Una semana atrás analicé PlayStation VR, el sistema de realidad virtual creado por Sony para PlayStation 4. Y en dicho análisis, cuando comenté muy por encima las impresiones de los juegos que probé os prometí un análisis de Astro Bot, el juego del que todo el mundo habla cuando alguien menciona PlayStation VR. Ha llegado Lunes y toca dar veredicto a uno de los juegos más populares de la Realidad Virtual desarrollado por Sony Japan Studio.

ASTRONÓMICO

Cuando uno se pone el casco de Realidad Virtual y ejecuta el juego, nada más ver el despliegue del menú de arranque se le acaba poniendo la piel de gallina. Pulsamos el botón de comenzar nueva partida y al instante tenemos el sencillo argumento del que somos testigos (y protagonistas): el Capitán Astro y sus 212 robots se lo pasan bomba a bordo de la Astro Ship, su nave espacial. Pero su diversión no dura mucho cuando un alienígena decide fastidiarles la fiesta. No contento con ello destroza la Astro Ship y con ello dispersa en cinco planetas y varios asteroides a los 212 robotitos que deberemos rescatar. Aparte de eso también tendremos que recuperar las cinco piezas perdidas de la Astro Ship que han caido en manos de los cinco jefes, uno en cada planeta.

En argumento poco más se puede comentar, tampoco hay diálogos. Ahora, la caracterización de los robots es muy simpática, enamorándote de sus diseños desde el primer contacto visual que tienes con ellos y sus expresiones faciales. No se necesita diálogos hablados y/o escritos para disfrutar de este juego.

Algunos de estos escurridizos robots están bien escondidos. Habrá que prestar atención al entorno y escuchar bien sus chillidos de auxilio.

UN FUEGO EN TU MENTE

Vamos a lo importante: la jugabilidad. El juego se controla única y exclusivamente con el Dualshock 4, no se admite otro tipo de control. Tal es así que veremos nuestro mando representado de manera virtual en el juego en todo momento, con sus propios sensores de movimiento, ya que desempeña un papel muy importante en la jugabilidad del título. Astro Bot cuenta con los controles básicos de un plataformas medio, botón de salto y de ataque y el stick izquierdo para el movimiento. En ese sentido es tan básico como Crash Bandicoot 1. Pero aquí la gracia está con que contamos con el sensor de movimiento del Dualshock 4 y nuestros ojos a través de la Realidad Virtual.

La Realidad Virtual aquí es muy importante ya que con nuestra cabeza tendremos que jugar con las ingeniosas perspectivas de algunos niveles para no solo superar las plataformas de los 20 niveles disponibles, si no también para encontrar a los ocho robots de cada nivel, ya que algunos están escondidos de manera muy ingeniosa mientras que algunos son sencillos de encontrar. En el caso del sensor de movimiento del Dualshock 4, contaremos con gadgets en determinados niveles que serán cruciales para avanzar y que accionaremos pulsando o deslizando el dedo en el panel táctil del mando. Contaremos con ganchos para crear puentes o tirar de determinados obstáculos, cañones de agua para enfríar superficies al rojo vivo o shurikens para cortar cuerdas y telas de araña. Cada gadget depende exclusivamente del sensor de movimiento del mando y funciona a las mil maravillas.

Cada nivel cuenta con ocho robots por encontrar. Cuantos más mejor, ya que para enfrentarse a los jefes se requiere un número de robots rescatados.

Astro Bot tiene una duración moderada. Además de la tarea de completar los cinco planetas y derrotar al jefe alienígena también está el cinturón de desafíos, el cual nos ofrece pruebas que hay que completar con una puntuación objetivo o en un determinado tiempo. Algunas pueden resultar difíciles al comienzo, pero tras unas pocas repeticiones pueden superarse sin problemas. Para acceder a dichos desafíos se requiere explorar a fondo los niveles principales para encontrar a los camaleones ocultos que desbloquean dichos desafíos.

Además de los desafíos tenemos una simpática sala de recreos que alberga el interior de la Astro Ship, donde podemos jugar a una máquina de feria con gancho (empleando las monedas que ganamos jugando en los niveles del juego) para recoger bolas que contienen decorados para las distintas salas de recreo. Hay más de 100 para conseguir aunque hay que tener cuidado porque hay algunas bombas entre los ansiados premios.

Mientras que el diseño de los niveles, a nivel de perspectiva, aprovecha a las mil maravillas la función de la Realidad Virtual, también hay un gran pero en este juego: no se puede retroceder en los niveles. Es similar a Super Mario Bros: una vez avanzamos la cámara no podemos retrocederla, por lo que si nos perdemos algún coleccionable nos toca o morir hasta el último punto de control, reiniciar el nivel o completar el nivel y volver a jugarlo. No obstante el resto del juego es excelente: los controles cumplen a la perfección de manera ligera y con respuesta inmediata.

Técnicamente es una preciosidad: colorido, detallado y una calidad de animaciones excelente. Este grandullón de aquí es un encanto.

PARAÍSO DE POLIETILENO

En lo referente a la materia técnica, el juego gráficamente es una maravilla. Cuenta con unos gráficos muy coloridos y preciosos, y con una sorprendente nitidez y fluidez teniendo en cuenta lo que exige la Realidad Virtual. La calidad de las animaciones es muy buena, mención especial a las expresiones de los pequeños robots y del propio Capitán Astro, es como vislumbrar una película de animación. En detalles, hay niveles realmente alucinantes, aunque todos acaban sorprendiendo de alguna manera en mayor o menor medida. Mis favoritos son los niveles bajo el agua, los cuales irónicamente suelen tener bastante mala fama en los videojuegos.

Luego la banda sonora es otro caramelo dulce: compuesta por Kenneth M. C. Young, conocido por ser colaborador habitual de Sony componiendo música en otros juegos first de la compañía como Little Big Planet, nos ofrece una banda sonora variopinta que podría pasar perfectamente por el repertorio musical de un nuevo Super Mario.  Su música casa a la perfección con cada situación, y se nos quedará pegada en la cabeza durante días.

Como robot asistente del Capitán, tendremos que ayudarle con determinados gadgets a progresar por los niveles.

CONCLUSIÓN

Astro Bot es uno de los mejores juegos del catálogo de PlayStation VR, y a falta de jugar a más juegos del catálogo no me atrevo todavía de calificarlo como el mejor. Técnicamente una pasada: muy muy inmersivo, colorido, gráficamente detallado y una calidad de animaciones soberbia. Banda sonora pegadiza y variopinta y unos controles excelentes con un sobresaliente aprovechamiento de la Realidad Virtual en el magnífico diseño de niveles. Su única pega mayor es el no poder volver atrás en los niveles y luego en menor medida la falta de algo más de dificultad y, a criterio personal, me habría gustado al menos un planeta con unos pocos niveles más para explorar, porque de verdad que me he quedado con ganas de más. Y si Sony me escucha, ojalá hagan a Astro Bot la mascota oficial de PlayStation, porque se lo merece.