Hace 26 años ya, que se dice pronto, que los chicos de Revolution Software nos trajeron una aventura gráfica que supo hacerse un hueco entre las grandes compañías que copaban el género, LucasArts y Sierra, logrando convertirse en un juego de culto: Beneath a Steel Sky. Hoy, camino de tres décadas después, nos llega su secuela: Beyond a Steel Sky.

Y es que, aunque las compañías de George Lucas y Roberta Williams, respectivamente, triunfaban con cada título que lanzaban al mercado, sacando una obra maestra tras otra, no hay que olvidarse de esta pequeña compañía británica fundada en 1990 por Charles Cecil, Tony Warriner, David Sykes y Noirin Carmody. Con el lanzamiento de Lure of the Temptress estrenaron su primer motor para crear aventuras gráficas, el Virtual Theatre Engine, también utilizado en las primeras entregas de otra gran saga, Broken Sword, y, por supuesto, en el Beneath a Steel Sky, que sorprendió a propios y extraños y pasó a convertirse en juego de culto por los amantes del género. Aunque han sido parcos en lanzamientos a lo largo de su dilatada vida, nos han dejado títulos imprescindibles para los amantes del género, y hoy vuelven a la palestra con el arriesgado cometido de convertir un título en saga, tantos años después.

Y es que, tras tantos años con la licencia en barbecho, nos encontramos, al igual que ocurre en casos como el cine o las series, con el problema de cómo afrontar el proyecto. Una aproximación demasiado similar y que imite audiovisualmente al juego desarrollado en el Virtual Theatre Engine, podría levantar las quejas de que se han estancado, que ha habido poco trabajo detrás, o que están intentando aprovecharse de la nostalgia como recurso fácil. Por el contrario, si se decantasen por una aproximación actual y que denotase el avance que, durante estos 26 años, ha vivido el mundillo, podría no reconocerse como una continuación del juego original.

En este caso partimos con una ventaja con respecto a otros casos, y es que la gente encargada del proyecto fue parte del original. Finalmente, Revolution Software ha optado por un motor actual, con un motor 3D, pero intentando mantener un aspecto que evoque al original en cierta medida. El trabajo de Dave Gibbons como director artístico, que ya trabajara en el original, y a la postre dibujante de comics ampliamente conocido por Watchmen, es una declaración de intenciones, y es que se ha intentado trasladar ese tono de comic a Beyond a Steel Sky, aunque manteniendo cierto equilibrio.

En cuanto al desarrollo jugable, Beyond a Steel Sky mantiene un sistema parecido al utilizado en una aventura gráfica point & click clásica, haciendo que sea fácil tomar el control desde el primer comienzo. A primera vista puede parecer que estamos ante un juego de Telltale pero no tardaremos mucho en notar las diferencias. Para avanzar en el juego deberemos resolver puzles que podremos solventar bien mediante la interacción con otros personajes, bien mediante el uso adecuado de objetos en el lugar o con el personaje adecuado, saboteando o utilizando una herramienta de hackeo de la que, de hecho, se abusa en algunos momentos. Es recomendable, de hecho, agotar todas las vías de diálogo para no dejarnos ninguna pista fuera de nuestro radar. Y los puzles son lógicos, aunque ello no evitará que en algún momento podamos atascarnos. Para ello, si llegamos al punto de frustración que en su día solventaríamos con la consulta de la guía correspondiente publicada en la revista de turno, podremos utilizar un sistema de ayudas opcional que nos echará un cable para solventar el escollo y seguir avanzando.

Lo que sí que se utiliza de serie, es un sistema que resalta los objetos relevantes para el juego, de forma que no os perdamos en el mundo 3D buscando objetos que puedan sernos útiles, y nos centremos en las conversaciones y el uso de dichos objetos de forma adecuada. Conversaciones que nos sumergirán en la historia, ya que el juego está repleto de líneas de diálogo que presumen de un gran doblaje al inglés, al francés y al alemán, teniéndonos que conformar en castellano con una traducción de los menús del juego y subtítulos para dichos diálogos.

Beyond a Steel Sky nos sitúa, aunque hayan pasado 26 años del desarrollo del anterior juego, unos 10 años tras el final de la historia del primero. Volveremos a controlar a Robert Foster, cuya apacible vida se ve alterada cuando el hijo de un amigo es secuestrado y nos comprometemos a encontrarlo y traerlo de vuelta. Nuestras pesquisas nos conducirán de vuelta a Union City, una de las pocas megaurbes que existen actualmente tras las guerras y el colapso político, una aparentemente utópica ciudad en la que la población vive feliz y ajena a los problemas y regida por una Inteligencia Artificial. No tardaremos, por supuesto, en deducir que no es oro todo lo que reluce, e iremos tirando del hilo para descubrir y destapar verdades incómodas con algunos sorprendentes encuentros con viejos conocidos de la primera entrega.

Beyond a Steel Sky está desarrollado de forma que no es en absoluto necesario haber jugado al primero. No obstante, no podemos más que recomendar haberlo hecho, pues ciertos momentos que no queremos destripar tendrán mayor impacto y significado si lo hemos hecho. Si no lo habéis hecho, es un momento excelente para planteárselo puesto que Beneath a Steel Sky está actualmente disponible de forma gratuita tanto en GOG como en Steam, facilitándonos poder disfrutar de él previamente al título que nos ocupa. Existe, además, la opción de adquirir por separado, también de forma gratuita en Steam, el Beyond a Steel Sky prologue comic book que también recomendamos desde aquí leer a modo de introducción.

Beyond a Steel Sky nos ofrece una aventura gráfica de ambientación cyberpunk, que mezcla humor y drama a partes iguales. Las aventuras de Revolution Software siempre han gozado de identidad propia, y esta no es la excepción. Queda claro desde un comienzo que no estamos ante un juego loco de la talla de Monkey Island o Maniac Mansion, pero tampoco tan serio y grave como la saga King Quest. Se guarda un adecuado equilibrio que permite aligerar el peso en ocasiones, pero no resta gravedad a la historia.

Desde el punto de vista técnico, el juego presenta un aspecto más propio de una producción media que de una compañía pequeña del tamaño de Revolution Software. Pasada la sorpresa inicial comenzamos a ver las limitaciones, como un número de localizaciones y tamaño del mapa menor a lo que la ciudad parece ofrecernos en principio, acrecentado por el hecho de que la aparente libertad se ve a veces coartada por la limitación de movimientos propia, en ocasiones, del género. Eso sí, no podemos más que preguntarnos si, de haber optado por un aspecto neorretro y más armónico con el primero, tal vez podría haberse invertido más tiempo y recursos a aumentar el tamaño del mapa a explorar o mostrar unos modelos y escenarios en 2D, pero más preciosistas y detallados. Igualmente, la música acompaña bien, con muy buenos momentos, aunque tiene poca presencia en general, y los efectos cumplen.

Concluyendo, aunque técnicamente no es la panacea y durante las aproximadamente 10 horas que nos durará Beyond a Steel Sky, nos encontraremos pequeños bugs que tampoco supondrán un escollo para el avance y disfrute del juego, cumpliendo sin problemas en ese aspecto. Ofreciendo, a fin de cuentas, un resultado notable en todos sus apartados. Con ciertos elementos mejorables, pero destacando allí donde debe hacerlo un juego de este corte.

 


Este análisis ha sido realizado mediante una copia cedida por Revolution Software