Sabemos que la realidad virtual es poco accesible en estos momentos, la gente ha demostrado un interés real en ella pero los altos precios hacen que haya que pensárselo dos veces antes de adquirirla. Por ello, se necesitan propuestas originales y llamativas que haga a los usuarios lanzarse de cabeza y no arrepentirse de su compra. La desarrolladora WarpFrog es consciente de esto y para ello se han decidido a crear el impresionante Blade and Sorcery, que recientemente ha llegado a Steam en forma de acceso anticipado.

En palabras de la propia WarpFrog: su intención es desarrollar «el simulador de combate más realista jamás creado» y tras dedicarle un buen rato al juego, puedo dar fe de que lo han conseguido. Blade and Sorcery es un sandbox en el estilo más literal de la palabra -no como mundo abierto sino como campo de pruebas– en el que podremos experimentar con diversas armas basadas en las físicas y convertirnos en una especie de Leónidas de la edad media.

Nada más iniciar el juego debemos crearnos a nuestro personaje con un complejo editor en el que seleccionaremos entre hombre o mujer. La variedad de peinados quizás puede pecar de escasa, pero la cantidad de parámetros a editar referentes al rostro es abrumadora, pudiendo prácticamente diseñarlo tal y como imaginemos. Aunque este editor es simplemente visual, ya que nuestro aspecto no influye en absolutamente nada a la hora de jugar.

Finalmente comenzamos la partida y aparecemos en nuestra propia casa, que a su vez nos sirve como base de operaciones para acceder a todo. Desde aquí podremos acceder a los diferentes niveles del juego, así como a la zona de entrenamiento donde podremos empezar a familiarizarnos con los controles y probar toda la variedad de armas de las que disponemos. El apartado gráfico es llamativo pero sin alardes, cumple de sobra para el tipo de juego que es aunque los modelados de los personajes podrían haber sido mejores, pero este juego no destaca por su aspecto gráfico sino por otras bondades.

Si hay una palabra que defina al juego es «realismo», los motion controller responden a la perfección y las acciones se corresponden con los movimientos de las manos que haríamos en la realidad. El juego está plagado de pequeños detalles que ayudan a la inmersión como subir una escalera de mano agarrando peldaño a peldaño, abrir cajones tirando del pomo o la curiosa forma de recuperar salud -sujetar el frasco, quitarle el tapón y rociárnoslo por la cara-. Todo está pensado para darle el máximo uso posible a los mandos y al visor. El HUD también es muy interesante y nada intrusivo, ya que los indicadores de salud y mana los tendremos escritos en nuestra muñeca, así como el menú de opciones que aparecerá en forma de libro que debemos sujetar con la mano.

Pero pasemos a lo importante y a lo que más nos interesa: el combate. Subiendo a la primera planta disponemos de unos muñecos de entrenamiento y todo un arsenal disponible para que poder experimentar a nuestro antojo. El manejo de las armas es simplemente sublime, cada una tiene su propia forma de agarrarla y diferente peso, de manera que no será lo mismo utilizar una porra que un hacha por ejemplo. Para algunas armas incluso será necesario utilizar las dos manos, especialmente en mandobles y alabardas. Nuestro personaje puede almacenar hasta cuatro armas: dos grandes en la espalda y dos pequeñas en la cintura, así que es importante escoger bien nuestro inventario.

El motor de físicas del juego es una maravilla y nos deja hacer multitud de movimientos diferentes, pudiendo interactuar con los objetos del entorno e incluso permitiendo movimientos tales como lanzar armas hacia arriba y cogerlas al vuelo, todo con extrema precisión. Para ayudar al realismo, si queremos coger cualquier objeto debemos mantener pulsado el botón de agarre para simular que mantenemos los puños cerrados, el problema es que pasado un buen rato las manos comienzan a doler a causa de forzar esa posición, por suerte en el menú de opciones podemos sustituir esta acción por simplemente presionar el botón una sola vez para sujetar algo y otra vez para soltarlo.

Ya nos hemos hecho con los controles y hemos aprendido a manejarnos medianamente bien con las armas, es hora de pasar a la acción directa. En la planta inferior tenemos un mapa en el que podremos escoger una serie de arenas de combate -actualmente 3 escenarios disponibles, con más en camino-. No hay modo historia ni puntuaciones, el objetivo es tan simple como deshacerse de las oleadas de enemigos que nos vayan llegando utilizando cualquier arma que encontremos por el escenario, si asumimos que estamos ante un «minijuego» -a gran escala- y no hay más chicha que esa no nos llevaremos sorpresas desagradables. Tras seleccionar la dificultad de los rivales y el tipo de oleada, podremos empezar a repartir leña.

El combate es sencillamente divertidísimo, podemos atacar desde cualquier ángulo a todas las zonas del cuerpo y los enemigos reaccionarán en consecuencia, nada de movimientos predefinidos o problemas de control. Las formas y métodos de eliminar a los enemigos son innumerables, solamente limitadas por la propia imaginación -por decir algo que seguro querréis probar, es posible por ejemplo clavar una lanza en un barril y utilizarlo a modo de «martillo gigante»-, os animo a que busquéis videos de usuarios que son capaces de hacer auténticas virguerías para descubrir la profundidad que tiene el combate.

Y como el propio nombre del juego indica, aparte de armas también es posible utilizar magias. Por el momento solo hay dos disponibles: electricidad y telekinesis, con la primera podremos lanzar rayos por las manos e incluso electrificar armas, mientras que con la segunda es posible lanzar objetos y recuperar armas del suelo a distancia al más puro estilo jedi. Si todo eso no es suficiente o nos parece demasiado difícil, también tenemos la opción de ralentizar el tiempo o simplemente atacar a puñetazo limpio.

Como colofón final, los propios desarrolladores aprueban y permiten el uso de mods, incluso animando a los usuarios a mejorar aún más el juego, con lo que es posible que a corto plazo haya modificaciones interesantes o nuevos modos de juego que alarguen aún más la vida del juego -la cual ya de por sí es infinita-.

Blade and Sorcery es un auténtico must have de la VR, un divertimento muy gamberro que sabe aprovechar a la perfección los controles de movimientos y las físicas. Ya de base trae bastante contenido como para no aburrir, pero teniendo en cuenta todo lo que prometen incluir en la versión final se consolida como un juego que es necesario jugar sí o sí. Tras haberlo probado a fondo, es difícil no pensar que juegos como este son la próxima evolución lógica de los videojuegos y de la realidad virtual.