Quien más y quien menos, todo el mundo sabe como funcionan las famosas cadenas de comida rápida: condiciones muy mejorables, higiene cuestionable y muchísimo estrés. Algunos videojuegos han intentado acercar a los usuarios la experiencia de trabajar en algunos de estos sitios de manera más o menos acertada, pero os aseguramos que ninguno como lo visto en el Happy’s Humble Burger Farm que analizamos hoy.

Vamos a omitir el comienzo del juego porque creo que destripa bastante, solo voy a contar que nos ponemos en la piel de una persona que se acaba de incorporar como empleado en Happy’s Humble Burger Farm, la cadena de hamburgueserías más famosas de la región. Como empleados, nuestra tarea será la de preparar los pedidos de los diferentes clientes que vayan llegando al establecimiento, cumpliendo con cada una de sus exigencias y prácticamente encargándonos de todas las tareas del local.

Con una vista en primera persona, nada más comenzar el juego apareceremos en nuestro apartamento y encontraremos un auricular a través del cual nos hablará nuestro jefe ofreciéndonos unas directrices muy claras: ir siempre de casa al trabajo y del trabajo a casa, nunca distraerse por el camino, fin. De esta forma y a pesar de que tenemos una ciudad por explorar, nuestra obligación es centrarnos únicamente en el trabajo.

Ya entrando en faena -nunca mejor dicho-, quizás hubiese venido bien un tutorial jugable, ya que las primeras veces nos vamos a sentir bastante perdidos debido a que son muchísimas cosas las que tener en cuenta, pero poco a poco le iremos pillando el truco y no tardaremos en hacerlo todo de manera correcta. De todas formas, si tenemos alguna duda, en cualquier momento tendremos a nuestra disposición una guía explicativa de como preparar los pedidos, los ingredientes que llevan y el uso de las diferentes máquinas del establecimiento.

Para preparar los pedidos, nada de recrearse ni tomárselo con calma, pues para atender a cada cliente tendremos un tiempo límite de 1 minuto y medio y si fallamos recibiremos una penalización, y cuando recibimos más de dos penalizaciones… digamos que no queremos que eso pase o habrá consecuencias graves. Estas penalizaciones también las sufriremos si nos equivocamos en la forma de elaborar los productos, y ahí entra en juego el límite de tiempo junto a tener que hacer varias cosas a la vez como tener en cuenta los ingredientes que quiere cada uno, la cantidad, vigilar que no se nos queme la carne en la plancha, etc…

Pero en este juego no todo es lo que parece, y pronto nos daremos cuenta de que algo extraño está ocurriendo. Situaciones como que de repente nos encontremos la plancha apagada cuando estábamos seguros de que la habíamos encendido, que las luces se apaguen de manera inexplicable o que las estatuas de las mascotas de la franquicia de pronto aparezcan en un lugar diferente al que se encontraban… Sí amigos, algo raro pasa, y no tiene pinta de ser nada bueno.

Esto lo terminamos de confirmar cuando sufrimos más de dos penalizaciones en nuestro puesto de trabajo, pues de repente nos veremos transportados a una especie de mundo demoníaco en el que un misterioso monstruo comenzará a perseguirnos y acosarnos cada vez que no le estemos mirando. Hay una forma de apaciguar a este ser y es preparándole una hamburguesa pero de carne en mal estado, por lo tanto se convierte en una tarea titánica el tener que preparar la hamburguesa en cuestión al mismo tiempo que intentamos huir de sus garras.

Uno de los elementos que más me gusta de Happy’s Humble Burger Farm es la manera que tiene el juego de condicionar nuestros comportamientos y decisiones. Cuanto más trabajemos en el local de comida rápida, más obligaciones tendremos y pronto nos daremos cuenta de que se nos hace muy difícil hacerlo todo nosotros solos. Ahí empezamos a cuestionarnos algunas cosas: el jefe nos obliga a ir de casa al trabajo y del trabajo a casa, ¿Por qué? ¿Y si decidimos no hacerle caso? ¿Y si decidimos explorar esa ciudad que aparentemente no debemos recorrer? ¿Quizás encontremos respuestas y ayuda? ¿O quizás encontremos algo más peligroso todavía? Cada cual que decida lo que hacer.

Pasando al terreno visual, el juego consigue una ambientación fantástica gracias a su filtro de cinta VHS desgastada, así como un aspecto a medio camino entre el low poly y los gráficos de PSX. El rendimiento por contra se resiente en algunos momentos, misteriosamente más en interiores que en exteriores, pero nada grave que llegue a afectar a la jugabilidad seriamente. En cuanto al sonido, más de lo mismo: audios distorsionados, cintas de cassete que nos irán dando información y mensajes subliminales que consiguen crear una atmósfera de terror que siempre nos tiene en tensión de una forma u otra.

En definitiva, no esperaba gran cosa de Happy’s Humble Burger Farm, pero la verdad es que ha sabido sorprenderme gracias a su increíble ambientación y su jugabilidad, ya que consigue atrapar desde el primer momento y cuando nos demos cuenta querremos jugar un día más para ver como de bien hacemos las cosas ahora. No es un juego perfecto, tiene varios aspectos mejorables, pero consigue su propósito y se convierte en una compra recomendable para los fans de este tipo de juegos.

 


Este análisis ha sido realizado en PC mediante una copia cedida por tinyBuild