Mycopunk es uno de esos juegos que ahora mismo está en boca de todos, no solo por su calidad sino también por el beneficioso boca a boca. Desarrollado por el estudio Pigeons at Play y distribuido por Devolver Digital, este shooter cooperativo se encuentra actualmente en forma de acceso anticipado y ya nos deja jugar la mayoría del contenido total. Como siempre, os traemos unas primeras impresiones de lo que tiene que ofrecer por el momento.
La premisa jugable de Mycopunk es sencilla: misiones cortas, objetivos directos y oleadas de enemigos que obligan a mantenerse en movimiento. Desde el primer momento, el juego deja claro que su núcleo es la acción. No hay cinemáticas, apenas diálogos, y todo está construido para que la jugabilidad sea continua y directa. Lo único que tenemos claro es que somos un guerrero espacial que ocasionalmente debe viajar a un planeta cercano a eliminar enemigos, sin más historia ni más profundidad narrativa que distraiga.
Esto en parte puede ser también un problema, ya que nada más elegir a uno de los cuatro personajes disponibles y unirnos a una sesión, apareceremos directamente en el hub central y estaremos completamente a nuestra merced. No hay ningún tutorial, ni guía, ni consejos ni nada, nos sueltan en medio de toda la acción y a buscarnos la vida. Aun así, tampoco es algo que requiera mucha complicación ya que con un par de partidas jugadas entenderemos rápidamente la dinámica del juego.
El enfoque jugable que propone Mycopunk se basa en un sistema rotatorio en el que cada X minutos cambiará el tipo de misión al que tenemos que enfrentarnos. A pesar de esta mecánica no debemos interpretar esto como un juego GaaS como en su momento lo fueron Multiversus o League of Legends -por poner ejemplos de juegos con sistema de rotación- ya que aquí no hay ningún tipo de economía interna con dinero real ni debemos pagar para desbloquear contenido. Simplemente la desarrolladora ha decidido que sería divertido que el juego esté en constante cambio para que la repetitividad no acabe haciendo mella en los jugadores, lo cual hay que reconocer que no solo funciona sino que se agradece.
Uno de los aspectos más destacables del juego es su apartado artístico. El escenario y los enemigos comparten un estilo biopunk futurista que se aleja del realismo y apuesta por lo grotesco: texturas orgánicas, criaturas deformes, colores saturados y estructuras que parecen vivas. Si queremos compararlo con algo reconocible, a mí personalmente me recuerda mucho al estilo del célebre dibujante Jean Giraud «Moebius». A muchos les causará rechazo este estilo visual, a otros quizás les encante, pero lo que no se puede negar es que tiene personalidad propia en ese aspecto.
En cuanto al combate, estamos ante un shooter estándar y en ese sentido cuenta con el clásico esquema de botones que suelen tener todos los FPS actuales, con lo que a poco que hayamos jugado a algún shooter en los últimos 15 años no tendremos complicaciones en aprender a manejarnos. El gunplay en cambio puede llegar a ser un poco caótico, no solo por el propio manejo de las armas sino por los enemigos que habitualmente suelen ser esferas de metal que no paran de rodar de manera un tanto errática. Lo cierto es que lo de apuntar, disparar y acertar llega a complicarse en algunas ocasiones debido a esto.
Los enemigos también presentan variedad en sus patrones y comportamiento. Hay criaturas pequeñas y rápidas que atacan en grupo, y otras más grandes y resistentes que actúan como minijefes dentro de las misiones. La inteligencia artificial no es especialmente compleja, de hecho habitualmente los enemigos no harán otra cosa que acudir a nosotros en masa, pero cumple su función: mantenernos en constante tensión, obligándonos a movernos y priorizar objetivos. El ritmo de juego es frenético y no hay muchos momentos de pausa entre enfrentamientos.
A pesar de encontrarse en formato de acceso anticipado, no debemos esperar muchos más cambios o novedades en el futuro más allá de la incorporación de nuevas armas, biomas o diferentes tipos de misiones, prácticamente casi la totalidad del contenido final ya se encuentra disponible o al menos así lo han dejado caer sus creadores. También decir que actualmente se basa en misiones sueltas e individuales, aunque más adelante se añadirán eventos temporales. Teniendo todo esto en cuenta, hacerse ahora con esta beta nos supondrá un ahorro importante en el futuro y no supondrá grandes diferencias respecto al juego completo.
En definitiva, Mycopunk sabe hacer muy bien lo que propone: una jugabilidad directa y sencilla para los que quieren pasar un buen rato frente a la pantalla sin más pretensiones. Por lo pronto el futuro del juego pinta bastante prometedor, y así lo demuestran los miles de jugadores con los que cuenta el juego actualmente. Veremos si en la versión final los jugadores siguen manteniendo el interés, lo cual no es difícil en un título como este.