«Estamos en el año 50 antes de Jesucristo. Toda la Galia está ocupada por los romanos… ¿Toda? ¡No! Una aldea poblada por irreductibles galos resiste, todavía y como siempre, al invasor. Y la vida no es fácil para las guarniciones de legionarios romanos en los reducidos campamentos de Babaorum, Aquarium, Laudanum y Petibonum…»
Por supuesto, ayuda bastante disponer de una poción mágica que hace invencibles a sus usuarios, «lo hizo un mago», el célebre druida Panoramix. Y de dos grandes héroes dispuesto a enfrentarse a cualquier situación y correr todo tipo de aventuras: Astérix y Obélix.
Astérix es uno de los fenómenos culturales mundiales del siglo XX. Un cómic universal, con diferente grado de penetración en diversos países, pero sin duda bien asentado e icónico en todo el globo. Nacidos de los guiones de René Goscinny, y los dibujos de Albert Uderzo, el fallecimiento de este último a los 92 años por causas naturales, en este complicado momento pandémico, ofrece un excelente motivo para dedicarle un homenaje a la obra, y hablar también de mi videojuego favorito basado en el cómic francés más famoso de todos los tiempos.
Astérix el Galo aparece en la revista Pilote en 1959, y se empieza a recopilar en álbumes en 1961, justamente con ese título en el primero de ellos, que tuvo película de animación también en 1967. Si ya me enrollo cuando he hablado otras veces de cómic aquí tengo ponerme alfileres en las teclas del ordenador para no llenar la entrada de comentarios de todos los álbumes que han caído en mis manos, de lo importante que ha sido Astérix desde mi niñez y como han contribuido enormemente a mi amor por este medio. O como sus películas de animación también las tengo quemadas de tanto pasar los VHS, en especial Las Doce Pruebas de Astérix, de 1976, un año antes de la desgraciada muerte de René Goscinny.
Mi opinión personal de Goscinny es que era un genio. Puedo hablar de otro grandioso personaje como es Lucky Luke, en colaboración con Maurice de Bevere, o Moris para los amigos. O aprender sobre las conjuras políticas con el Visir Iznogud, aquí con el arte gráfico de Jean Tabary, «Quiero ser el califa en lugar del califa»…otra de esas frases gradabas a fuego en mi niñez. Pero es que su producción a la hora de diseñar historias se traslada incluso al cine, con guiones para cine de animación -como las películas de Tintín, en colaboración con su creador, el también enorme Georges Prosper Remi/Hergé-, el cine de imagen real en Herencia a la Francesa o Los Vecinos de Abajo ¡Leches, incluso colabora el libreto de la ópera Trafalgar! Es por ello que su muerte en 1977 a raíz de unas pruebas médicas rutinarias, marca un evidente antes y un después en la calidad de Astérix.
Albert Uderzo se ocuparía en solitario del personaje, con su firma única al menos, salvo en Astérix en Bélgica, en 1979 que partía de guión de Goscinny. De hecho, había dejado ideas e historias de Lucky Luke o Iznogud que saldrían también tras su fallecimiento. Pues las aventuras a cargo de su dibujante siguen teniendo su magia pero su ingenio se reduce paulatinamente. Me gustan La Odisea de Astérix o Asteríx en la India, pero no es lo mismo. Luego cosas como Astérix y Latraviata ya digo directamente que son flojas. Y ya El Cielo se Cae Sobre Nuestras Cabezas, pufffff… No es una aventura canónica, ni el problema real es meter ese toque de ciencia-ficción, es sentir que con la mano de Goscinny una idea loca como esta se hubiese llevado muchísimo mejor que en ese álbum.
Como última curiosidad, la franquicia en cómics se lleva actualmente por Jean-Yves Ferri en guiónes, y Didier Conrad a los lápices. Se nota el toque de enorme respeto por las fuentes originales, y del álbum de 2016 Astérix en Italia, surge el meme de estos días del auriga Coronavirus.
Sintiendo que esta introducción queda insultántemente corta respecto a lo que merece tan grande obra y sus responsables, vamos ahora con el juego retro que rescata esta sección.
Astérix y las monedas de cinco duros
Estamos ante un brawler de Konami lanzado en 1992 unicamente en recreativas, sin versiones domésticas por temas de licencias. Y de entre la gran cantidad de videojuegos de esta carismática colección, diría que este es mi favorito. Nuevamente otra disculpa, porque las fotos de esta entrada no van a hacer justicia a este espectáculo 2D tal cual lo sentimos quienes pudimos encontrar esta joyita en nuestros recreativos. Se habla de juegos como el gran Aladdin de Mega Drive como grandes experiencias visuales a la hora de trasladar la estética de animación a videojuegos, y en mi corazoncito este Astérix recreativo quizás sea la que más me gusta.
