Jurassic Park -ahora Jurassic World– ha sido una saga que ha dado grandes réditos artísticos y, sobre todo, económicos, a lo largo de los últimos 30 años. Desde que Michael Crichton  publicase la primera novela allá por el noviembre de 1990 se han hecho varias películas, series, libros y, como no, videojuegos. Y es que es una saga muy propensa a ello, sean títulos de acción o narrativos. Además, también es -y esto, pocas franquicias lo pueden decir- una saga muy proclive a los juegos de gestión. ¿Quién no ha querido alguna vez gestionar un parque de dinosaurios? Pues ahora podemos hacerlo, porque Frontier nos trae Jurassic World Evolution 2.

Jurassic World Evolution 2 nos llevará tras los acontecimientos de las dos películas de Jurassic World, y de hecho es recomendable verlas antes, ya que el inicio de la campaña nos las destripará completamente. Los dinosaurios están libres a lo largo de toda norteamérica, y tendremos que guardarlos en reservas naturales, o zoos, que aseguren su estado saludable sin que sean un peligro para los americanos. Aquí empezará una campaña a lo largo de distintos mapas y escenarios que, sinceramente, da la sensación de quedarse un poco corta y servirá poco más que de tutorial, ayudándonos a empezar a jugar.

A nivel de jugabilidad, su entrega anterior, Jurassic World Evolution, quizá pecaba de ser especialmente simple en la gestión. Además añadiendo cierta necesidad de micromanejo para ciertas acciones con una utilidad cuanto menos rara de entender. Parte de ese micromanejo sigue ahí en esta segunda entrega, y muchas veces nos tocará, por ejemplo, atrapar nosotros mismos a los dinosaurios que se escapen de sus zonas, disparándoles dardos tranquilizantes en una mecánica que pega poco en un juego de gestión. Esta vez, al menos, muchas de esas tareas son opcionales y podemos dejar a nuestros empleados que se encarguen ellos mismos, pero mi experiencia con ello es que a nivel de optimización, vale más la pena que lo hagamos nosotros mismos. De todas formas, como comento, ahora es una opción totalmente opcional, y cuando no sea necesario cierta prisa -la mayor parte de las veces-, podremos obviarlo, lo que aumentará notablemente nuestra calidad de vida.

Si los dinosaurios escapan romperán las vallas. Tocará repararlas de nuevo.

Cuando no estemos cazando dinosaurios salvajes o escapados, estaremos gestionando el parque. Al poco de empezar a jugar en cualquiera de los modos ya tendremos varios tipos de dinosaurios a nuestra disposición, con ciertas necesidades, como el alimento, el agua, la sociabilidad o la amplitud de su parcela. Todo ello contribuirá a su felicidad acumulada y ayudará a conseguir que tengamos animales sanos y bien cuidados. No es lo mismo un Tiranosaurio, que puede estar relativamente solo, necesitando una zona muy amplia y carne, que un Stegosaurio, que irá en manadas.

También tendremos distintos tipos de alimentos, ya que si bien los herbívoros son eso, herbívoros, habrá quien coma plantas, y habrá quien prefiera alimentos con fibra. Del mismo modo para los carnívoros no será lo mismo tener un dispensador de cabras -qué rara suena esa expresión en mi cabeza- que una piscifactoría, que además de tener un lago con cierta amplitud. Todas estas cosas contribuirán al bienestar de cada animal. De la misma manera, habrá que considerar como mezclaremos las distintas especies si no queremos que un grupo de velocirraptores se coman a toda la manada de gallimimus. Mmm… mala elección.

Cada parcela donde tengamos a los dinosaurios estará rodeada por un conjunto de vallas o paredes. Vallas o paredes que tendrán una puntuación de seguridad. Dependiendo del animal que tengamos encerrado, y su bienestar, necesitaremos una mayor o menor seguridad y, aún así, es posible que acaben escapándose. Porque todo contribuye a que se escapen: si tenemos una tormenta de arena estemos atentos, porque pronto tendremos un dinosaurio libre. Si algo nos enseñaron las películas es que la vida se abre camino, siempre.

Aun así, el escape de un dinosaurio tampoco es un especial drama, y esto es un punto en contra del juego. Preferiría menos escapes pero que cuando uno salga ponga el parque patas arriba. Simplemente activaremos la alarma, todos los visitantes se irán a su refugio más cercano, y enviaremos a nuestros equipos a cazarlo. Y ya. Nada de matanzas indiscriminadas o reacciones en cadena.

Para reacciones en cadena, por cierto tenemos el modo Teoría del Caos. Este modo nos pondrá en escenarios con historias basadas en las distintas películas, de modo que todo se irá al garete y nos tocará arreglarlo. Es un buen añadido y, además tiene algún que otro cameo interesante, pero, de nuevo, a las pocas horas se habrán acabado. Sí que es cierto que entre la campaña y estos escenarios es bastante probable que al final le hayamos metido casi 20 horas, que no está mal para ningún título, pero se antoja escaso en un título de estrategia.

Por suerte, siempre nos queda el modo sandbox, donde crearemos un parque a nuestro gusto. Jurassic World Evolution 2 se ha enfocado claramente en los dinosaurios y es algo a celebrar, ya que cada uno tendrá su propia personalidad y, dentro de la misma especie, tendremos dinosaurios más agresivos que otros, llegando a conocerlos medianamente.

El problema es que la parte de «gestión de parque» sigue quedándose corta, algo que sorprende viniendo de los desarrolladores del más que notable Planet Zoo, y, por dar algún ejemplo de esto, no gestionaremos contrataciones de ningún tipo más allá de las de los científicos que investigan a los dinosaurios -y que nos pueden sabotear, por cierto-. Nada de limpiadores, nada de empleados de kioscos, ni siquiera nuestros guardias. Solo tendremos que preocuparnos de los dinosaurios y nadar en billetes. No tenemos precios de entradas, no tenemos precios de tiendas que modificar. Los habitantes no tienen personalidad, no sabemos lo que más les gusta y lo que menos. Y es algo triste en este sentido porque en mi humilde opinión, viniendo de un primer juego con esas carencias, esperaba un esfuerzo importante en este apartado.

Aun así, Jurassic World Evolution 2 es un gran juego, mejorando a la primera parte y añadiendo más variedad, tanto de escenarios como de dinosaurios. Si nos gusta el género, y somos amantes de estos grandes ascendientes de los reptiles extinguidos hace millones de años, como un servidor, sigue siendo una compra segura, aunque sea para acabar la campaña y los escenarios de la Teoría del Caos. Ahora bien, si esperáis un juego profundo en la gestión de parques, aquí no lo vais a encontrar.

 


Este análisis ha sido realizado en PC mediante una copia cedida por PR Garage