Journey to the Savage Planet fue anunciado por primera vez en los premios The Game Awards 2018 e inmediatamente llamó la atención por su estilo de ciencia ficción desenfadado. Hemos tenido que esperar poco más de un año para echarle el guante a este primer juego de los canadienses Typhoon studios – formado por ex miembros de Ubisoft, Electronic Arts y Warner Bros Games– que se estrenan con esta obra ¿Qué tal les habrá quedado? ya os puedo ir adelantando que sale muy bien parado.
Pero veamos que nos espera en esta aventura: nos ponemos en la piel de un explorador espacial enviado por «la 4ª mejor empresa aeroespacial del sector» hacia un planeta salvaje con la intención de investigar si tiene un ecosistema fiable para ser colonizado. Nuestra tarea a priori es sencilla: observar y catalogar toda la flora y fauna local, pero cuando llegamos al planeta nuestro protagonista descubre a lo lejos una enorme torre de piedra inaccesible. ¿Qué o quién la construyó? ¿qué habrá en su interior? Nuestra misión y nuestras prioridades han dado un giro de 180 grados.
Journey to the Savage Planet es en esencia una aventura de acción y exploración en primera persona, donde tendremos que recorrer un planeta extraño al tiempo que vamos evolucionando y mejorando a nuestro personaje. Por definirlo de alguna manera, se podría decir que es una mezcla entre No man’s sky y Metroid Prime. Palabras mayores, lo sabemos, pero poco a poco nos iremos dando cuenta de que las mismas sensaciones de ambos juegos están ahí y se complementan de maravilla.
Cuando empezamos a dar los primeros pasos en Journey to the Savage Planet, es más que probable sentirse abrumado ante todo el despliegue que tenemos de repente, pues nos sueltan en plena llanura enorme casi sin darnos explicaciones, para colmo la constante verborrea del E.K.O -nuestra inteligencia artificial acompañante- no ayuda a reducir esa sensación. Tendremos un tutorial, o más bien consejos que irán apareciendo en pantalla para darnos pistas, pero hubiese estado bien una sección más guiada donde hacernos a los controles y comenzar a afrontar el juego con buen pie.
A lo largo del juego tendremos dos premisas básicas: el crafteo y la exploración. Respecto a lo primero, el planeta está cargado de elementos y sustancias que tendremos que ir recolectando y almacenando, esto nos servirá para fabricar las distintas mejoras y herramientas de nuestro personaje. Estos elementos los tendremos que recoger de vetas de mineral o de los propios seres vivos que podremos matar para que nos suelten el preciado cargamento. Pero no basta con conseguirlo, sino que también tendremos que llevarlos a la nave para no perderlos, ya que si morimos por el camino tendremos que volver al lugar de nuestra muerte a recuperar el botín.
Estos elementos nos van a servir para posteriormente ir desbloqueando mejoras tanto del traje como de las armas -o arma, ya que solo contaremos con una pistola, lo demás son utensilios- tales como disparo cargado, salto doble o el gancho. Estas mejoras no solo son útiles, sino indispensables para seguir avanzando y completar el 100% de la aventura, ya que el planeta cuenta con cientos de secretos y recovecos que encontrar y visitar, algunos de ellos de difícil acceso haciendo que nos comamos la cabeza más de la cuenta.
Porque lo que dije anteriormente es cierto, las sensaciones de la saga Metroid Prime están ahí y juegan sus cartas a la perfección. Esa sensación de saber dónde está un objeto pero no sabes cómo llegar hasta allí ni si necesitas alguna nueva mejora que aún no tienes, el descubrir un nuevo enemigo que no sabes como vencer, el volver a ese lugar que visitaste antes cuando consigues un nuevo upgrade…todo eso en conjunto hacen que la experiencia sea lo más agradable y adictiva posible.
El mundo del juego es realmente bello, con diferentes ecosistemas y regiones que explorar a placer, desde llanuras hasta ambientes volcánicos o helados. Cada región es enorme y cuenta con cientos de secretos que encontrar, regiones que en principio pueden agobiar pero tras un rato dando vueltas podremos orientarnos fácilmente. Hay un gran problema en esto y es la ausencia de un mapa 3D para orientarnos mejor, algo que le habría sentado de perlas por el tipo de juego que es, pues muchas veces vamos a querer localizar un sitio concreto que no recordamos donde estaba y nos va a tener un buen rato dando vueltas sin sentido a causa de la poca diferenciación del mapeado y la falta de puntos de referencia. Es cierto que pulsando un botón nos aparecerá un indicador sobre a donde tendremos que ir o que hacer a continuación, pero es un poco lioso y se solapa con el resto de iconos en el visor, por lo que no es la mejor opción.
Evidentemente habrá enemigos a los que enfrentarse, a cada paso prácticamente, y tampoco faltará cada zona con su jefe final que nos va a costar derrotar. Toda esta fauna y flora la tendremos que ir escaneando para ir completando la enciclopedia, pero no toda estará dispuesta a estar en presencia de un ser humano sin más, muchos de ellos nos van a plantar batalla. Por decir algo negativo, es cierto que la variedad de enemigos y seres vivos es un poco escasa, pues la mayoría de criaturas nuevas que descubramos serán las mismas especies que ya hemos ido viendo pero con ligeras modificaciones entre ellas para hacerlas pasar por nuevas, aun así cada nueva criatura tiene su propia forma de actuar y diferentes puntos débiles.
A pesar de tratarse de un juego de supervivencia y peligros, no faltará el toque de humor que estará presente a lo largo del juego, ya sea en el estilo desenfadado del planeta y las criaturas, así como los comentarios de humor negro de nuestra IA. Esto se ve presente sobre todo en los informes que nos van llegando, donde a través de una serie de videos en imagen real nos irán dando actualizaciones de nuestra misión, así como comerciales absurdos de todo tipo de productos futuristas.
Y otra de las grandes bazas de este juego es el modo cooperativo, donde nos podremos juntar con otro amigo para poder disfrutar de la aventura juntos. Si nos unimos a la sesión de nuestro compañero, avanzaremos en su partida pero no en la nuestra y viceversa, ni siquiera podremos quedarnos todos los elementos que hayamos recolectado mientras tanto, aunque sí se creará un archivo de guardado para poder continuar justo donde lo dejamos en la partida de nuestro anfitrión. Lo malo de esto es que no podremos buscar partidas online, solamente a través de un amigo que tengamos agregado y también tenga su copia del juego.
En definitiva, Journey to the Savage Planet es un juego fresco, divertido y cargado de secretos para explorar hasta el último rincón. Admito que hacía mucho tiempo que un juego no me hacía disfrutar de esa manera y eso es algo muy loable. Definitivamente hay que darle un aplauso a Typhoon Studios por haberse estrenado con un primer juego de un calibre como este, esperemos que sigan por ese camino y nos brinden más joyas como esta. Si queréis haceros con él, mañana mismo estará disponible de manera digital en todo el mundo, mientras que en Europa disfrutaremos del juego en formato físico el día 31 de enero.
Este análisis ha sido realizado mediante una copia cedida por 505 Games