Konami no eran novatos en estas lides precisamente, porque con Los Simpsons y los dos arcades de Las Tortugas Ninja ya teníamos muestras de ‘yo contra el barrio’ tan divertidos para jugar, como bien aprovechados en sus licencias respectivas. Aquí no jugamos a cuatro, solo a dobles, como no pudiendo controlar a Astérix y Obélix, o elegir a uno de ellos si jugábamos solos. Las siete fases se inspiran en aventuras de los personajes, trasladadas de forma libre -por algo esto es un juego de repartir estopa-, con viñetas introductorias al comienzo de cada una de ellas. El juego, además, tiene los textos en inglés y francés.
En la primera, dejamos nuestro pueblo, entre una gran algarabía como no podía ser de otra forma, y luchamos contra los pobres romanos. Tenemos la poción mágica como item para Astérix de breve superpoder temporal, o jabalíes asados para Obélix -accidente de niñez con la poción y tal- con los mismos efectos, y al amor platónico de Obélix, la bella Falbalá, para cargar nuestra vida como a nosotros nos gusta…Ya vemos la enorme expresividad de los personajes, y como se van a repetir durante el juego. Tortuga romana como jefe final y la necesaria frase de nuestros personajes:
En la segunda fase, viajamos a Egipto, inspirada en Astérix y Cleopatra. Vemos como no solo vamos a luchar contra legionarios y centuriones, sino también, obstáculos como esos tornados puñeteros, como la dificultad sube enteros, y Konami sigue sacando partido al universo, porque al final de la misma tenemos al inquino arquitecto Paletabis de esa historia, junto al hipnotizador Ibis de la película Las Doce Pruebas de Astérix.
La tercera, se inspira en Astérix en Bretaña, aunque toda la fase es acuática y no llegamos a visitar el pueblo de Buentorax. Empezamos saltando entre barcas para avanzar, y terminamos en una lucha doble en un barco romano.
Pues nada mejor tras una fase acuática que encontrarnos con otros conocidos de la franquicia como los desafortunados piratas, en una fase de bonus rompiendo barriles y consiguiendo recompensas, o derribando al sufrido vigía.
La cuarta es aún más libre que las anteriores, ya que esta inspirada en Astérix en Hispania, pero lo que debemos hacer es rescatar justamente a Falbalá de unos bandoleros patrios. Tenemos saltos por peñascos y un agradecido cambio de sprites para dar más variedad visual al conjunto. Por supuesto la expresividad sigue siendo genial y creo que es un puntazo ver animados a esos pobres bandoleros que solo aparecen en unas pocas viñetas en la historia original.
En la quinta técnicamente ya afrontamos la historia original, vuelven los romanos, y terminamos en la plaza en una lidia a puñetazo limpio, con un auroch bravo.
Ahora viene otra fase de bonus, esta vez montados en una cuadriga esquivando obstáculos. Hay que darse vida que nos espera otro viaje de muchos kilómetros.
Porque viajamos a Astérix en la India, y aunque al purista de la historia original le choca ver tanta lluvia, la sección inicial en alfombra mágica le vuelve a dar más variedad a la cosa… y dificultad, con los puñeteros rayos. Bajamos de la alfombra de Ahivá y en el palacio real tenemos a los malotes del álbum sobre otra alfombra, en un combate durillo.
Otra fase de bonus con nuestro siempre queridos piratas, y a la misma Roma nos vamos.
Pues a luchar en el corazón de la ciudad, primero en sus calles y luego una bien difícil sección final en el coliseo contra jefes aparecidos antes y un par de gladiadores.
La vista no os engaña no, para el coliseo se reutiliza la sección del auroch de Hispania, público incluido, con leves cambios. Pero la verdad…ni me importa. Sea como fuere, culminada esa sofocante lucha, Cesar nos promete que jamás volverá a intentar atacar nuestra aldea.
Muy sobrecargado de imágenes, no hay que olvidar que el sonido y la música también están a la altura. Con una música bastante inspirada y que tiene su toque adaptado a cada nivel, y unos FX que solo acentúan esa sensación de cómic viviente que intento reflejar aquí, solo queda homenajear a sus cuatro responsables, Mutsuhiko Izumi, Mariko Egawa Junya Nakano y Michiru Yamane, de nuevo disculpando no expandir más sus logros, porque han formado parte de grandes trabajos sonoros, más allá de Konami también.
Con SEGA e Infogrames repartiéndose la licencia para sistemas domésticos, esta recreativa quedó sin conversión alguna. Pues este es otro de mis pequeños homenajes personales. Tras la muerte de Albert Uderzo algo se cierra, pero el universo de Astérix y Obélix será totalmente inmortal. Y esperemos que el legado de sus dos creadores se continúe con el mismo respeto que parecen tener los cómics actuales.