El pasado año, Square Enix junto al conocido Yoko Taro nos trajo una nueva IP que apuntaba maneras: Voice of Cards, un original RPG en el que todos los elementos del juego estaban formados por cartas. Nadie podía sospechar que íbamos a ver una secuela tan pronto, quizás demasiado, pero ya tenemos aquí Voice of Cards: The Forsaken Maiden, la segunda entrega de esta nueva franquicia.

Y lo de una secuela demasiado pronto es literal, pues el primer juego fue lanzado en octubre de 2021 y ya cuenta con una continuación, apenas cuatro meses después. No nos hemos equivocado, no estamos ante un DLC ni una expansión -aunque bien podría ser tratada como tal, pero ya lo veremos más adelante-, la propia Square Enix se ha encargado de publicitar esta entrega de esta manera y así es como lo vamos a analizar.

The Forsaken Maiden tiene una historia diferente y es totalmente independiente de la entrega original, The Isle Dragon Roar, aunque ambos se ambientan en el mismo universo. En esta secuela, nuestro protagonista es un joven que vive en una remota isla junto a su compañera, una chica que ha perdido la voz. Esta chica es una sacerdotisa que supuestamente debe formar parte de un ritual, aunque es una tradición que parece haber quedado en el olvido y nadie se preocupa por ella.  Tras una serie de eventos, la pareja conoce a un espíritu guardián que les dice que el ritual debe celebrarse a toda costa y para ello necesitan de las reliquias de otras sacerdotisas de otras regiones, por lo que parten en su busca en su barco.

Y aquí, en la trama, es donde encontramos el mayor atractivo del juego. Si en algo es especialista Yoko Taro es en crear historias emotivas y enrevesadas en las que nada acaba siendo lo que parece a simple vista y tiene varios giros de guion que descolocan. En The Forsaken Maiden también tendremos todo eso y hay que admitir que la trama está mejor llevada y es más intrigante que la del anterior juego, que al fin y al cabo era una historia más mundana y terrenal. Si hay un apartado que no afloja el muelle en ningún momento, sin duda es este.

Para recordar un poco como era el sistema de juego, el concepto es bastante parecido a Dungeon Encounters, solo que esta vez se va al extremo contrario y es capaz de expresar muchísimo utilizando tan poco. Volvemos al mismo sistema, un enorme tablero de casillas en el que tendremos que ir desplazándonos paso a paso, solo que en esta ocasión todo está representado magníficamente y ofrece esa ilusión de mundo vivo a pesar de ser simples casillas. De esta forma veremos casillas con dibujos de tierra, caminos, bosques, aldeanos, tiendas, etc… todo para ofrecer un mundo rico y detallado.

El sistema de exploración se basa a su vez en cartas: cuando salgamos a campo abierto o entremos en alguna mazmorra, no sabremos lo que habrá a nuestro alrededor, las casillas estarán tapadas con cartas boca abajo y tendremos que ir avanzando para que las casillas adyacentes se volteen y poder continuar adelante. Realmente no deja de ser una variante de la habitual «niebla de guerra» que pudimos ver en juegos como Age of Empires, en el que había que ir avanzando para descubrir todo el mapeado y tener una vista completa, solo que aplicado al sistema de juego de Voice of Cards.

Ya entrando en la mecánica del combate, contaremos con un sistema de turnos reales en el que nuestros personajes y enemigos van atacando consecutivamente. Bajo una apariencia de cartas al igual que el resto del juego, cada personaje contará con un indicador de puntos de daño, puntos de defensa y vitalidad. De igual forma podremos ver esa información en los rivales, de manera que podremos tener en cuenta a quien nos conviene atacar y de qué manera.

Aquí también entra en juego el sistema de gemas: nuestros ataques y habilidades no consumirán puntos de magia ni serán gratuitos, sino que para utilizarlos tendremos que gastar gemas. Al comienzo de cada turno nos obsequiarán con una gema -acumulables hasta un máximo de 10- que son comunes a todos los personajes, de manera que si por ejemplo tenemos dos gemas acumuladas y un ataque especial consume tres, no podremos utilizarlo hasta el siguiente turno si es que nadie más las ha gastado para realizar otro ataque. Como si de un juego de rol de tablero se tratase, algunos ataques especiales requieren de una tirada de dado que dependiendo del número sacado, tendrá más o menos efecto o provocará estados alterados en el enemigo.

Lamentablemente, tenemos que decir que estamos ante una secuela muy continuista, tan continuista que no aporta absolutamente nada nuevo. No habrá nuevas mecánicas ni modos de juegos ni nada que haga suponer que estamos ante una nueva entrega, lo único que ha cambiado es la historia y la trama por motivos obvios. Por no innovar, el juego incluso recicla assets y diseños del anterior juego que aquí han sido copiados tal cual. Por eso decimos que la sensación que nos deja es la de expansión o DLC más que de un nuevo juego hecho y derecho, es más, si este juego hubiese sido el primero de la saga y The Isle Dragon Roars hubiese sido la continuación, el resultado habría sido exactamente el mismo.

Ante este panorama, me entra la preocupación sobre el futuro de la saga y sus futuras secuelas. Ahora mismo Square Enix ha encontrado una nueva gallina de los huevos de oro que explotar sin piedad cambiando solamente unas pocas cosas, ¿Hasta cuando aguantará la fórmula sin agotarse? ¿Es esto lo que le espera a Voice of Cards, el mismo juego una y otra vez cambiando simplemente su argumento? Sinceramente, hubiésemos preferido esperar varios meses más o incluso años para ver una continuación que realmente se sienta como tal en lugar de este producto que nos encontramos aquí. Por supuesto, el juego viene aderezado con una buena cantidad de DLCs estéticos de pago que el jugador puede adquirir si desea, lo que no ayuda a eliminar la sensación de que estamos ante un producto realizado exclusivamente para seguir sacando dinero.

En conclusión, The Forsaken Maiden es un título que no aporta nada nuevo a la franquicia y destila una sensación de vagancia a cada paso. No voy a decir que es un mal producto, su sistema jugable sigue siendo muy efectivo y entretenido y nos lo vamos a pasar muy bien completándolo, pero no es esto lo que queremos los jugadores con una franquicia que tiene muchísimo potencial. Espero que en una tercera entrega -que ojalá se tomen su tiempo para desarrollar en condiciones- se hagan las cosas de mejor manera y nos ofrezcan un juego que realmente muestre una evolución jugable.

 


Este análisis ha sido realizado en PlayStation 4 mediante una copia cedida por Koch Media