Star Wars es una franquicia cinematográfica que nos acompaña desde 1977 hasta la actualidad, este mismo diciembre se estrena el esperado Episodio IX, sin ir más lejos, y vienen de camino más productos audiovisuales. Debido al éxito absoluto de las películas a lo largo de los años, hasta convertirse en un fenómeno de la cultura pop, se han ido creando todo tipo de productos afines, como juguetes, novelas, comics, merchandising, series de animación, spin-offs, y un largo etc. de productos, en el que debemos de contar también, casi desde el primer día, los videojuegos.

Y en los videojuegos es donde nos vamos a centrar. Estos, han ido apareciendo con los años, a la vez que se extendía la fama de la franquicia. Al principio, estos juegos seguían el argumento de las películas, pero con el tiempo, fueron primero fijándose en ese universo expandido que se iba creando con los cómics y novelas de las editoras que le habían comprado a George Lucas -y su Lucasfilms primero y Lucas Arts después-, los derechos de publicación, y después fueron participando los propios videojuegos en la creación de este universo, o canon.

Así pues, de este universo creado por cómics, novelas, videojuegos, etc, fuimos conociendo personajes como Kyle Katarn, Mara Jade, Dash Rendar, Darth Revan, o Galen Marek, y aunque Lucas siempre mencionaba que el canon eran las películas, Lucas Arts, su compañía, sí fue dando el visto bueno y dejando que se crease un universo completo que hace ahora siete años y medio colapsó, cuando Disney compró Lucasfilms, y declaró sus planes para con la franquicia, que incluía para empezar una nueva trilogía cinematográfica y desechar de un plumazo todo el universo expandido, todo, sin excepción. Ese universo expandido que llevaba tantos años siendo la delicia de los fans, pasó a denominarse Legends. Junto con este carpetazo al universo expandido, corrieron la misma suerte los videojuegos que se estaban preparando por Lucas Arts: el esperado Star Wars 1313, el rumoreado Star Wars Battlefront 3, el supuesto Star Wars The Force Unleashed 3, y el desconocido Star Wars: First Assault. Y para acabar de hacer la gracia, le dan los derechos de explotación para los videojuegos a Electronic Arts.

Todo este resumen ha sido necesario para que entendáis que raro se nos hace ver este Star Wars Jedi Knight II: Jedi Outcast de vuelta, y de la mano de Aspyr, una editora de Texas especializada en portar juegos de Windows a Mac. Es curioso, por no decir raro, que Aspyr haya recibido la bendición de Lucas Arts -Ahora de Disney- para hacer un port HD de un juego desarrollado hace 17 años por Raven Software para Activision, con un argumento fuera del canón actual de la franquicia, y con un personaje principal que no podría encajar nunca a día de hoy -Kyle Katarn robó los planos de la Estrella de la Muerte en Dark Forces, y no Jyn Erso en Rogue One-.

Sin embargo, más allá de las dudas de este movimiento, hay que celebrar que la elegida para volver haya sido esta aventura de Kyle Katarn, uno de sus mejores juegos junto a su secuela –Jedi Academy, que además ha sido anunciado su retorno para el año que viene a modo de port HD como el que estamos disfrutando. Y es que no es sólo uno de los mejores juegos de la saga Dark Forces-Jedi Knight, sino que también lo es de la franquicia, y llegan ahora a PlayStation 4 y Nintendo Switch.

Star Wars Jedi Knight II: Jedi Outcast es la tercera entrega de la saga que arrancó con Dark Forces, y continuó con Jedi Knight: Dark Forces II. Una serie de juegos del género FPS que ha ido mutando, sobre todo en la entrega que nos ocupa, porque la empezaremos de una forma, como un FPS clásico, y la acabaremos de otra forma mejor, en tercera persona con nuestro sable de luz en nuestras manos – si queremos, podremos pasar de primera a tercera persona en todo momento -. Fue lanzado originalmente en 2002 por Activision, y desarrollado por Raven Software para PC, una versión para consolas, Xbox y Game Cube fue portada por Vicarious Visions. Y curiosamente, el port a MAC corrió a cargo de Aspyr.

En Jedi Outcast, Kyle ha decidido alejarse de los caminos de la fuerza, después de los sucesos del juego anterior, donde el mismo cayó al lado oscuro en su lucha con el jedi oscuro Jerec. Ahora trabaja de mercenario junto a su amiga Jan Ors, cumpliendo encargos para la nueva república contra los restos del imperio, tras la batalla de Endor. En lo que parece una misión rutinaria de reconocimiento encargada por Mon Mothma, para revisar una supuesta base imperial abandonada en Kejim, pronto descubriremos que la base no esta tan abandonada como nos habían dicho, y que es parte de un nuevo proyecto del resto imperial. A partir de aquí, no seguiremos desvelando más argumento, aunque si comentaré que visitaremos distintas localizaciones en distintos planetas, como el citado Kejim, Artus Prime, Nar Shaddaa, Bespin o Yavin IV entre otros, y que veremos a viejos conocidos como Luke Skywalker o Lando Calrissian por citar algunos.

