Se echaba ya de menos uno de esos juegos de exploración y aventura de corte desenfadado que tanto gusta a los jugadores de toda la vida. Ese es el caso de Promenade, pequeña obra creada y distribuida por la desarrolladora francesa Holy Cap studio que con este juego debut nos trae todo el encanto y la fantasía de los juegos 2D. Admito que comencé a jugarlo sin muchas expectativas pero poco ha sabido ganarme, aunque ahora os lo cuento todo.
Como si de un cuento infantil se tratase, la historia comienza con la forja de una amistad inseparable. Nuestro protagonista, el joven Nemo, cae al agua y es rescatado por un amable pulpo con el cual acaba creando un fuerte vínculo. Cuando Nemo ya se ha recuperado y se dispone a volver a su hogar, un malvado espíritu roba todas las piezas del elevador mágico que conecta todos los mundos. Con ayuda de su amigo pulpo, le toca a Nemo recuperar todas las piezas para volver a su hogar.
¿Como podemos definir a Promenade? Pues es complicado, a veces es Banjo & Kazooie, a veces es Super Mario 64 y a veces llega a ser The Witness, pero todo ello sin salir de su jugabilidad bidimensional. Para ser justos, sus creadores lo han denominado como «collectathon 2D» y aunque quizás no entra dentro de los cánones del género estrictamente hablando, es acertado llamarlo así debido a su temática de recolección.
A través de diferentes mundos, tendremos que explorar los niveles tanto a lo largo como a lo ancho para descubrir todos los secretos de los mismos. Nemo cuenta con varios movimientos, siendo el principal de ellos el poder agarrar enemigos y luego lanzarlos o impulsarse con ellos en una mecánica que me ha recordado poderosamente al clásico Klonoa de PlayStation. También disponemos de otros movimientos como el salto, rodar de manera continuada y quizás el más esencial, poder lanzar a nuestro pulpo hacia cualquier dirección para agarrar objetos o trepar. No son los únicos movimientos, iremos desbloqueando nuevas habilidades y mejoras a lo largo del juego.
Pero sin duda los grandes protagonistas de la aventura son los puzles: para conseguir todas las piezas del elevador tendremos que resolver puzles, muchos, prácticamente cada una de las 180 piezas del elevador requiere resolver un acertijo diferente para hacernos con ella. Los hay literalmente de todo tipo, de habilidad, de reflejos, de lógica, de memorización, de perspectiva….nada se queda sin su porción de hacernos pensar y tener un buen dominio de los controles.
Y es que, por así decirlo,el propio mundo del juego es un puzle en sí mismo, ya que para avanzar de un mundo a otro también nos las tendremos que ingeniar y darle un poco a la cabeza, incluso el hub central entre mundos tiene sus propias piezas que recolectar. Lo cierto es que son puzles muy bien planteados y bastante originales, no son sencillos pero tampoco imposibles de resolver, tienen la dificultad perfectamente medida para no acabar frustrando y eso es de agradecer.
Ocasionalmente también tendremos mazmorras más largas que culminan con un enfrentamiento contra un boss final, habitualmente para conseguir un engranaje completo -cada tres piezas recolectadas forman un engranaje, los cuales necesitamos para activar las diferentes plantas del ascensor-. Estas luchas vienen a ser las clásicas peleas basadas en esquivar el patrón de movimientos del enemigo y golpearle cuando quede al descubierto. No es que sean complicadas, pero sí que pueden hacerse un poco largas, además de que en caso de morir debemos repetir el combate desde el principio.
El apartado visual,como se puede ver en las capturas que acompañan a esta reseña, es simplemente precioso. Todos los elementos han sido dibujados a mano, con un diseño muy amigable e imaginativo que parece sacado de un libro de cuentos, incluyendo también el propio diseño de escenarios que dejan unas estampas muy bellas. Las melodías son muy agradables y pegadizas, con toques suaves y a veces animadas, pero nunca machaconas ni olvidables. En cuanto al idioma nos podemos olvidar de ello porque el juego no tiene ni una sola linea de diálogo ni voces, a pesar de ello la trama y las situaciones son perfectamente entendibles, lo cual me parece que tiene un mérito enorme. Aun así tendremos textos en castellano que sirven como descripción de cada pieza obtenida y nos pueden dar una pista de como conseguirlas en el menú de inventario.
Iba con un poco de recelo con Promenade porque no es especialmente mi tipo de juego, pero ha sabido callarme la boca de buena manera. Estamos ante un juegazo que desborda imaginación y buen hacer por los cuatro costados, lo cual me parece aun más impresionante viniendo de un estudio amateur sin ninguna experiencia en el desarrollo de videojuegos. Es una pena que un título como este haya pasado tan desapercibido porque es uno de esos juegos que se salen de la norma, en el buen sentido. Desde aquí no podemos más que recomendarlo enormemente porque no nos va a decepcionar en ningún momento.