La saga Ace Attorney -los Phoenix Wright para los amigos- es una de mis favoritas personales. Desde los tiempos de Nintendo DS, porque aquí no nos llegaron las versiones originales de Game Boy Advance, la saga de Capcom sobre abogados, fiscales, médiums y demás me han dado muchísimas horas con buenísimas historias, buenísimos personajes, y sobre todo, me han abierto la puerta al género de las novelas visuales de una forma magnífica. Y cuando una saga te abre las puertas a todo un género del que te enamoras, dicha saga va a tener siempre un lugar muy especial.

Esta saga ha llegado en su mayoría a occidente, aunque sea en inglés y solo digital en algunas de sus entregas, pero siempre ha habido una gran ausencia, dos entregas ambientadas en un Japón de finales del siglo XIX o inicios del siglo XX para Nintendo 3DS que no salieron del país del sol naciente. Y ha tenido que venir una globalización brutal de todo el mercado de los videojuegos para que Capcom nos diera una alegría, y es que por fin llega The Great Ace Attorney Chronicles, el recopilatorio en alta definición de dichas entregas, ahora para Playstation 4, Nintendo Switch, y Steam, dándonos a los fans de la saga un auténtico regalo a la hora de disfrutar de esta maravillosa saga.

Hay algunos personajes que nos recordarán a viejos conocidos. ¿Será un antepasado del juez de la trilogía original?

Como decía, The Great Ace Attorney Chronicles nos sitúa en un Japón durante la época victoriana del imperio británico, en un país que acaba de establecer relaciones formales con ese imperio en expansión. Encarnamos a Ryunosuke Naruhodo, antepasado del legendario Phoenix Wright -originalmente, Ryuichi Naruhodo, cosas de la localización para mantener el juego de palabras del «Naruhodo-Wright», que al tener que respetar la ambientación en Japón en éstas precuelas han tenido que mantener el apellido japonés original-, estudiante universitario que tras una serie de giros del destino, tendrá que descubrir su talento innato para la abogacía y junto a la asistencia de Susato Mikatoba y del famoso detective mundial Herlock Sholmes -para más información de este caballero, me remito a las novelas de Arsene Lupin de Maurice Leblanc y a una larga historia de derechos de autor con el personaje obviamente referenciado, Sherlock Holmes, del gran Arthur Conan Doyle- deberán resolver una serie de asesinatos en una época donde las relaciones burocráticas y las técnicas forenses se encuentran en un estado muy diferente a las modernidades que nos presentaran Phoenix, Edgeworth, Gumshoe y demás.

¿Qué decir? Shu Takumi sigue siendo un maestro del género, tanto a nivel de puzles -tranquilos, no os voy a destripar nada- como de guion -de nuevo, mis labios están sellados-. En The Great Ace Attorney Chronicles nos vamos a encontrar un estilo de casos muy similar a lo que ya conocemos en cuanto a giros, tipo de personajes y demás. Sin embargo, a diferencia de la trilogía original que eran puros sprites, tenemos aquí absolutamente todo modelado en 3D, lo cual dota de mucha más vida cada interacción, cada cinemática, cada nuevo paso en los juicios. Y el remasterizado además le sienta de vicio. En fin, que me lío y pierdo el hilo. Como decía, en The Great Ace Attorney Chronicles tendremos unos casos mucho más ambiciosos en escala -y por tanto, en duración- de forma que al final es imposible no estar satisfecho con el paquete que representan las dos entregas.

Ryunosuke aún es inexperto, pero tiene suficientes tablas para poder mantener el tipo en juicio.

A nivel de novedades jugables, tenemos principalmente dos. La primera, consiste en la interrogación a múltiples testigos de forma simultánea. Durante algunas secciones, habrá en el estrado dos o incluso más personajes relacionados con el caso, pero sólo uno hablará, y lo que diga puede -o no- que sorprenda a los demás testigos presentes, abriéndonos así nuevas oportunidades para encontrar contradicciones y poder presentar esa prueba que tenemos claro que va a darle un vuelco a la situación de nuestro defendido.

La segunda, algo más rocambolesca, implica a nuestro compañero Herlock Sholmes, que como «gran» detective realizará una serie de deducciones durante las investigaciones, pero como todo gran Sherlock, necesita un Watson, así que será nuestro deber apuntar los errores de su razonamiento para poder encauzar al detective para que su deducción sea perfecta. Estas secciones además de interesantes porque suelen revelar eventos importantes en el caso -son similares a los candados que veíamos en juegos anteriores, que siempre implican un paso adelante gord-, tienen su gracia, porque Herlock suele decir alguna que otra burrada y siempre da satisfacción corregirle.

De vez en cuando interrogaremos a varios personajes a la vez. Estos dos piezas tienen cada uno lo suyo…

En general estoy muy, muy contento con esta primera toma de contacto con el juego. Es muy largo, mucho más que cualquiera de los originales, pero tiene el mismo carisma o incluso más, y yo agradezco infinito tras tantos años poder jugar en occidente a estas entregas –Yakuza Isshin, ahora te miro a ti-. Quizá la única lástima sea el tema del idioma, pero ya sabemos que Capcom no parece estar por la labor de localizar al castellano estos juegos. Poco más que decir por ahora, voy a seguir indagando con Ryunosuke, y dentro de unas semanas nos vemos para el análisis final.

Siempre da gustazo el momento del «Protesto» final y resolver un caso.

 


Este artículo ha sido realizado en PC mediante una copia cedida por Koch Media