Hace algunos meses pudimos probar la beta de Crossfire: Legion, cuyo artículo podéis leer aquí. Ahora, tras cierto tiempo de desarrollo, por fin llega a Steam la versión completa tras una temporada en formato Early Access, para que todo el mundo pueda acceder a un juego que quiere posicionarse como la alternativa al rey: Starcraft 2. Pero… ¿estará a la altura de las expectativas? Vamos a averiguarlo.

Crossfire es una franquicia que, aunque es relativamente desconocida en Occidente, hasta hoy ha movido millones y millones de jugadores en Asia. Cogiendo un poco de Call of Duty y otro poco de Counter Strike tenemos un shooter que ya intentó traspasar las fronteras orientales y llegar aquí con el más o menos fallido Crossfire X para plataformas Xbox -con un peculiar modo campaña desarrollado por Remedy-. De la misma manera, este Crossfire: Legion que llega ahora a nuestros PCs es un intento de acercar la franquicia al público occidental, esta vez a través de la estrategia en tiempo real y desarrollado por Blackbird Interactive, los canadienses a cargo de la franquicia Homeworld actualmente.

En Crossfire: Legion encontraremos tres facciones: Global Risk, una especie de mercenarios que se autoconsideran los buenos, Black list es su facción rival y son otro grupo de mercenarios cuyas acciones son más violentas, finalmente tenemos New Horizon, una compañía neutra que apuesta por mejorar la calidad de vida del ser humano con avances tecnológicos. Cada una de ellas con sus propios comandantes y unidades, se enfrentarán en batallas sin fin.

El modo campaña, del cual pudimos probar unos pocos capítulos en su acceso anticipado, consta de 15 misiones divididas en 4 actos en los que tomaremos el control de las tres facciones, cada una con sus propios entresijos argumentales. Si bien esto suena interesante, los inicios de este modo no son tan buenos como se podía esperar debido a una progresión muy brusca que pasa de no explicarnos apenas nada a abrirnos toda la rama de opciones de golpe y porrazo casi sin explicaciones de por medio. Los dos primeros capítulos son muy básicos, seleccionar unidades y atacar al enemigo, a partir del tercero es cuando se desbloquea el menú de construcción y prácticamente iremos a ciegas, ya que no cuenta con un tutorial que nos diga qué hacer a continuación ni como funcionan las cosas.

En cuanto a la jugabilidad, digamos que cumple sin más, sin alardes. Crossfire: Legion se rige por los cánones básicos del género RTS pero tampoco va mucho más allá, pues nos permite crear una buena variedad de unidades y edificios pero tampoco demasiadas, al contrario que ocurre en otros juegos del sector. Al final del día la victoria se basa principalmente en tener la mayor cantidad de efectivos antes que en crear una buena estrategia defensiva y ofensiva.

Pasando ya a los modos de juegos, la campaña principal nos sirve como avanzadilla para prepararnos para lo que será el nucleo duro: el multijugador. Contaremos con distintos modos de juego multijugador entre los que se encuentran Enfrentamiento -hacerse con el control de una zona-, Mercancía -conseguir el mayor número de recursos-, Cooperativo -jugadores vs IA- y Frentes de batalla -eliminar a todas las unidades del rival-, entre otros nuevos modos que se sumarán para el lanzamiento oficial, por lo que para cuando estéis leyendo este análisis ya podréis disfrutarlos. Para ello podremos tanto buscar partidas existentes como crear nuestras propias salas, pudiendo elegir mapa, tamaño del mismo, cantidad de recursos y varios parámetros más.

A su vez, contaremos con un sistema de progresión matchmaking, de manera que cuantas más partidas juguemos y vayamos subiendo de nivel al jugar online, seremos emparejados con gente de nivel y habilidad similares a los nuestros. También tendremos un ranking mundial dividido por continentes con el que podremos ver en qué posición estamos en la clasificación global.

El problema, como siempre ocurre con estos juegos que no son conocidos entre las grandes masas, es que el multijugador se encuentra vacío y es muy difícil encontrar partida. Podríamos justificarlo diciendo que estamos analizando este título antes del lanzamiento oficial y es normal que no haya gente jugando, pero teniendo en cuenta que hasta ahora cualquier persona lo podía comprar y jugar en forma de acceso anticipado, no nos vale esta excusa. Simplemente se trata de un juego que no genera la suficiente expectación como para sostener una base de jugadores sólida y constante.

Otro de los grandes atractivos con los que cuenta Crossfire: Legion es su editor de mapas. Se trata de un creador de niveles bastante completo que nos permite crear nuestros mapas personalizados escogiendo el tipo de terreno, cantidad de recursos, número de unidades, etc…de manera que podremos utilizar estos mapas propios en nuestras partidas. Además contaremos con compatibilidad total con Steam workshop, por lo que podremos subir nuestras creaciones a la red y a su vez descargar mapas de otros usuarios para jugarlos nosotros.

Pasando ya al apartado gráfico, nos encontramos con un estilo visual cumplidor que no vamos a negar que luce vistoso pero tampoco supone ninguna locura gráfica, además el framerate se ve lastrado en ocasiones si ponemos la configuración gráfica en ultra, lo que puede afectar a la jugabilidad. En cuanto al sonido, nos acompañarán melodías que si bien no llegan a ser memorables, la verdad es que no molestan y consiguen ambientar bastante bien nuestras misiones. Finalmente, contaremos con voces en inglés y textos en castellano, entre otros idiomas.

Crossfire: Legion prometía ser uno de los juegos de estrategia en tiempo real más interesantes de los últimos años, pero finalmente se queda a medio gas. Lo que encontramos es una experiencia de juego básica que quizás pueda estar bien para quien se inicia en el género RTS, pero quien busque una gran profundidad y un soporte jugable a largo plazo se le puede quedar pequeño.

 


Este análisis ha sido realizado en PC mediante una copia cedida por PLAION