La Bruja de Blair, de una manera u otra, ha pasado a ser un poco parte de la cultura pop actual. No es solo que la primera película, El proyecto de la bruja de Blair, de 1999 pusiera de moda un género de cine llamado metraje encontrado que, aunque data de 1980 con la película Holocausto Caníbal, fue la cinta de la Bruja de Blair la que lo popularizó. La película fue un éxito de taquilla y crítica, y tuvo una muy buena recepción que ha hecho que a los largo de los años hayan aparecido dos segundas entregas -que además se niegan la una a la otra- en el 2000 y en el 2016, y dos videojuegos, uno del año 2000 que consta de tres episodios y Blair Witch de 2019, el juego que nos ocupa.
Pero lo adecuado sería hablar primero de esta falsa leyenda y su mitología creada para la primera película, pues el juego arranca sin ponernos en contexto, y a pesar de que también es disfrutable como historia independiente, conocer el trasfondo hará más rica la narración y dará sentido a varios elementos que iremos encontrando a lo largo del juego. Así pues, partimos desde la premisa de que los bosques cercanos al pueblo de Burkittsville, Maryland, en plenas Black Hills están malditos por la presencia de una bruja que fue mandada a ejecutar 200 años antes, y que tres estudiantes de cine deciden realizar un documental de la leyenda y de los hechos paranormales que se han ido sucediendo a lo largo de los años. No voy a contar el desenlace de la historia por si algún lector aún no la ha visto, aunque siendo una película de terror psicológico es sencillo imaginarse el desenlace.
Aunque han pasado 20 años desde el nacimiento de la franquicia, su legado sigue vivo al iniciarse cada cierto tiempo nuevos proyectos, aunque algunos de estos al final no salgan adelante, sin embargo es curioso que el estudio polaco Bloober Team, conocidos por otros juegos de terror como Observer o Layers of Fear y su secuela, sí hayan sacado adelante su juego de terror psicológico basado en la franquicia, y lo hayan hecho lo suficientemente bien como para colocarse como el segundo mejor producto basado en esta historia.
Y es que el equipo de Bloober Team ha sabido captar muy bien la esencia del mito y ser respetuoso con el material de la primera película, sin embargo y sin que sea algo realmente negativo, conforme avanzamos en nuestra aventura, el juego va mutando y acercándose más a otras propuestas de los videojuegos de terror, con algunos detalles que nos recordarán a algunos eventos de alguna entrega de Silent Hill, y con ciertos paralelismos con Layers of Fear, como si varias ideas para un hipotético Layers of Fear 3 se hubieran materializado en la parte final de Blair Witch.
Pero comenzando por el principio, en esta aventura en primera persona encarnaremos a un ex policía llamado Ellis, e iremos en todo momento acompañado por nuestro perro, Bullet, el cual se convierte en una parte importante de la jugabilidad, aunque siempre bajo la batuta del juego. Un niño llamado Peter ha desaparecido en el bosque de Black Hills Forest, y vamos a ayudar a las batidas de busqueda, y a nuestro antiguo superior, el sheriff. Enseguida veremos que Ellis no es un personaje blanco, sino bastante gris, con muchos problemas propios que iremos descubriendo conforme avancemos y empecemos a perder el control de la situación. Ellis no va armado, y para la mayoría de las acciones tendremos que apoyarnos en Bullet, en las ordenes que le podemos dar, y en la interactuación con él. Podremos felicitarle, regañarle, pedirle que busque pistas o rastros, pedirle que se quede quito, pedirle que se acerque, o pedirle que no se aleje.
Además de la jugabilidad basada en la interacción con Bullet, tendremos otras ventajas de mantenerlo a nuestro lado, como es que en las partes de combate, muy similares a Alan Wake donde la luz de la linterna daña a los entes enemigos, Bullet siempre nos indicará por donde nos van a atacar, permitiendonos iluminar la zona antes de recibir daño. Y otra razón de estar cerca de Bullet es que si se aleja demasiado, empezaremos a sufrir un ataque de pánico bastante grave, aunque esto último parece estar orquestado por el juego y Bullet se aleja cuando el juego quiere que se aleje.
También tendremos puzles sencillos de distinta índole, y en concreto una mecánica para cierto tipo de puzles basada en rebobinar el tiempo en varias películas que vamos encontrando, usando una videocámara que también encontramos, de forma que podamos revertir sucesos del pasado, como que un árbol caiga bloqueando un camino, o encontrar un objeto que un enemigo a escondido y tapado con una piedra de gran tamaño, entre otras muchas situaciones bastante ingeniosas.
Aparte de nuestra interacción con Bullet, y los puzles de la videocámara, también tendremos otros objetos que podemos usar en determinadas situaciones, objetos para que Bullet rastree, galletas de perro para recompensar a Bullet por un buen trabajo, las cintas de vídeo que vamos encontrando, tres tipos de coleccionables: las fotos de otras víctimas, los informes psiquiátricos, y las figuras de madera -hay un cuarto coleccionable, aunque realmente no recoges nada, sino que destruyes símbolos de madera de la Bruja de Blair esparcidos por los escenarios y a los que tu perro les tiene pavor-. También tendremos una radio con la que en principio hablaremos con el sheriff, y nuestro teléfono móvil, con el que podremos llamar cuando tengamos cobertura -en especial a nuestra pareja, parte de la historia-, recibir llamadas y mensajes, y hasta jugar a tres minijuegos, dos de ellos muy familiares para los que tuvieran un Nokia a finales de los 90.
El apartado audiovisual da una de cal y otra de arena, alternaremos detalles de calidad gracias al Unreal Engine, con otras texturas de baja calidad que nos recordará que estamos ante una producción más bien modesta. El rendimiento es estable, a 30 frames por segundo casi constantes. En el caso del sonido ocurre todo lo contrario, el nivel es muy bueno, y el sonido binaural -mejor con auriculares- será una gozada, sobre todo en secciones donde debamos guiarnos por los ladridos de Bullet, y se ha implementado muy bien en el desarrollo del juego.
Concluyendo, Blair Witch tiene una historia digna de la franquicia, incluso por encima de la segunda y tercera película, pero después de un inicio fiel a lo que podríamos esperar, nos encontramos con otra cosa, con algo con reminiscencias a otros trabajos del estudio, y que curiosamente hacen al juego mejorar, aunque se aleje de la premisa original. Puede quedar raro ante un fan acérrimo, pero al juego le sienta muy bien como crece en tensión, en complejidad, y como evoluciona la narrativa, incluida la sorpresa final con dos finales posibles, eso sí, y un añadido alternativo a uno de ellos. Si os gusta la franquicia, o los juegos de terror psicológico, vais a disfrutar de lo lindo, a pesar de que técnicamente tiene detalles muy mejorables, y algún bug, y que la interacción con Bullet acaba estando al servicio del juego, no del jugador.
Este análisis ha sido realizado mediante una copia cedida por Koch Media