A pesar de que World’s End Club lleva disponible para dispositivos de Apple desde septiembre del pasado año –dentro de la suscripción Apple Arcade-, Too Kyo Games y Grounding han completado la versión de este título y lo publicó el pasado 28 de mayo –en formato físico y digital a través de NIS América– para la consola híbrida de Nintendo.
El estudio nipón creador de Danganronpa y la serie Zero Escape llega ahora a Nintendo Switch con un juego que mezcla la exploración y la superación de puzles y obstáculos en un juego en 3D con movimiento lateral donde sobrevivir es la clave del mismo.
Dicho esto, es hora de entrar a analizar World’s End Club en profundidad. El inicio del juego nos muestra el país nipón en 1995 donde un grupo de chavales hablan en un autobús escolar con rumbo a una excursión. Estos 11 chicos y chicas pertenecen al Club de la Buena Estrella donde comparten su tiempo libre y aficiones. Para que el viaje no se les haga largo, se les pone a través de la televisión del autobús una película de terror basada en supervivencia. Todo parece normal hasta que, de repente, cae un meteorito en Tokio y todo pasa a estar cubierto por la oscuridad.
Pasado unos minutos nuestros protagonistas despiertan en un parque de atracciones con un aura de misterio y terror. Todo parece ser un mal sueño hasta que aparece un extraño personaje que se presenta bajo el nombre de Pielope y les explica la situación. Se encuentran atrapados en dicho parque de atracciones y deben participar en el juego que Pielope les explica.
Cada uno de ellos tiene ahora una pulsera en su muñeca donde les aparece una tarea de otro de sus compañeros. El objetivo del juego es fácil: deben descubrir quién tiene la pulsera con su tarea y llevarla a cabo. Pero la cosa no acaba aquí y es que únicamente habrá un ganador que podrá salir del parque mientras que los demás desaparecerán –o morirán-. Además de todo esto, tenemos 60 minutos para completar nuestra tarea.
A partir de aquí deberemos hacer todo lo posible por alcanzar nuestra tarea y ver que nos deparará el futuro –no voy a contar más cosas para no hacer spoilers del mismo- pero sí, no acaba el juego cuando terminamos los 60 minutos del juego mortal al que nos obligan a participar. Desde la finalización del mismo, empezaremos a explorar el exterior en busca de respuestas a los acontecimientos que se están sucediendo.
Si hay algo que destacar en este título es que viene traducido en nuestro idioma, más que nada por la complejidad que tiene la historia –jugarla en otro idioma sin tener un gran control del mismo puede hacer que nos perdamos muchos detalles del mismo-.
Durante nuestra aventura, iremos alternando entre los diferentes personajes, por lo que no podemos decir que tenemos uno de ellos como protagonista principal, ya que dependiendo de las decisiones que vayamos tomando la historia irá tornándose hacia una dirección o hacia otra.
Ahora llega el momento de hablar de la dificultad del juego. World’s End Club cuenta con un modo fácil donde el jugador opta por vivir la historia de una manera despreocupada sin tener que preocuparse en exceso de los peligros y puzles; y un modo normal, donde el juego adquiere una mayor complejidad y hará que tengamos que esforzarnos por superar los diversos obstáculos.
En lo que respecta a la jugabilidad, hay que decir que en este punto es donde flaquea el juego. Nos encontramos con controles poco precisos que hace que nos cueste superar los diversos obstáculos y enemigos haciendo que el juego se vuelva tosco y lento. Esto, además, llega a frustrar la experiencia del jugador ya que puede hacer que nos eliminen por culpa de la demora en ejecutar el movimiento.
En cuanto a los retos que nos presentan, los llamamos retos por llamarlos de alguna manera, ya que no aportan ningún desafío, siendo otro gran desacierto por parte del equipo de desarrollo.
Una vez explicado esto, toca pasar a comentar que nos encontramos en el apartado técnico. World’s End Club destaca por un espectacular apartado visual, donde los escenarios están desarrollados al estilo manga-anime japonés con una amplia gama de color que no deja de llamar la atención al jugador.
Los personajes, por su parte, están muy bien definidos, confiriéndoles una personalidad claramente diferenciada entre ellos gracias a los retoques estéticos que tienen cada uno de ellos –tenemos al friki de los videojuegos, a la chica tímida, al malo del grupo, etc…-
En cuanto al apartado de sonido, también hay que destacarlo ya que nos encontramos con una banda sonora con gran variedad de melodías que van cambiando en función de la zona donde nos encontremos, ayudando a mejorar en gran medida la experiencia del jugador en cuanto a la inmersión del mismo.
En definitiva, World’s End Club es una buena apuesta para la consola híbrida de Nintendo, ya que nos permite llevar esta aventura de misterio a cualquier parte y jugarla cuando queramos. El juego destaca por tener una gran historia con un apartado técnico bastante bueno pero que se ve enturbiado por una jugabilidad bastante mala que estropea la experiencia del mismo.
Si os gustan las novelas visuales, os recomendamos que le echéis un vistazo ya que os puede gustar bastante, pero teniendo en cuenta los problemas que os hemos ido mencionando anteriormente para que luego no haya decepciones.
Este análisis ha sido realizado en Nintendo Switch mediante una copia cedida por Nis America