Tras movernos con la bicicleta a velocidades endiabladas, ha llegado el momento de ir a tierras más tranquilas. En unos pocos días sale a la venta el Shin chan: Nevado en Carbónpolis, al cual he tenido el placer de jugar. No se vosotros, pero para mi Shin chan ha sido siempre un lugar seguro, una serie para desconectar de los sinsabores de la vida, y este juego me ha servido justo para eso.

Las vacaciones en el pueblo nunca habían sido tan relajantes. Nos escapamos del bullicio de la ciudad para ir a Akita, el pueblo de origen de Hiroshi -el padre de Shin chan-. Él tiene un trabajo en el lugar y nosotros, como niños, aprovechamos para visitar el pueblo. El abuelo, llamado Ginnosuke, nos dará las primeras directrices para que empecemos a pasarlo bien. Capturar insectos, pescar amigables peces, plantar verduras o explorar serán las actividades que más llevaremos a cabo en Shin chan: Nevado en Carbónpolis.

Los personajes son típicos del pueblo, lo cual le dará más realismo a la situación. Tenemos a una loca de los insectos, a chavales chulos que nos impiden el paso, a gente que labra el campo… todo ello se completa con un aspecto visual cuidadísimo. Los personajes se funden con los escenarios, que parecen directamente sacados de postales. En las imágenes podréis ver lo precioso que es todo. Cuando decidí analizar este juego lo hice simplemente por lo bello que me parecía, sin reparar en su género o su posible calidad.

Pero no solamente de cazar bichos vive el hombre; en los primeros tres días nos da tiempo a ver nuestro destino más allá de Akita: La ciudad de Carbónpolis. Se trata de un lugar extraño, donde veremos nuevos elementos jugables y nuevos personajes. Lamentablemente en este probando no puedo hablar mucho, dado que solo podemos visitar este lugar momentáneamente durante el último día. Además de las misiones que nos mandan y nuevos elementos que podemos recolectar, estoy seguro de que muchas sorpresas nos esperan en la mecánica urbe.

Ya que he nombrado el tema de los días, Shin chan: Nevado en Carbónpolis se desarrolla como si un Persona se tratara. Cada día podremos hacer un número limitado de cosas; cuando nos movamos de un lugar a otro el día irá pasando. En los diferentes momentos del día podremos capturar unos animales u otros. Estoy seguro de que el ciclo día-noche se expandirá en los siguientes días y que tendrá bastante profundidad, porque ya parece bastante importante.

Como punto negativo, os tengo que decir que el juego no ofrece doblaje al español, así que la inmersión se ve mermada. Entiendo que no traiga doblajes en euskera o catalán -aunque como vasco mataría por el primero, no os voy a engañar-, pero creo que el doblaje a nuestro idioma le daría gran calidad al título. De hecho, y como es probablemente obvio, yo nunca había visto Shin chan en japonés, y tengo que decir que ha supuesto un choque bastante grande para mi persona. Al menos podemos acariciar a Nevado, no le hubiera perdonado al juego no poder hacerlo.

Pero volviendo al juego, os tengo que decir que esta triada de días no me ha servido para ver mucho; tengo la sensación de haberme quedado en la superficie de lo que Shin chan: Nevado en Carbónpolis nos puede ofrecer. Así que os tendréis que esperar al análisis que llegará en unos pocos días. Desentrañaré el misterio que existe en la ciudad del carbón y os lo contaré por aquí.