Hay veces que, entre ambiciosos triple A e innovadores juegos indie que requieren de horas de dedicación para llegar a dominarlos, nos apetece jugar a algo ligero y sencillo. Un juego de tipo «arcade» de los que ves una demo y ya sabes lo que hay que hacer. Y no tiene mucho más. A veces lo que apetece es sencillez e inmediatez.

Si además de eso tiene gráficos monos y una banda sonora pegadiza, ¿qué más se le puede pedir?

Arkos nos propone un FPS pre-Doom, inspirado en juegos como Catacomb 3D o Wolfenstein 3D, y con gráficos voxelizados.

¡Dadle al play y preparáos para una tormenta de plomo que cubrirá la pantalla de cubitos de colores!