Lo que nos espera hasta la conclusión de esta historia serán 24 niveles, en los que empezaremos jugando como en un FPS clásico con vista en primera persona – aunque se puede cambiar a tercera en cualquier momento, pese a no ser práctico – y a partir de cierto momento, el juego se abre de posibilidades con el sable de luz, donde la vista en tercera persona tendrá todo el sentido del mundo, y el juego casi que pasa de ser un FPS a ser un juego de acción en tercera persona. Pero no es sólo a causa del sable láser, sino que también tiene mucho que ver los poderes de la fuerza que vayamos adquiriendo y estos pueden ser del lado luminoso, como curarte, ser más rápido, empujar o atraer con la fuerza, o hacer un truco mental sobre enemigos para que nos ayuden, o pueden ser del lado oscuro, como el estrangulamiento de la fuerza y los rayos de la fuerza. Además de estos poderes que iremos adquiriendo, el abrirnos a la fuerza nos otorgará un salto de mayor altura y longitud con un suave efecto planeo, la capacidad de lanzar y recuperar nuestro sable de luz, la realización de varias piruetas, como salto con voltereta hacía atrás, correr por la pared durante un instante, o salto lateral, así como una suerte de ejecuciones muy light donde vemos a Kyle asestar el último golpe en cámara lenta.

La parte de FPS, a priori casi la menos interesante del juego, nos muestra un shooter clásico con un arsenal de armas suficiente aunque no excesivamente amplio, y la necesidad de tener que curarnos con items de curación, en el 2002 la autoregeneración no estaba aún de moda. Para avanzar por los niveles tendremos que ir explorándolo todo para cumplir los objetivos que se nos marcan en todo momento, mientras hacemos frente a las tropas imperiales, mercenarios cazarrecompensas, o jedis oscuros renacidos con todo lo que tengamos a mano, aunque desde ya, hay que admitir que el sable láser es lo mejor. En su tiempo, Jedi Outcast destacó por tener el mejor uso con un sable láser en un juego de Star Wars hasta la fecha, y curiosamente, hoy en día el sistema sigue funcionando muy bien y siendo divertido. Aunque un pequeño contratiempo, fruto de su época, es que la IA enemiga es bastante simple, los enemigos tienen algunos patrones que irán variando sus movimientos, pero muchas veces simplemente correrán hacía nosotros a buscar la muerte.

Es en el apartado audiovisual donde Star Wars Jedi Knight II: Jedi Outcast empieza a encontrar algunos de sus problemas. Y es que este port HD ha recibido casi exclusivamente una subida de resolución, una adaptación a 16:9 y poco o nada más. No se ha intentado mejorar la iluminación, ni sustituir los efectos de luces y partículas, ni retocar alguna textura, y mucho menos mejorar las caras, donde más cantan los diseños. Para lo bueno o para lo malo, Jedi Outcast es como lo recordamos, con un poco más de resolución y en el caso de Switch, con el añadido del control opcional por giroscopio para asistir en el apuntado.

Esta desidia a la hora de presentar novedades o retoques más profundos, no es necesariamente mala, el juego en su día ya era visualmente bueno, y su motor, el ID Tech 3 – el mismo que Quake III, Medal of Honor, y Call of Duty por poner algunos ejemplos – le daba un buen rendimiento y vistosidad. Eso no ha cambiado, y aunque hubiera sido deseable un tratamiento más profundo, al menos cumple y nos presenta la misma experiencia tal cual la conocimos.

De la banda sonora poco hay que decir, esta casi totalmente formada por temas del maestro John Williams para la trilogía clásica de películas, por lo que la calidad es de 10, al igual que la de los efectos de sonido, que son exactamente iguales a los de las películas, haciendo especial hincapie a los momentos con sable de luz, cuando lo blandimos, cuando toca en una pared, cuando choca con otro sable de luz, todos esos sonidos nos serán familiares.

Otro punto en contra es que estas versiones para Switch y PlayStation 4 han perdido el multijugador que tantas buenas horas nos dio en el juego original, y la capacidad de aplicar mods.

Concluyendo, el que este leyendo este artículo, seguramente ya conoce el juego, o como mínimo ha oído hablar de él. Jedi Knight II: Jedi Outcast es uno de los mejores juegos de Star Wars jamás creados, y esta actualización nos trae precisamente eso, el juego tal cual fue. Para los puristas puede que este justificado, para el público general quizá se hubiera deseado un trabajo más profundo que la subida de resolución y la adaptación al formato 16:9. Una mejora en la iluminación y en las partículas se hubiera agradecido, alguna textura de más calidad y algún modelo retocado ya hubiera estado de fábula – hay que ver los achatados que se ven los X-Wings -, y un mejor modelado de caras, y una IA un poco más competente se hubiera antojado casi necesario.

Pero nos ha llegado con un esfuerzo mínimo, quizá los usuarios de Switch hayan corrido mejor suerte por el control por giroscopio, y perdiendo el multijugador por el camino. Sin embargo es justo decir que el modo de un jugador, la historia principal, condensa toda la calidad del título, y esta está intacta, las sensaciones son las mismas, y son muy buenas. No hemos manejado Jedi mejor salvo en su secuela Jedi Academy, en las dos entregas de The Force Unleashed, y ya veremos que tal se juega a The Fallen Order. Y la parte FPS, a pesar de su sabor añejo aun funciona, sólida como una roca.

Esperamos con ansias que Jedi Academy nos llegue el año que viene, y ojalá pueda ser con un remaster más trabajado que el que nos ocupa. Pero lo más importante es que esperamos que esta vuelta al presente de estos dos grandes clásicos, signifique que en un futuro podamos asistir a más entregas de esta saga, o a la canonización de Kyle Katarn en el nuevo universo Star Wars -a saber como-, mientras tanto, disfrutaremos del regreso de Jedi Knight II: Jedi Outcast a un precio increíble, 8,99 € en la eShop de Nintendo Switch y 9.99€ en la Store de Sony. Que la fuerza os acompañe.

 


Este análisis ha sido realizado mediante una copia cedida por Zebra Partners