La década de los 90 fue, para muchos, una época grandiosa. Disfrutamos de grandes estrenos en el cine, sonaron auténticos temazos musicales que marcaron época y vivimos uno de los mayores saltos tecnológicos en el mundo de los videojuegos: el paso del 2D al 3D, que dio lugar al nacimiento de nuevas franquicias que hoy siguen siendo icónicas. Una de ellas fue Tony Hawk’s Pro Skater, una saga que nos permitía hacer auténticas locuras sobre un monopatín, encadenando trucos imposibles sin el riesgo de rompernos ningún hueso en la vida real. Tras algunos tropiezos en su trayectoria -que no vamos a repasar aquí-, esta vez de la mano de Iron Galaxy Studios nos llega el remake de Tony Hawk’s Pro Skater 3 + 4. ¿Estará a la altura de Tony Hawk’s Pro Skater 1 + 2 desarrollado junto a Vicarious Visions? Para contestar eso estoy yo aquí.
Voy a empezar diciendo que, posiblemente, este análisis esté muy condicionado por la nostalgia. Es complicado ser objetivo cuando un juego ha formado parte tan importante de la juventud de uno. Porque en esencia, sigue siendo lo mismo: una pista, diferentes objetivos y dos minutos para ir completándolos. Una premisa simple, directa y que en su día fue adictiva… y que lo sigue siendo hoy. En cada nivel tendremos una serie de objetivos que debemos ir superando a lo largo de varias partidas para desbloquear los siguientes niveles. Algunos son de lo más variopinto, pero todos siguen resultando igual de divertidos.
Una vez con el mando en las manos, sorprende lo intuitivo y ágil que se siente el control. Se pueden hacer trucos con una facilidad asombrosa. Es cierto que, en mi caso, llevo jugando a estos juegos desde la época de PlayStation y hay cosas que nunca se olvidan, pero la puerta de entrada sigue siendo bastante asequible para quienes lleguen nuevos. El juego incluye un tutorial muy completo que nos enseña todos los movimientos básicos y cómo ejecutar los trucos esenciales. Así que nadie debería preocuparse si no sabe encadenar combos o hacer especiales, porque el sistema está muy bien explicado y permite aprender sin frustraciones.
Y si lo tuyo no son precisamente los combos, tampoco hay problema. En el apartado de accesibilidad encontramos varias opciones que facilitan la experiencia a los jugadores menos habilidosos. Esto permite disfrutar del skate sin preocuparse demasiado por el control, hacer combos infinitos o simplemente recorrer los escenarios con libertad. Personalmente, creo que estas ayudas están bien como herramienta de aprendizaje, y que una vez se supera el miedo al fracaso, lo ideal es jugar con las reglas originales. Al fin y al cabo, gran parte de la gracia está en el ensayo y error. Pero cada uno debe decidir cómo quiere disfrutarlo y es ideal tener opciones para todo tipo de público.
Los niveles incluidos son los mismos que ya conocemos, pero con un lavado de cara muy notable. Eso no impide que, si los recordamos bien, sigamos yendo directamente a nuestros puntos de confianza para enlazar trucos y engordar la puntuación. Tampoco cambia nuestras viejas tácticas para conseguir los objetivos con rapidez. Todo está exactamente donde lo recordamos, lo que supone una auténtica cápsula de nostalgia que nos transporta de inmediato a aquella época en la que disfrutábamos de los originales.
En cuanto al plantel de skaters, es bastante amplio y variado. Tenemos nada menos que 31 patinadores entre personajes clásicos, incorporaciones de otras entregas y caras nuevas, todos con su propio estilo. A eso hay que sumar varios personajes secretos, incluyendo la presencia especial del Doom Slayer, aunque este último solo está disponible para quienes tengan la edición Deluxe. Es una lástima, ya que en Tony Hawk’s Pro Skater 3 era desbloqueable de forma estándar en la versión de PC. Entre los personajes secretos, echo en falta algunos clásicos como el ojo de Neversoft o Jango Fett, pero en general las elecciones son acertadas y mantienen bien el espíritu de la saga.
A la hora de personalizar a nuestro skater, el contenido disponible es generoso. La tienda nos permite dejar a nuestro personaje y a su tabla tal como nos apetezca. La cantidad de ropa, accesorios y lijas para la tabla es realmente impresionante. Me atrevería a decir que sería difícil encontrar dos skaters o tablas iguales si comparásemos las creaciones de todos los jugadores. Es una parte que se ha cuidado mucho y se nota.
Aquí es donde me surge un pequeño dilema: la música. Entiendo perfectamente que, por temas de licencias, no haya sido posible recuperar toda la banda sonora original. Sin embargo, bajo mi punto de vista, algunos de los temas nuevos no terminan de encajar del todo con la identidad del juego. Aunque, por supuesto, habrá quien los disfrute. En total hay 49 nuevas canciones junto a 10 temas rescatados directamente de Tony Hawk’s Pro Skater 3 y 4, así que por cantidad no será. Pero sí es cierto que echo en falta algo más de conexión emocional con la selección musical, aunque esto ya entra en terreno puramente subjetivo.
Uno de los cambios más comentados es que Tony Hawk’s Pro Skater 4 ha modificado su modo carrera para adoptar la fórmula clásica de los dos minutos por nivel, como en las tres primeras entregas. A mí, personalmente, no me molesta. El modo libre que introdujo la cuarta entrega estaba bien, pero unificar la estructura en toda la recopilación hace que el conjunto sea más coherente y fácil de digerir. Eso sí, entiendo que haya quien prefiera el enfoque más libre y pueda ver este cambio como un paso atrás. Va a gustos.
Puede que parte de mi entusiasmo venga de la nostalgia, pero lo cierto es que este remake tiene lo necesario para volver a poner a la saga Tony Hawk’s Pro Skater en el lugar que merece. Y aunque su quinta entrega fue bastante discutida en su momento, lo cierto es que ahora la saga goza de una segunda juventud que puede hacernos mirar hacia el futuro con optimismo. El apartado gráfico está muy bien resuelto, el rendimiento es estable, y la jugabilidad se mantiene sólida como una roca. Además, al terminar el «modo historia» -por llamarlo de alguna forma- se desbloquea un nuevo modo contrarreloj con desafíos especiales y objetivos adicionales, que añade bastantes horas de contenido extra para quienes quieran completarlo al 100%. También está disponible el editor de parques online, que permite compartir nuestras creaciones con otros jugadores. Por cierto, también hay un modo multijugador online clásico para competir en puntuaciones, aunque sigue siendo bastante básico en opciones.
En definitiva, Tony Hawk’s Pro Skater 3 + 4 es una recopilación muy cuidada que respeta el legado original y lo adapta con acierto a los tiempos modernos. Puede que algunos detalles se queden por el camino, como ciertos personajes secretos o temas musicales míticos, pero el conjunto funciona tan bien que es fácil pasar por alto esas ausencias. Personalmente, creo que sería un gran acierto continuar por este camino. Ojalá en algún momento se animen incluso con una sexta entrega que retome lo mejor del pasado y se atreva a mirar hacia adelante. Total, soñar sigue siendo gratis.