Desde principios de los 90, los Pitufos han tenido su lugar en el mundo de los videojuegos -incluso antes con un juego para Atari 2600-, destacándose en títulos de plataformas en 2D que marcaron la infancia de muchos, especialmente durante la era dorada de Infogrames en las 8 y 16 bits. Sin embargo, a lo largo de los años, muchos de los juegos de los Pitufos que han seguido apareciendo de la mano de otros estudios han virado hacia producciones de menor presupuesto, orientados principalmente a un público infantil y que no lograban capturar la esencia de los clásicos. Pero ahora, con Los Pitufos – Dreams, Ocellus Studio –Marsupilami- Hoobadventure– ha llegado para cambiar esta situación, ofreciendo el que posiblemente sea el mejor juego de los Pitufos hasta la fecha.

La trama de Los Pitufos – Dreams se centra en la clásica lucha entre los Pitufos y su archienemigo, Gargamel. Este último lanza un hechizo sobre las bayas que acaban siendo cocinadas y comidas por los Pitufos, lo que provoca que estos caigan en un profundo sueño, y como uno de los pocos Pitufos que permanecemos despierto junto a Papa Pitufo, deberemos aventurarnos en los sueños de nuestros amigos para liberarlos. Aunque la historia no es particularmente compleja, su sencillez funciona perfectamente para el tipo de juego que se nos propone, proporcionando una base sobre la cual construir divertidas mecánicas de juego y los imaginativos niveles que visitaremos.

La jugabilidad en Los Pitufos – Dreams es, sin duda, uno de sus mayores puntos fuertes. Desde el primer momento, nos sumergimos en una serie de niveles diseñados con gran acierto. El pueblo Pitufo será el hub central desde el que accederemos a un segundo hub, un plano astral desde el que acceder a los distintos niveles. Cada nivel presenta nuevos retos, puzles variados, nuevas mecánicas -la pistola de jarabe, el martillo, un farol…-, o incluso subniveles que cambian la jugabilidad drásticamente, lo que ofrece una variedad muy de agradecer y que literalmente nos mantendrá pegados al mando para comprobar que nos sorprenderá a continuación. La mecánica de salto y desplazamiento está muy bien conseguida, lo que nos permite disfrutar de una experiencia bastante sólida y divertida.

Una característica destacable es el sistema de recolección, bastante comedido para este tipo de juegos que tiende a abusar de coleccionables -collectathons-, sin embargo en este caso nos limitamos a tres ítems. A lo largo de los niveles, podemos recoger champiñones para abrir nuevos niveles, y carretes de hilo y bayas, que funcionan como moneda dentro del juego para conseguir nuevas skins de Pitufo una vez que despertemos al Pitufo Sastre. Los enfrentamientos con los enemigos son bastante simples -saltar sobre ellos o lanzarles algún objeto-, sin embargo el diseño de los jefes si esta muy conseguido. La vida de nuestro Pitufo esta limitada a dos corazones, lo que puede ser un poco frustrante en algunas secciones más difíciles. A pesar de esto, la muerte no penaliza en exceso, permitiéndonos volver al último checkpoint.

La duración del juego es otro aspecto a considerar. Con un tiempo estimado de entre 5 y 7 horas para completar la historia principal, puede parecer algo breve. Sin embargo, podremos volver a visitar cualquier nivel para conseguir los champiñones que no hayamos hallado -algunos están bien escondidos- y que a su vez necesitaremos para desbloquear todos los niveles y hacernos el 100% del juego. Los niveles principales se desbloquean cuando cierto número de Pitufos hayan sido despertados, y hay oto tipo de niveles más sencillos que son los que usan los champiñones azules para poder acceder a ellos.

Ocellus Studio han logrado un buen equilibrio en la dificultad del juego. Las mecánicas son fáciles de aprender, lo que facilita que los jugadores más jóvenes puedan adaptarse sin problemas, pero no vamos a engañaros, habrán secciones de plataformas que requerirán habilidad y concentración, lo que hace que la experiencia sea perfecta para todo tipo de públicos. Los Pitufos – Dreams no solo se disfruta por su simplicidad, sino que también ofrece una buena dosis de retos que mantendrán a los jugadores de todas las edades interesados en avanzar y ver la próxima sorpresa que el juego tenga preparada.

En cuanto al apartado técnico, Los Pitufos – Dreams brilla con luz propia sin necesidad de ser un juego top gráficamente. La dirección artística es bastante imaginativa y colorida, capturando perfectamente el estilo visual de los Pitufos. Los personajes son animados con suavidad, y cada nivel está lleno de detalles que dan vida a los mundos que exploramos. La banda sonora complementa maravillosamente la jugabilidad, con melodías alegres y pegadizas que se adaptan a la atmósfera de cada nivel. Desde temas tranquilos que acompañan la exploración hasta melodías más intensas durante los combates. En cuanto a rendimiento el juego es totalmente estable y no hemos notado absolutamente nada a mencionar, la cámara a pesar de ser fija nunca ha supuesto un problema a la hora de jugar.

En resumen, Los Pitufos – Dreams es una maravillosa adición a la franquicia que revitaliza el legado de los Pitufos en el mundo de los videojuegos. Con una jugabilidad sólida y un diseño de niveles y mecánicas bastante acertado, logra atraer tanto a aficionados de toda la vida como a jóvenes jugadores. A pesar de algunos inconvenientes menores, como el desaprovechamiento del hub central y un sistema de salud limitado, la experiencia general es tan divertida y bien ejecutada que cualquier amante de los juegos de plataformas debería darle una oportunidad. Y no nos engañemos, Los Pitufos – Dreams bebe, y mucho, y acertadamente de Super Mario 3D World, y eso son palabras mayores. Visto lo conseguido con los Pitufos, esperamos, además de una continuación, que Microids les ceda a Ocellus Studio la franquicia de Asterix.