Se ha hecho de rogar, pero después de varios años de espera -casi más que los de GTA VI– al fin tenemos aquí Routine. Este título de terror espacial, desarrollado por Lunar Software, ha pasado por un proceso largo y lleno de giros qué han hecho que no sea hasta este 2025 que hayamos podido disfrutar de él. Pero con el título ya convertido en una realidad, debemos decir sin duda que la espera ha merecido la pena y Routine es una de las experiencias más inmersivas que podamos disfrutar.
La historia del desarrollo de este título trae cola: Routine fue anunciado en el año 2012 para PC, pero en este largo periodo de tiempo ha pasado por varios cambios de motor gráfico, amenazas de cancelación en más de una ocasión y largos parones en su desarrollo. Tanto es así que no fue hasta que la distribuidora Raw Fury se interesó por el proyecto en el año 2020 que pudieron continuar trabajando en el juego, esta vez con un nuevo enfoque y una nueva mentalidad, para ofrecernos el producto final que tenemos hoy entre manos.
Routine nos pone en la piel de un ingeniero que despierta de una hibernación de varios años en una base situada en la luna. Allí descubre que todo lo que parecía ser un gran complejo lleno de gente, de lugares interesantes y de vida, ahora es un lugar totalmente destrozado, vacío y en completo silencio. ¿Que pasó allí? ¿Donde está todo el mundo? ¿quienes somos realmente y cual es nuestra misión? y, quizás lo más importante, ¿cómo salimos de allí?

El juego nos ofrece un survival horror espacial -en el sentido más puro de la palabra- en el que tendremos que ir descubriendo que pasó en esa base y como escapar de allí al tiempo que esquivamos los peligros que nos acechan. La variedad de movimientos, aunque escasa, es bastante curiosa: básicamente solo podremos caminar y agacharnos, pero también tirarnos al suelo para ver por debajo del mobiliario y ponernos de puntillas para alcanzar a ver estantes superiores, donde puede haber objetos importantes. Además de esto, podremos asomarnos por las esquinas ladeando la cabeza y manejaremos interfaces de terminales de ordenadores.
En este sentido, los acertijos y soluciones son muy inteligentes y están muy bien pensados, para lo cual tendremos que tirar de nuestra propia intuición y fijarnos en absolutamente todo. Y es que la clave para seguir avanzando puede estar literalmente en cualquier sitio: una pintada en la pared, un folleto explicativo o incluso un cable que chisporrotea, incluso mirar nuestro propio cuerpo puede proporcionarnos alguna pista importante para continuar. Por primera vez en mucho tiempo he sentido que avanzaba porque descubría la manera de hacerlo por mi propia intuición más que porque el juego me llevara de la mano. Porque las pistas están ahí, las hay, pero siempre de manera sutil y teniendo que prestar atención a nuestro entorno, pero nunca de manera frustrante o imposible de descubrir, tan solo tenemos que razonar un poco.
Para ayudarnos en nuestra tarea contaremos con la H.A.C, una multiherramienta que nos servirá para ir descubriendo nuevos elementos para continuar. Esta herramienta cuenta con un visor al que se le pueden aplicar diferentes módulos tales como visión ultravioleta o sacar fotografías, los cuales iremos encontrando en las diferentes áreas a medida que avancemos. Hay que decir que aprender a manejarla es un poco complicado al principio y no tendremos claro para qué sirva cada botón, pero a base de ir probando pronto descubriremos todas sus funciones.

Pero no estaremos solos en ese gigantesco lugar para recorrerlo a placer, eso sería demasiado fácil, ya que no tardarán en hacer aparición los Tipo 05, robots centinelas que vigilan el lugar y tienen la orden de eliminar cualquier elemento extraño que se pasee por ahí. Estos robots recorrerán las diferentes zonas a su libre albedrío y no podremos hacerles frente de ninguna manera más que usar la H.A.C para aturdirlos temporalmente, por lo que nuestra mejor baza siempre es correr o esconderse para evitar el enfrentamiento directo.
Y en este punto tengo que decir que la sensación de tensión constante es brutal, pocos juegos me han provocado tener que pensarme dos veces el desplazarme por miedo a ser atrapado. Personalmente no me gustan los juegos en los que un enemigo inmortal no para de atosigarte y no te deja explorar a tu ritmo, pero en esta ocasión hay que reconocer que el juego perdería muchísimos puntos de no contar con este tipo de amenaza. En ocasiones quizás llegan a ser demasiado opresivos, pero ahí reside parte de su gracia. Podría decirse que estamos ante una mezcla entre Alien Isolation y Dead Space, solo que sin armas con las que poder defenderte.
En cuanto a la historia y los detalles de lo que pasó allí lo iremos descubriendo por nuestros propios medios, ya sea en forma de audios, grabaciones de video, emails corporativos o simplemente pistas visuales que nos irán proporcionando datos y detalles para que nosotros mismos unamos las piezas. La trama tiene su toque de misterio y, aunque no es nada del otro mundo, nos hacer querer saber más de lo que sucedió en ese lugar y sobre algunos elementos extraños que iremos encontrando.

Visualmente el juego es una maravilla. El apartado gráfico corriendo bajo Unreal Engine 5 se nos muestra con un fotorealismo tremendo, a lo que se le suma un filtro visual estilo found footage de cámara analógica y lente curvada que ayudan a acentuar esa sensación de inquietud. El estilo visual además apuesta por un estilo sci-fi ochentero que le da un toque de terror retro bastante interesante. El rendimiento también es excelente, contando en consolas con modo calidad a 30 fps pero más detallado o con modo rendimiento a 60 fps pero con menos nivel de detalle -aunque aun así sigue viéndose espectacular-.
Y en cuanto al apartado de sonido no podemos más que alabarlo. La edición de audio es brutal, no hay jumpscares baratos para asustarnos sin más, todo está colocado ahí por una razón, si escuchamos algo que se sale de lo normal es porque realmente hay algo que se sale de lo normal. Y esto se lo debemos en parte a uno de los mayores magos del sonido, Mick Gordon -saga DOOM-, quien aunque abandonó el proyecto hace años, su trabajo ha sido reutilizado de manera magistral para hacernos prestar atención a absolutamente todo lo que escuchamos. Respecto al idioma, contaremos con voces en inglés y textos en castellano que cumple sin más.

En definitiva, Routine es uno de esos juegos que hay que jugar obligatoriamente, especialmente si somos fans de la temática sci-fi. Se trata de un juego muy inteligente en su manera de avanzar, que no ofrece concesiones y nos hace sentir que en todo momento estamos siendo puestos a prueba. Para mí se trata de uno de los grandes descubrimientos de este año y personalmente se coloca definitivamente como mi juego de terror favorito de 2025 y de toda la generación.
