En este reciente E3 2021, uno de los juegos indie que más llamaron la atención fue este Blightbound del que vamos a hablar hoy. Blightbound es obra del estudio Ronimo Games, conocidos por ser los creadores de franquicias como Swords & Soldiers o Awesomenauts, además Devolver Digital se encarga de la distribución, por lo que en principio esperamos un producto de calidad y buen hacer. Vamos a adentrarnos en lo que este juego tiene que ofrecernos.
Blightbound nos ofrece un hack ‘n slash de vista lateral que en su estética, y quizás en lo jugable, recuerda mucho a Darksest Dungeon, pero realmente su inspiración principal es Dragon’s Crown, el título de Vanillaware con el cual vamos a encontrar muchas semejanzas y pronto nos daremos cuenta de ello. También encontraremos toques de gestión e incluso de roguelike, pero no nos adelantemos todavía.
En este título de corte fantástico-medieval, hace tiempo un grupo de héroes aniquiló a un poderoso enemigo, pero al poco tiempo comenzó a aparecer una plaga que convirtió a todos los seres vivos en demonios que poblaron la tierra. Para volver a combatir este mal, un nuevo grupo de valientes se pone en marcha para descubrir el origen de esta epidemia y poder combatirla desde su raíz. Argumento clásico de este tipo de juegos que sinceramente acaba teniendo poca o nula relevancia a lo largo del título, más allá de servir de contexto a los diferentes niveles y situaciones que nos vamos a encontrar.
Tras darle a nueva partida y jugar al tutorial -totalmente opcional- que nos enseñará el manejo básico de los personajes, apareceremos en nuestro campamento desde el que llevaremos a cabo todas las opciones del juego. Esto lo haremos a través de un sistema de interfaces que sinceramente llega a ser muy engorroso, pues para navegar entre las diferentes pantallas tendremos que mantener pulsados los gatillos superiores y a veces no pilla adecuadamente los inputs de la cruceta o el stick. También es importante destacar lo confuso de esta pantalla, ya que no nos explicarán nada y tendremos que descubrir por nuestra cuenta para qué sirve cada cosa. En general, no es cómodo de utilizar.
Abandonamos temporalmente el tema del campamento para introducirnos en la jugabilidad real del título, ya volveremos más tarde a ello para seguir explicando cosas. Desde el campamento tendremos acceso a lo que vendrían a ser los diferentes niveles del juego, los cuales están señalizados con un número que indica el nivel de peligrosidad -es decir, el nivel de dificultad- respecto al nivel de nuestros personajes. Lo cierto es que no habrá una gran variedad de ellos, pronto nos invadirá esa sensación de repetitividad que se acentúa con una estética visual muy similar entre ellos.
Contaremos con tres personajes jugables, cada uno con sus propias características y habilidades: el guerrero se basa en fuerza física y aguante, la pícara es ágil y capaz de realizar daño por la espalda, y por último el mago se especializa en ataques a distancia y curación. A pesar de que solo tendremos esos tres personajes, a lo largo del juego desbloquearemos «clones» de los mismos que se diferencian un poco en su aspecto físico y en que tienen algún ataque o habilidad diferentes para no ser un más de lo mismo, lo que le aporta algo de variedad a las partidas.
Entrando ya en el gameplay, lo más importante que tenemos que saber es que no podremos jugar en solitario, o mejor dicho, no jugaremos con un único personaje, es obligatorio que los tres personajes estén presentes. Para ello tenemos dos opciones: o bien jugamos online con otros jugadores o jugamos con bots manejados por la IA. Hay que alabar la excelente inteligencia artificial de los bots, saben perfectamente cómo comportarse en todo momento y nunca llegarán a entorpecernos, incluso nos salvarán la vida en más de una ocasión, por lo que es una opción muy recomendable si no disponemos de nadie con quien jugar.
En cuanto al modo online, una vez más estamos ante uno de esos casos en los que la poca base de jugadores supone un problema grave para el multijugador, pues nos costará varios minutos encontrar jugadores con los que compartir la experiencia, y eso teniendo en cuenta que recientemente se ha añadido juego cruzado con el resto de plataformas. Nuevamente no podemos culpar a la compañía de este aspecto, ya que depende exclusivamente del interés de los usuarios, pero es un detalle que hay que tener en cuenta a la hora de comprar Blightbound si tenemos interés en jugar en línea.
Los niveles consisten principalmente en lograr una serie de objetivos dentro de los mismos, lo cual casi siempre implica liarse a tortas con todo bicho viviente que nos crucemos. Como hack ‘n slash digamos que se defiende bien, aunque el manejo no es perfecto e incluso puede llegar a hacerse pesado en algún momento, pero por lo general es bueno. Contaremos con ataques asignados a cada botón, los cuales necesitarán un tiempo de recarga para volver a ser utilizados, además de un ataque final que requiere que golpeemos enemigos para aumentar el medidor del mismo. Al final de cada nivel, nos tendremos que enfrentar a un boss final que no nos lo va a poner nada fácil.
Al acabar la zona en cuestión, recibiremos puntos de experiencia con los que subiremos de nivel -ojo, solamente el personaje que hayamos controlado, el resto no recibirá nada-, además de oro y materiales de crafteo. Esto nos servirá más adelante para desbloquear nuevas funcionalidades de nuestro campamento como el herrero, el comerciante o incluso el alquimista. Cuanto más nivel de grupo tengamos, mayores recompensas podremos conseguir y más funcionalidades podremos desbloquear.
En cuanto a nivel gráfico, es importante destacar que el rendimiento no es del todo bueno. A pesar de no ser especialmente detallado, se aprecian ligeros bajones de frames en momentos concretos, eso sumado a la cantidad de crasheos que hemos sufrido en mitad de la partida, haciendo que haya que recomenzar de nuevo todo el nivel y por supuesto privándonos de conseguir todos los objetos y experiencia acumulada. Es de esperar que sea arreglado, pero por el momento tenemos que lidiar con esto.
En definitiva, la sensación que deja Blightbound es de que tiene buenas ideas, pero podría haber sido mucho mejor. En general se siente como un juego hecho con prisas y poco esfuerzo, como si no hubiesen querido refinar del todo la fórmula, y eso viniendo de los creadores de juegazos como Awesomenauts y Swords & Soldiers, duele. Esperemos que con el paso del tiempo el juego reciba las mejoras y actualizaciones que se merece, por el momento se deja jugar y nos entretendrá, pero lo cierto es que hay opciones mejores.
Este análisis ha sido realizado en PC mediante una copia cedida por Cosmocover