Antes de empezar a realizar el analisis de Sherlock Holmes: The Devil’s Daughter hay que destacar el increíble trabajo realizado por parte de la empresa desarrolladora Frogwares dada la situación actual vivida en Ucrania, ya que este equipo tiene su sede en Kiev y ha debido de ser bastante difícil trabajar teniendo en cuenta las circunstancias derivadas de la guerra que asola a este país.
Lo primero de todo, es importante señalar que este título fué lanzado originalmente en PlayStation 4, Xbox One y PC en 2o16 y, como ya viene ocurriendo con otros muchos títulos, es ahora cuando Frogwares ha decidido hacer el port de su trabajo para la consola híbrida de Nintendo casi 6 años después.
Cabe recordar que Sherlock Holmes: The Devil’s Daughter se sitúa directamente tras los acontecimientos ocurridos en Sherlock Holmes: Crimes & Punishments, actuando a modo de secuela. Para los fans de Sir Arthur Conan Doyle y aquellos a los que les gustan las historias detectivescas y policiacas, este título es más que recomendado ya que nos tocará meternos en la piel del famoso detective Sherlock Holmes y resolver una serie de 5 casos que irán surgiendo durante nuestra aventura, todos ellos situados en el Londres victoriano del siglo XIX.
Además de estos 5 casos que se encuentran ligados entre sí, Sherlock deberá hacer frente a otra historia más personal relacionada con su hija Kate, personaje que irá apareciendo de manera esporádica durante nuestra aventura y que intentará captar la atención de su padre.
Entrando en el área jugable de este título, nos encontramos con diferentes mecánicas que nos tocará utilizar para poder resolver cada uno de los casos. Tendremos que ver los diferentes escenarios minuciosamente para recabar todas las pistas posibles, así como observar a cada uno de los implicados en dicho caso con el objetivo de sacar las deducciones necesarias para resolverlo. En alguna ocasión, nos tocará manejar a otros personajes –el fiel perro de nuestro detective o un pequeño fan de Sherlock con ganas de ayudarle a resolver misterios, entre otros– para evitar ser descubiertos o para poder encontrar pistas que el olfato humano no es capaz de percibir.
Además de esto, tendremos que realizar análisis de pruebas, forzar cerraduras o desactivar una bomba, entre otras muchas cosas, a través varios minijuegos que se nos irán presentando en cada uno de los casos.
Durante cada una de las investigaciones, nos tocará viajar a diferentes puntos con el objetivo de recabar nuevas pruebas o de enlazar algunas que ya tenemos con éstas últimas. Este punto de viaje llega a «estropear» nuestra experiencia en el juego, ya que los tiempos de carga de la pantalla se hacen bastante largos y tediosos –algo que ya ocurriera con la versión de este título en las consolas de anterior generación-.
Con los datos que vayamos obteniendo, nos tocará realizar un perfil de los sospechosos y de los hechos para poder realizar una conclusión sobre el caso. Para ello contaremos con el campo de deducción desde el cual tendremos que relacionar las diferentes pruebas y ver si existe una conexión entre ellas. También tendremos a nuestra disposición el cuaderno de Sherlock desde el cual podremos ver cuál es nuestro objetivo actual, además de los lugares donde nuestro detective puede viajar para intentar encontrar nuevas pistas.
Habrá momentos en los que tendremos que volver al apartamento de nuestro protagonista para consultar las diferentes enciclopedias y periódicos para obtener más información del caso que nos ocupa. Pero esto no es lo único que podremos realizar en casa de Sherlock. Si nos adentramos en el dormitorio del detective, tendremos la posibilidad de cambiar el aspecto de éste –ponerle bigote, barba de pocos días o barba lustrosa– y el vestuario.
Entrando en el apartado técnico de Sherlock Holmes: The Devil’s Daughter hay que decir que el juego se mueve bien en Nintendo Switch en líneas generales –omitiendo los tiempos de carga entre pantallas ya que esto ya venía ocurriendo en 2016-. Si bien es cierto que cuando nos encontramos en escenarios muy recargados con gran carga de elementos, el juego sufre algunos tirones –no excesivamente serios pero que hay que mencionar-.
Gráficamente nos encontramos con edificios bien recreados y con buenos detalles –se puede ver el movimiento de las hojas de los árboles o los trozos rotos de algunos ladrillos en determinados edificios a causa del desgaste-. En cuanto al apartado de sonido, nos encontramos con una banda sonora que casa perfectamente con el juego, ya que hay momentos en los que necesitaremos estar centrados y no habrá música de fondo, mientras que en otras ocasiones donde haya momentos de acción, la música será importante, ya que dotará al título de esa tensión extra. En cuanto a los diálogos, nos encontramos con un doblaje en inglés acompañado de subtítulos en castellano que nos permitirán comprender todos los detalles de cada historia.
Si no habéis tenido ocasión de probar Sherlock Holmes: The Devil’s Daughter anteriormente y soís fans de las novelas de detectives, esta ocasión es la perfecta para poder disfrutar de este juego que nos proporcionará horas de juego pausado y metódico donde deberemos hacer uso de todas las herramientas posibles para cerrar cada uno de los casos.
A continuación os dejamos con el traíler de lanzamiento de esta entrega que se lanzó el pasado 7 de abril en Nintendo Switch. Si queréis conocer más sobre otros títulos de este intrépido detective, os dejamos el enlace de Sherlock Holmes: Chapter One.
Este análisis ha sido realizado en Nintendo Switch mediante una copia cedida por Wire Tap Media