Creado para defender un estado totalitario, Moonrider rechaza su programación y ahora busca venganza contra sus creadores. Con esta premisa, Vengenful Guardian: Moonrider nos quiere traer todo el sabor de los clásicos de 8 y 16 bits a nuestros Pcs actuales. Veamos si lo han logrado.

«We know retro», esa es la frase que nos da la bienvenida a la página web de JoyMasher, creadores del Vengenful Guardian: Moonrider. Y no podemos más que darles la razón. La pequeña compañía compuesta solo de dos personas, creada en 2012 por Danilo Dias y Thais Weiller, y a pesar de que en esta ocasión no nos encontramos con veteranos de la industria que han fundado su propio negocio, nos ha dado muchas alegrías a los nostálgicos del mundillo en su poco más de una década de existencia.

Su ópera prima, Oniken, ya dejó muy clara la orientación de JoyMasher hacia géneros y diseños jugables, así como aspectos artísticos, totalmente inspirados en los 80 y los 90. Odallus no hizo más que confirmar que la mano que tuvieron con el anterior no fue flor de un día y el más reciente Blazing Chrome tocaba otro género, otras referencias, y avanzaba de un aspecto similar a la NES a uno más propio de consolas de 16bits.

Para este Vengenful Guardian: Moonrider se ha querido apostar por un aspecto a caballo entre una NES exprimida y una hermana mayor, no terminando de asociarse al 100% con alguna de las máquinas existentes, sus capacidades y formas de representar el aspecto visual.

Lo que sí nos vendrá a la cabeza serán sus referencias, claras y reconocidas por ellos mismos, como son Hagane, Shinobi y Strider. Tanto como referentes artísticos como el uso de mecánicas jugables ya presentes en aquellos.

En Vengenful Guardian: Moonrider, encarnamos al héroe que da nombre al título, Moonrider, un súper soldado creado por el gobierno autoritario como parte de su ejército opresor que se vuelve en contra de dicho gobierno y el resto del ejército y lucha de lado de la resistencia.

Partiremos de una base central que es donde nos tienen almacenado, y de la cual deberemos escapar, para tener entonces acceso al resto de localizaciones, hasta un total de ocho. Estas ocho localizaciones mostrarán una ambientación variada que irá desde ambientes industriales hasta misiones que se localizarán en su mayoría en el aire poniendo a prueba nuestra precisión de salto hasta la manida y temida por muchos misión que tiene al agua como protagonista. Incluso nos encontraremos con una localización bastante original en la cual montaremos en moto desde una perspectiva imitando al super scaling típica de juegos como Hang On.

Las misiones, además, tendrán cada una un enemigo final y varios momentos intermedios con enemigos que, en ocasiones, nos hablarán dando algo de trasfondo a la historia, sin pasarse ni desviando la atención de lo importante, que es la acción. En otras ocasiones vendrán directos a por nosotros, así que tendremos que estar atentos porque nunca se nos avisará si va a haber un momento previo de charla o si vamos a tener que esquivar de forma inmediata un inminente ataque.

A veces, también habrá un cambio de ambiente durante el mismo nivel, pasando por ejemplo de la superficie del agua a estar sumergidos, o de estar en los exteriores de la gigantesca nave de turno saltando de un pequeño vehículo aéreo a otro y agarrándonos donde podemos, a penetrar en ella.

En dichos niveles, además, habrá escondidos chips con mejoras que podremos equipar en una de nuestras dos ranuras, escogiendo en cada nivel cuales queremos llevar previamente a afrontarlo y que van de las típicas como doble salto, una resurrección extra con parte de la vida o una armadura más resistente que, sin embargo, nos penaliza en la puntuación a obtener al superar dicho nivel.

También, a medida que vayamos venciendo a los enemigos finales de cada nivel, y al más puro estilo Mega Man manteniendo las distancias, iremos consiguiendo ataques especiales adicionales. No los que lleva el enemigo final, sino un ataque secundario que poseeremos siempre, más potente que el normal de corto alcance, y que consumirá una barra de energía azul que tenemos al lado de la amarilla que representa la vida. Ambas barras se podrán rellenar recogiendo los respectivos items ocultos en contenedores a lo largo del nivel.

No tenemos modos de dificultad para escoger, y dichos contenedores abundan, no obstante Vengenful Guardian: Moonrider no es un juego fácil. Al igual que los juegos en los que se inspira, requiere dominar a la perfección los movimientos. El salto en carrera, el rebote en la pared, la patada aérea… en ocasiones no es fácil y se requiere hacerlo todo en el momento exacto para poder evitar esa caída indeseable.

Los enemigos finales, como no podía ser de otra forma, requerirán del análisis de sus rutinas y la habilidad suficiente para ejecutar las esquivas y ataques en los momentos justos en que lanzan sus envites y se ven expuestos a nuestros ataques.

Desde el punto de vista técnico, Vengenful Guardian: Moonrider no hará sudar nuestros Pcs ni exprimirá ninguna de las otras máquinas en las que se puede jugar. Artísticamente imita con soltura y recuerda sin problemas a la época que pretende, lo cual se ve acrecentado con el uso del filtro de TV que han incorporado, bastante mejor conseguido que las típicas scanlines, aunque sigue oscureciendo la pantalla más de lo que nos gustaría, pero por fortuna es una opción voluntaria que podremos activar y desactivar al gusto en cualquier momento.

En cuanto al sonido, han hecho una buena labor también rememorándonos ese saborcillo clásico en las melodías y casa perfectamente con el aspecto visual, no haciéndose pesadas en ningún momento porque, además, las misiones no son excesivamente largas a pesar de que podamos requerir de bastante ensayo, error y repetición hasta ser capaces de superarlas.

En definitiva, Vengenful Guardian: Moonrider, es un juego de plataformas y acción que bebe directamente de algunos de los referentes clásicos del género y obtiene su propia personalidad, pudiendo darnos unas cuantas horas de diversión sin muchas complicaciones. La dificultad no es baja pero se mantiene consistente y permite dominarlo con la práctica.

 


Este análisis ha sido realizado en PC mediante una copia cedida por Cosmocover