En septiembre de 2012 se puso a la venta Mark of the Ninja, el juego de sigilo e infiltración de Klei Entertaiment –Creadores de Don’t Starve y Shank entre otros- que se convirtió en uno de los bombazos del año y en todo un referente de los juegos indies. 6 años después, nos llega a todas las plataformas de sobremesa su versión mejorada, Mark of the Ninja remastered.
Pero, ¿que incluye esta versión remasterizada respecto al original? Pues para empezar han remodelado un poco el aspecto gráfico: mientras que las cinemáticas y sprites originales estaban a una resolución de 720p, esta ha sido aumentada ahora hasta los 4K, pudiendo jugar en dicho formato si tenemos un sistema compatible -excepto en Switch, que continúa en 1080p en modo dock y 720p en modo portátil-. El sonido también ha sido retocado y ahora es compatible con Dolby surround 5.1. Finalmente incluye además todo el contenido de la edición especial, que consiste en un DLC en el que controlamos a nuestro mentor Dosan en su juventud y comentarios de los desarrolladores.
Quizás el contenido y las mejoras de esta nueva edición no tengan tanto peso como para justificar un nuevo desembolso, pero Klei Entertaiment nos da facilidades de todo tipo para dar el paso. Por lo tanto, si ya teníamos el Mark of the ninja special edition nos podremos descargar esta versión remasterizada totalmente gratis -solo en Xbox One y PC-, mientras que si tenemos solamente el juego base, podremos comprar el upgrade por un precio de 3’99€ para desbloquear todo el contenido. Finalmente, si no disponemos de ninguna copia del juego, podremos comprar dicho remaster directamente a un precio de 16’79€. Como veis hay opciones para todos los gustos.
Y por si alguien todavía no conoce el juego, es hora de hablar sobre él: En Mark of the Ninja, manejamos a un ninja sin nombre que debe rescatar a su maestro y restaurar el honor de su clan al mismo tiempo que lucha contra su propio destino. Nos encontramos ante un juego de sigilo e infiltración en 2D. En nuestro camino nos toparemos con enemigos y trampas que debemos esquivar para no hacer saltar las alarmas ni acabar muertos. Para ello, debemos aprovechar los diferentes elementos del escenario y ocultarnos en las sombras, aunque también podemos utilizar nuestros propios artilugios para crear distracciones.
Absolutamente todo en Mark of the Ninja está pensado y cuidado hasta el más mínimo detalle. Es realmente difícil crear un juego de sigilo en 2 dimensiones, pero en Klei Entertaiment han conseguido dar con la tecla exacta mediante pequeños trucos visuales que son bastante útiles, consiguiendo que en ningún momento avancemos a ciegas y siempre tengamos el control de la situación. Podremos ver en pantalla, entre otras cosas, tanto el alcance del campo visual de los enemigos como el radio de acción del ruido que hacemos, todo muy bien definido y sin lugar a equívocos.
El control es simplemente perfecto, pulido y trabajado. Nuestro protagonista se posicionará exactamente dónde queremos que lo haga con extrema precisión, nunca nos quedaremos vendidos a causa de físicas extrañas o bugs. Nuestro ninja también será capaz de escalar paredes, colgarse de ganchos e incluso planear por los escenarios, aunque no cuando queramos sino en los lugares habilitados para ello.
Aunque ocultarse en las sombras y pasar desapercibido es una buena táctica, también podremos hacer uso de la fuerza para conseguir avanzar. Si nos acercamos a los enemigos sin que nos detecten, podremos acabar con ellos de diferentes maneras según vayamos desbloqueando habilidades. Para liquidarlos tendremos que pulsar una sencilla secuencia de botones que, dependiendo de si la realizamos correctamente o no, determinará si lo matamos de forma sigilosa o si provoca algún ruido que puede alertar al resto de guardias. También podremos combatir aunque hayamos sido descubiertos, pero debido al número de enemigos que nos rodean y los disparos con armas de fuego, tendremos pocas probabilidades de salir con vida.
La rejugabilidad es uno de los puntos fuertes de Mark of the Ninja: aunque completar la historia principal nos puede llevar alrededor de 8 horas, durante el transcurso de las misiones iremos consiguiendo puntos según nuestras acciones y nuestra manera de jugar. Tenemos hasta 3 niveles de «rangos» que podremos conseguir cuanto más alta sea nuestra puntuación, para ello será necesario no solo pasar desapercibido, sino también ocultar los cuerpos de los enemigos y cumplir con los objetivos secundarios, lo cual es muy difícil que nos salga a la primera. Aparte de eso, coleccionables y niveles bonus se esconden por los diferentes escenarios, lo cual nos obligará a revisar bien cada rincón si queremos conseguirlo todo y alargan la vida útil del juego.
El apartado gráfico es impresionante, ya que todo está dibujado a mano, regalándonos unas animaciones suaves y fluidas que son toda una delicia para la vista. Las escenas cinemáticas son dignas de elogiar, ya que podrían pasar perfectamente por una serie de animación actual. A pesar de que hay poca variedad cromática debido a la propia temática del juego, eso no impide que cada nivel esté cargado de colores y tenga su propio estilo. Mención especial merece el sistema de nuestro propio campo visual y la manera en la que se ha resuelto, ya que dependiendo de nuestro ángulo de visión y los objetos que tengamos delante, la pantalla aparecerá borrosa hasta que tengamos visibilidad.
En definitiva, Mark of the Ninja remastered no es un juego perfecto, pero casi. Klei Entertaiment parió una autentica obra maestra que tiene muy pocos fallos en su haber. El control es totalmente preciso y nos permite hacer prácticamente cualquier cosa que queramos. El sistema de sigilo y el uso de las sombras es magistral y conseguir eso en un juego bidimensional es un auténtico logro. Por ponerle alguna pega, quizás le pasa factura la ausencia de selector de dificultad, ya el juego no es tan duro como aparenta y nos obliga a completarlo al menos una vez para poder jugar al modo difícil, pero no deja de ser un mal menor frente a las innumerables bondades de este título.
Este análisis ha sido realizado mediante una copia cedida por Klei Entertaiment