Desde el primer momento en el que supe de la existencia de Evan’s Remains me enamoré perdidamente de él, admito que en un primer momento lo que me atrajo fue su maravillosa estética y apartado gráfico, pero poco a poco fui descubriendo más cosas sobre el juego hasta que al final tuve que hacerme irremediablemente con él.

Evan’s Remains es, prácticamente en su totalidad, obra de Matías Schmied, más conocido por su alias «Maitan69», un jovencísimo chaval argentino que aprendió a programar y a crear videojuegos desde su propia casa a través de tutoriales que encontraba en internet. Y la verdad es que no podíamos alegrarnos más de dicha decisión, porque tenemos en nuestras manos un auténtico juegazo currado en todos los aspectos que demuestra auténtico talento y buen hacer en su ejecución.

Para crear Evan’s Remains, su juego más ambicioso hasta la fecha, tuvo que recurrir al crowdfunding, donde logró superar la cifra que necesitaba gracias a las numerosas donaciones en Kickstarter -y para agradecérselo a todos los fans, incluso contamos con una especie de epílogo jugable dedicado enteramente a los backers-. Por suerte para todos, se pone a la venta el próximo jueves 11 de junio para todas las plataformas actuales: Playstation 4, Xbox One, Nintendo Switch y Steam, que es la versión a la que hemos jugado y analizado.

Y la historia que nos presenta Evan’s Remains ya es intrigante desde el primer momento: nos ponemos en la piel de Dysis, una joven que trabaja para una empresa de tecnología privada a la cual le encargan la misión de viajar hasta una isla desierta y localizar a un tal Evan, los motivos y los detalles son desconocidos. Pero dicha isla no es una isla normal y corriente, oculta un secreto enorme y aparentemente no está tan desierta como parece…y hasta ahí podemos leer.

Tras este telón se oculta un juego cuyo género podríamos definir como «puzle narrativo», y es que la trama del juego es su mayor punto fuerte. Hablamos de una trama que quizás por su temática o su concepción no va a revolucionar el mundillo, alguno pensará quizás que puede ser un poco floja, pero sin duda es una trama trabajada en todos los aspectos. Se trata de un argumento pensado y planeado hasta el último detalle, que no deja cabos sueltos, sorprende al jugador con varios giros de guion y es imposible saber lo que está ocurriendo hasta prácticamente el final del juego. Sin duda, uno de los juegos más trabajados en el plano argumental como hacía años que no veía. Por ponerle alguna pega, hay algunas situaciones que no quedan del todo claras o se dejan a la imaginación del jugador, ¿los explicarán en un posible DLC expandiendo la historia? no tengo ni idea, pero actualmente en el juego base no se explican.

¿Pero cómo es Evan’s Remains en el aspecto jugable? ya hemos dicho que se trata de un puzle narrativo, así que procedo a explicar este concepto. Nos movemos en un plano bidimensional, es decir, hacia izquierda o derecha, y tendremos que ir resolviendo puzles que nos iremos encontrando por el camino. Estos puzles, en forma de monolitos, cuentan con diferentes plataformas con diferentes acciones: unas nos teletransportan a otra plataforma similar, otras nos sirven de trampolín…y las más básicas desaparecen ante nuestros pies una vez que saltemos de ellas. La idea es ir jugando, modificando y pensando bien el uso que le damos a estas plataformas para poder sortear el muro que nos impide seguir avanzando en nuestro camino.

Quizás el problema del juego es que se debate a medio camino entre juego de puzles y novela visual, pero sin llegar a decantarse totalmente por una u otro. La tónica general del juego es que por cada dos o tres puzles que resolvamos nos saltará una cinemática que continuará contándonos la historia y conversaciones entre los personajes, y esta mecánica se repite a lo largo de todo el juego, lo que al final llega a hacerse un poco repetitivo si no le pillamos el rollo. De todas formas podemos adaptar nuestra manera de jugar a lo que queremos, en cualquier momento podemos saltarnos tanto los puzles como los diálogos, de manera que podemos jugar tanto una aventura narrativa pura y dura como si solo queremos resolver acertijos, pero es conveniente avisar de algo: los puzles no están ahí de relleno y tienen una importancia trascendental en el argumento de manera casi simbiótica, por lo tanto conviene no saltarse ninguna de las partes.

Metidos ya en el apartado audiovisual, gráficamente el juego entra por los ojos desde el primer momento, con un pixel art muy trabajado tanto en el diseño como en las animaciones, mostrando una amplia variedad de bellos entornos que nos van a dejar fascinados a cada paso. En el apartado sonoro no tendremos voces de ningún tipo, pero sí melodías que acompañan muy bien a cada momento y situación, y como punto positivo tendremos multilenguaje, incluyendo el español como no podía ser de otra manera, aunque es cierto que cuenta con algunos errores de ortografía en algunos puntos.

La duración es otra de sus pegas, pues en dos o tres horas nos podremos terminar el juego dependiendo de cuando nos atasquemos en los puzles -que ya aviso que algunos se las traen- y una vez terminado no podremos hacer nada más, no hay nuevos modos de juego ni dificultades. Se trata de un viaje solo de ida, pero uno de los mejores viajes que vamos a vivir en lo que va de año.

Evan’s Remains es una maravilla, una de esas pequeñas joyas que aparecen cuando menos te lo esperas y nos regala un relato maravilloso cargado de emociones y sentimientos. Yo por mi parte, a partir de este momento comenzaré a seguir de cerca la carrera de Matías Schmied, pues ha demostrado un talento innato para los videojuegos y estoy seguro de que tiene por delante un futuro muy prometedor.

 


Este análisis ha sido realizado mediante una copia cedida por Whitethorn Games