La fórmula de las historia de viaje es casi tan vieja como la civilización. Y no dejamos de disfrutarla por lo bien que siempre funcionará. Ayasa: Shadows of Silence nos propone un viaje, que también usa algo tan básico como el viaje interior de la protagonista con su incansable viaje exterior siempre adelante. Y la manera de hacerlo es también a través de un videojuego de fórmula conocida, de nuevo, porque funciona a la perfección.

A través de seis estados emocionales y filosóficos, viajaremos en un mundo devastado, retorcido, y grotesco, que en ambos aspectos será un reflejo de nuestro mundo y del ser humano, a través de una experiencia rápida de jugabilidad muy directa.

Aya Games es un pequeño equipo de origen armenio, que durante el desarrollo de Ayasa: Shadows of Silence ha ido incorporando más personal para un proyecto sencillo por duración y planteamiento, y enormemente trabajado por su diseño y dirección de arte. La gran popularidad de Little Nightmares, cuya tercera parte hemos visto hace un par de meses, sería su parecido rápido. Pero realmente a lo que más parece Ayasa: Shadows of Silence es al veterano INSIDE de la desmontada Playdead por su disposición tan directa y su viaje eterno siempre hacia adelante, ofreciendo también algo suyo. 

Este tipo de videojuegos me entra particularmente bien, por la manera en la que combina narrativa, atmósfera, trabajo artístico fascinante y perturbador, y una jugabilidad de plataformas, puzles, persecuciones… que te hace muy partícipe de unas historias que siento más cercanas por este diseño tan directo que ofrecen estos juegos. Y aquí tendremos justamente eso.

La historia de Ayasa: Shadows of Silence nos habla del mundo invertido, un lugar donde la luz y la oscuridad estaban en equilibrio bajo el auspicio de un demiurgo, Tas. Pero el equilibrio se rompe y nuestra protagonista viaja por un mundo grotesco y terrorífico, que además está dividido en distintos aspectos vitales: Fe, Esperanza, Amor, Avaricia, Indiferencia y Traición. Buscaremos los restos de la luz de Tas en un mundo que nos cuesta creer que aún la albergue.

Realmente la historia explicada es más exterior, para que el jugador que se interese por el juego tenga un poco de contexto. Porque durante el juego todo se presentará de manera mucho más parca y visual, prácticamente sin palabras.

Ayasa es una muchacha que se nos presenta como demasiado normal en un mundo que dudamos alguna vez lo haya sido. Ella y su manejo son viejos conocidos: correr, saltar, agacharse y pasar sigilosa, empujar objetos… Tenemos movimiento en 360 grados y avance casi perpetuo de izquierda a derecha. Pero uno de los toques propios es que adquirirá algunos poderes basados en esa luz que cada vez parece más ajena. Reconstruir lo roto o interactuar con mecanismos y máquinas, hacernos invisibles… se presentan como ese toque un poco más propio frente a la indefensión casi completa que presentan este tipo de juegos. Se agradecen estos toques para enriquecer el gameplay.

Con todo, el verdadero valor de Ayasa: Shadows of Silence es su increíble atmósfera y diseño visual. Es casi vivir una muy retorcida aventura de animación que parece pasar de Tim Burton al Phil Tippett de Mad God. Pero no es un continuo hacia la fealdad y el horror, hay espacio para lo bello.

Agradeciendo que la rotulación mantenga el sentido artístico también en los agradecidos textos en Español, realmente todo nos vendrá de lo visual y de lo que jugaremos y afrontaremos. Tampoco todo se limita a las persecuciones, el sigilo ceñido o el plataformeo más o menos ceñido, porque podremos realizar acciones y sencillas decisiones para decantarnos por uno de los dos finales: luz y esperanza o bien oscuridad y traición. Aquí ya empezarían los problemas del juego.

Mientras este análisis se publica, Ayasa: Shadows of Silence está inmerso en un frenético proceso de parcheo y retoqueo. Afortunadamente, los graves problemas tras el lanzamiento del juego -que han sido los que su breve demo mostraba- han sido suavizados, haciendo que ya haya una experiencia funcional y disfrutable. Pero lamentablemente, aún no como se merece el juego.

Las físicas siguen necesitando un poco de trabajo, los checkpoints y comportamiento de los personajes y trampas agradecerían más ajustes, contactos demasiado ‘al aire’ cuando los enemigos nos atacan o intentan atraparnos… Realmente este tipo de juegos ya nos acostumbra a repetir checkpoints y reintentar, pero no hace gracia que eso pase por caídas tontas, o peor, que un enemigo golpee al aire y nos tumbe habiéndolo esquivado. Por esto mismo se acentúa por algo que me parece totalmente injustificable: los exagerados tiempos de carga. 

Morir mucho ya digo es sabido y nos sirve para aprenden, ensayo-error, cada uno lo acepta mejor o peor, y yo lo hago bien en este tipo de juegos. Pero en absoluto si cada vez que muero tengo que esperar 12-15 segundos para volver a jugar. La cosa es tan esperpéntica que he tenido momentos donde he durado menos en pantalla de lo que le costaba el juego volver a cargar. 

No tengo ninguna duda de que esto se resolverá, y el hecho de que no haya leído nada en Steam cuando las quejar por los bugs y las físicas están en boga, me hacen pensar en algo que quizás esta misma semana ya no exista. Debo aclarar que tengo un disco NMVe de 2,5 GB/seg, no hablo de un HD mecánico ni nada así.

Pero es que, encima, el mismo desarrollo parece que se está reparcheando y reconstruyendo. Ahora mismo, reconocido por los responsables en el foro de Steam del juego, están reestructurando los finales, porque parece que el final bueno… ¡No es alcanzable! Prometen no solo replantear detalles en cada escenario para hacerlo, sino añadir algunas mecánicas, acciones… No parece serio que esto haya salido así. Y no me quito de la cabeza que de las 3,2 horas de juego que me marca Steam, ¿cuanto ha sido en esas malditas cargas? En fin…

Con todo, Ayasa: Shadows of Silence propone un viaje muy visual, visceral en momentos, y recomendable. Es un juego claramente lejano del suspenso, pero también, muy mejorable. No quiero añadir más combustible a las llamas, pero ya como tema personal, agradecería más FX en más momentos. La combinación de música, sonidos y silencios acompañan bien a narración y arte, pero en momentos también he sentido apagado todo por esa falta de efectos, contundencia  y acompañamiento de audio.

La intención de Aya Games es llevar este juego también a ecosistemas Nintendo, PlayStation y Xbox. Para cuando se anuncien las fechas definitivas de lanzamiento en consolas no dudo que esté todo o prácticamente todo resuelto, pero por el bien de un juego que lo merece bastante, que lo hagan lo más rápido posible.