aunque hable de Nier Replicant, realmente hay que explicar que hubo dos versiones de este juego. En Japón tubieron Replicant y Gestalt, y a occidente llegó Gestalt para PlayStation 3 y Xbox 360. Replicant solo apareció en PlayStation 3, y la mayor diferencia entre ambas es el enfoque de la aventura. En ambas, el protagonista tiene la misión de cuidar y proteger a una muchacha enferma llamada Yonah. En Gestalt es su padre, y en Replicant, su hermano, siendo el diseño del protagonista y relación entre ambos personajes el mayor elemento diferenciador. Realmente la aventura es la misma en ambas versiones, con ese cambio en el punto de partida.

Pues Nier pasó sin crear mucho ruido, como he dicho juego nicho destinado a quienes gustaban las cosas más exóticas orientales, aunque no es para nada un juego estrafalario y extraño, todo lo contrario, no creo que se requiera de una mentalidad especial para acercarse a él como sí podría pasar con otras rarezas japonesas. El responsable principal fue Yoko Taro, que tenía en su haber también las dos primeras partes de Drakengard, otra saga de juegos nicho que tampoco despuntaban en ventas en occidente.

Pero NieR es un action RPG muy especial en el buen sentido. Combina juego de acción cuerpo a cuerpo y a distancia estilo Devil May Cry con juego de rol a la japonesa, en entornos muy amplios llenos de objetivos y una enorme movilidad, a la usanza de juegos de rol occidentales, como la archiexitosa saga The Elder Scrolls.

Y el alrededor de un millón de unidades repartidas por el mundo junto a la calidad palpable que presenta el título hicieron el peregrinaje para convertirlo en obra de culto. Merecida, a mi juicio. Los ruegos durante tantos años para que el juego saliera al menos en tiendas digitales han sido recompensados con una versión muy mejorada tecnicamente y puliendo algunos aspectos del título original, pero ofreciendo la misma sana combinación de mecánicas y situaciones que tan bien calaron a quienes nos acercamos al juego.

Porque si algo define a NieR Replicant es la variedad. Su historia y mundo combina la fantasía medieval con ciencia-ficción y exotismo mágico de una manera especial. Y el desarrollo es mucho más dinámico y rápido por este enfoque de acción directa. Tenemos un solo botón de acción, no vamos a hacer complicadas cadenas de ataques, pero el cuerpo a cuerpo se combina con el sistema de magia, que son precisamente habilidades que se asignan a los cuatro botones traseros del mando. A medida que avanzamos en la historia iremos consiguiendo más poderes, y queda en nuestra manos ver cuales nos pueden ser más útiles o se adaptan mejor a nuestra estilo jugable.

Es curioso en ese punto ver que el bloqueo y la esquiva -situados por defecto en los gatillos directos- pueden retirarse en pos de meter dos ataques mágicos en su lugar, haciendo todavía más adaptable y dinámico el sistema de acción del juego.

Durante la aventura se sucederán las situaciones especiales. Podemos tener momentos en puro 2D -al entrar en casas por ejemplo-, momentos cenitales, acción y plataformas laterales, y algunas cosillas más… Ya digo que la variedad y el sentir el juego tremendamente ágil es algo encomiable. Hacer de recadero yendo de la Ceca a la Meca cambia bastante cuando disparas a largas distancias, saltas por diferentes zonas y obstáculos, o cabalgas algún animalejo que masacra enemigos.

La restauración gráfica es también tan destacable como necesaria. Nier fue un juego con un diseño muy especial en su combinación de estilos e influencias, pero justito tecnicamente. No es que estemos ante un remake como tal, pero no podemos hablar tampoco de un simple remaster, hay un trabajo muy potente detrás que hace que esos valores artísticos luzcan aún mejores. Es que solamente doblar el framerate ya es una auténtica delicia para echar las decenas de horas que el juego requiere para completarlo y sacarle todo el jugo. La vida es mejor a 60 fps.

De la música no tengo que hablar. Quienes ya la conocen del juego original saben lo que vale y que no hay que tocar ahí nada. Y quienes vayan a conocer este juego por primera vez, se llevarán una grata sorpresa en unas semanas.

Pues el día 23 de este mes llega esta maravillosa combinación de acción y semi-Skyrim a la japonesa, con su guion e historia de dieciocho kilates. Nier Automata ya nos muestra esa combinación de estilos, pero NieR Replicant tiene una voz propia que captará vuestra atención desde el mismo momento que empecéis la partida, porque encima el juego tiene textos en castellano esta vez.

 


Este artículo se ha realizado en PC mediante una copia cedida por Koch Media