Uno de los juegos que más llamó mi atención durante el pasado Steam Next Fest, el festival de demos de Valve, fue este curioso e interesante Lunistice. Su particular estilo visual sumado a su propia propuesta hizo que me enamorara de dicho juego, pero ya sabemos que las demos son solo una pequeña parte del juego completo y ahora vamos a valorar que tal es el título en conjunto global.

Lunistice es uno de esos juegos desarrollados por una única persona, el alemán Dennis «Agrumpyfox», aunque encontramos a Deck13 Interactive como editora. Respecto a su trama argumental, poco podemos intuir ya que es una simple excusa para dar pie al juego, básicamente controlamos a Hana, una tanuki antropomórfica que tendrá que recorrer sus propios sueños hasta llegar a su destino final en la luna. Una historia que está en el juego de la misma forma que podría no estar y no habría diferencia alguna, pues lo importante son los propios niveles y la jugabilidad.

Lunistice es, según palabras de su autor, un homenaje a los juegos de plataformas de la epoca 32 bits y lo cierto es que se nota. Estamos ante un plataformas 3D en el que tendremos que llegar hasta el final del nivel. Lo cierto es que en su jugabilidad encontramos dos grandes inspiraciones bastante claras: la saga Crash Bandicoot y Sonic the Hedgehog, o al menos me ha recordado horrores a ellas, pues acaba cogiendo pinceladas de cada una para conformar su núcleo jugable.

A través de 14 niveles divididos en 7 mundos diferentes, nuestra protagonista tendrá que llegar hasta el final de cada escenario mediante un avance más bien lineal, aunque de vez en cuando encontraremos bifurcaciones para encontrar los coleccionables. Cada mundo tiene diferentes temáticas, como por ejemplo un mundo de nieve, otro inspirado en la playa o incluso un mundo formado por dulces y golosinas, haciendo así que en cuanto a lo visual sea bastante entretenido y no se haga nada monótono.

Nuestra tanuki tendrá que encontrar una serie de objetos si lo que queremos es conseguir el 100% del juego, como por ejemplo las letras de la palabra «HANA» o una especie de grullas de papel que se encuentran a lo largo de todo el escenario. De esto dependerá la puntuación final de cada nivel, pues en base al número de coleccionables obtenidos, cantidad de muertes o el tiempo que tardemos, conseguiremos un rango que va desde la letra D hasta la S y la verdad es que en fases más avanzadas puede llegar a ser bastante complicado.

Hablemos ahora del control, que es sin duda alguna uno de los mejores apartados del juego. El manejo de Hana es magnífico, con movimientos bastante suaves y precisos que hacen que tanto movernos por el escenario como saltar obstáculos sea una auténtica delicia. Gracias a esto podremos plataformear con total precisión incluso en porciones de suelo minúsculas. Se trata de un control totalmente pulido del que muchos títulos del género deberían aprender.

No todo será pasear, de hecho también habrá enemigos que dificulten nuestro avance. Para hacerles frente, nuestro personaje contará con un ataque de giro para derrotarlos. La mayor pega de esto es que la cantidad y variedad de enemigos es muy limitada, apenas veremos los mismos 3 o 4 diseños repitiéndose a lo largo del todo el juego sin variar siquiera su color. Tampoco habrá jefes finales o estrategia para vencerlos, el giro sirve para todo, por lo que al fin y al cabo los enemigos son un simple obstáculo más.

Quizás el mayor defecto del Lunistice sea su duración, pues en apenas hora y media/dos horas nos habremos acabado el juego y estaremos viendo los créditos finales, aunque se puede extender un par de horas más si queremos conseguir el 100% y ver el final secreto. Además hay sorpresa, pues una vez terminado el juego se desbloquearán dos nuevas «campañas» -que en realidad es la misma pero empezando desde cero- con dos nuevos personajes que tienen la jugabilidad alterada, por ejemplo uno de ellos no puede atacar y corre más rápidamente, mientras que el otro es más lento pero cuenta con triple salto. No es que haga al juego más interesante, pero es divertido volver a jugarlo con estos modificadores que hacen que la experiencia sea diferente.

Su apartado gráfico es su otro gran aliciente, pues utilizando un modelado de personajes y texturas low-poly, nos retrotrae directamente a la época de PlayStation y Nintendo 64 y nos hace sentir como si volviésemos nuevamente a la infancia, a lo que se suma la opción de utilizar un filtro CTR para simular que jugamos en una de las antiguas teles de tubo. Aunque si esto no resulta de nuestro agrado o no somos tan nostálgicos de los 90, recientemente se ha habilitado una opción para jugar con gráficos en alta resolución, aunque evidentemente eso le hace perder gran parte de su encanto.

Respecto al sonido, la banda sonora es maravillosa y llena de encanto, con temas que van desde melodías relajadas a piano hasta algunas más movidas tipo jazz, pero siempre con un toque chill bastante resultón. En general podemos decir que roza un nivel bastante alto y ninguna de las canciones es mala -como curiosidad llamativa, la BSO se vende por separado a un precio mayor que el propio juego-. En los efectos de sonido, estos son de corte toon y aunque no llaman del todo la atención, tampoco molestan, así que una cosa por la otra. En cuanto al idioma, no habrá voces de ningun tipo, pero los pocos textos que encontremos estarán en español, aunque hay algunas frases y palabras que quedan sin traducir y están directamente en inglés.

Lunistice es exactamente el juego que pretende ser, ni quiere ofrecer mucho ni da menos de lo que se le pide. Se trata de un juego que entra perfectamente dentro de la categoría «indie» y entiende muy bien el concepto que representa dicho escalafón. Si bien es cierto que al final acaba dejando con ganas de más, por los menos de 5 euros que cuesta y sabiendo que no tiene un gran equipo ni presupuesto detrás, no se le puede pedir más a un juego como este que cumple perfectamente con su función de pasar unas horas de diversión.

 


Este análisis ha sido realizado en PC mediante una copia cedida por PR Hound