¿Qué pasaría si hubiese una catástrofe nuclear? ¿Cuáles serían las consecuencias mediambientales? ¿Sería la humanidad capaz de reconstruir la civilización? Hemos visto en muchos medios a autores, directores o desarrolladores intentar explicar su versión de este hipotético futuro. Y ahora le toca a Gentlymad Studios, que con su Endzone: A World Apart intentará que nosotros, como jugadores, aportemos nuestro granito de arena para sobrevivir en un mundo salvaje, sin ley, y rodeado de radiación.

Nos encontramos frente a un city-builder cuyas mecánicas nos sonarán ya bastante si hemos jugado a Banished o Frostpunk. Aunque aquí la temática es postapocalíptica, y es una buena idea, ya que no se me ocurren muchos juegos de gestión de ciudades con esa ambientación. Y hay que decir que nos parece un buen juego, en el que el mínimo error se paga. Obviamente esto tiene sus cosas buenas, pero también sus cosas malas.

Empezando con unos pocos supervivientes provenientes de las «zonas catastróficas» -o endzones-, zonas subterráneas que han servido de refugio para los pequeños vestigios restantes de la humanidad, nuestro objetivo es, como no, conseguir que prosperen en la superficie, luchando contra los elementos, tanto naturales como artificiales, para conseguir una ciudad próspera.

Viniendo de un apocalipsis nuclear, el primer, y más importante, obstáculo que tendremos enfrente será, obviamente, la radiación. Esta estará presente en todos los ámbitos de nuestro mundo, desde la lluvia que cae sobre las cabezas de nuestros ciudadanos hasta el propio suelo que pisan, pasando, obviamente, por los animales que podremos cazar para alimentarnos. Será necesario tener en cuenta a la muerte invisible en casi cada decisión que tomemos: de qué agua beber, de qué carne comer, a donde desplazarnos, o que objetos recoger. Porque ese lago tan azul que tenemos al lado del asentamiento perfectamente puede ser un foco de particulas ionizantes.

Para ello el juego nos ofrece diversas formas de prevenir la contaminación, ya sea filtrando el agua, sacándola de un pozo subterráneo, o excavando la tierra a la hora de construir edificios para no realizar construcciones encima de tierra contaminada. Además, si tenemos los materiales adecuados, la sastrería nos puede proporcionar diverso equipo protector para nuestros colonos, de forma que la radiación existente en el aire les afecte menos. Claro que, como es habitual, no será sencillo aun así, ya que al principio no tendremos tecnologías que nos permitan el filtrado del agua, por ejemplo.

Será importante estar atentos al clima, ya que Endzone: A World Apart dispone de un sistema climatológico dinámico, donde veremos pasar las nubes, veremos la lluvia y esta tendrá efectos importantes sobre el terreno, humedeciéndolo -cosa que será bueno para nuestras granjas, por ejemplo-, o incluso contaminándolo. Para conocer la previsión del tiempo será necesario una estación metereológica que nos ayudará a saber el nivel de contaminación que contendrán las próximas lluvias. Algo importante, ya que si se nos introduce agua contaminada en nuestro circuito puede echar por tierra todas nuestras reservas.

Pero la lluvia radiactiva no será la única inclemencia meteorológica que nos encontremos, ya que si no llueve, pueden aparecer sequías. En estas épocas nuestras granjas y huertos se marchitarán si dependen de la lluvia, los lagos se secarán, y tendremos que vivir del agua que hayamos podido guardar. No son banales estas etapas, y veremos a nuestros colonos caer enfermos o morir de hambre o de sed.

En el sorprendente caso de que todo vaya bien en nuestro asentamiento, más colonos se nos unirán para ayudarnos en nuestros menesteres. Habrán diversas funciones que les podremos asignar, como será la caza, la pesca, la recolección de agua, o la recolección de chatarra esparcida por el terreno con el que crear herramientas o metales para diversos fines. Pero también habrán más oficios que ayudarán directamente a nuestro asentamiento, como la medicina o el profesorado de escuela entre muchos otros. Ya que los colonos felices formarán familias y tendrán hijos, y escolarizar a esos niños nos permitirá que como adultos tengan diferentes ventajas a la hora de trabajar o de protegerse frente a la radiación.

Aquí nos encontramos, a mi entender, un primer punto conflictivo respecto al balanceo del juego. Porque una de nuestras principales preocupaciones será evitar la natalidad extrema de niños. Así es, los colonos no tienen vergüenza en tener niños y más niños en un mundo totalmente abandonado de la mano de Dios, y ya un poco más adentrados en la partida el control de población será casi más importante que prevenir los factores atmosféricos y la radiación del mundo. Excesivamente importante. Como que ninguno de nuestros habitantes es capaz de entender, por sí mismo, que crecer descontroladamente es malo.

Esto, entre otras cosas, se puede controlar mediante edictos, que vienen a ser decretos que tendrá que obedecer nuestra población durante un tiempo. Comparando con el mencionado Frostpunklos edictos no son tan definitivos, ni nos harán plantearnos decisiones morales de tal calado y, cuando lo haga, no estará tan genialmente expresado como en el juego de 11 bit Studios, lo que convierte a estas herramientas en algo excesivamente funcional que no aporta especialmente a nivel narrativo.

Claro, no estaremos solos en la endzone y los saqueadores querrán parte de nuestros botines. De vez en cuando aparecerán para atacarnos y nos tocará crear estructuras defensivas para mantener nuestra ciudad a salvo, o ir y atacarles. Por suerte, no nos molestarán demasiado en el early game, por lo que podremos estar preparado antes de sufrir su primera incursión.

Para enseñarnos los elementos básicos -y no tan básicos- del juego, Endzone: A World Apart nos ofrece un excelente y largo tutorial, que tocará todos los apartados del título y nos enseñará los secretos tanto del early game como del mid game. Sin duda demuestra que en Gentlymad Studios piensan en el jugador novel y es algo que se agradece. Como muchos tutoriales, es opcional, por lo que si preferimos aprender a tortas, tenemos la posibilidad. Ya que, a su vez, este tutorial es un poco hoja de doble filo, porque, al recorrer gran parte de una partida entera, sentiremos que nos queda poco por hacer. Endzone no variará especialmente entre partidas, por lo que, hecha la partida del tutorial, hechas muchas otras de esas partidas.

Para paliar esto, tenemos los escenarios. El juego tiene diversos escenarios que nos ofrecen comienzos distintos para ayudarnos a obtener esa variedad jugando, y hacen su función, ofreciéndonos objetivos que poder alcanzar como si de una campaña se tratase. Completar estos diez escenarios nos garantizará horas y horas de juego.

Para concluir, decir que Endzone: A World Apart es un juego notable. Más allá del sistema de radiación -muy bien planteado- no aporta nada que no se haya visto en los populares Banished o la saga Anno. No es un juego fácil, pero cuando le pillas el punto tampoco es especialmente difícil, y no tiene el efecto dramático que tienen otros juegos apocalípticos como Frostpunk. Aún así, como comentamos, es un juego notable que ofrecerá muchas horas a quien se vea enganchado por el planteamiento y por este tipo de juegos.

 


Este análisis se ha realizado en PC con una copia cedida por Assemble Entertainment