Cookie Cutter es una mezcla entre plataformas y hack & slash, y con esta combinación varios han sido los títulos que han intentado ser memorables. Se me viene a la cabeza Guacamelee, pero ninguno ha apostado por una temática con grandes dosis de temas tabú como la violencia y la sexualidad. Hoy os hablo de Cookie Cutter juego creado por un estudio con tan solo tres desarrolladores llamado Subcult Joint y lanzado apenas hace unos días. Y sí, el año pasado salieron muchos juegos del género como AfterImage o Worldless, que fueron títulos muy originales y diferentes. Cookie Cutter también tiene su propia personalidad y en este análisis os digo por qué:

El juego está ambientado en un futuro distópico gobernado por un maníaco egoísta. Es aquí donde un médico llamado Shinji Fallon crea su último androide y lo llama Cherry. De hecho, es el amor de su vida, pero sus días juntos pronto llegan a su fin después de que su laboratorio sea asaltado y Cherry sea dada por muerta. Pero no todo está perdido. Tiempo después, parece que Cherry es encontrada y cuidada hasta que recupera su salud. Ahora está lista para salir y vengarse de aquellos que destruyeron la vida que alguna vez tuvo y, con suerte, salvar a Shinji en el proceso. 

Al tomar el control de Cherry en el mundo decadente de Cookie Cutter, descubrirás que es ágil para ser un trozo de chatarra. Se mueve a un ritmo vertiginoso como si tuviera un propósito, algo que definitivamente apreciarás mientras exploras el gran mapa del juego. Al ser metroidvania, tenemos mucha libertad, aunque el progreso a menudo se ve detenido por nuestras habilidades limitadas. El clásico backtracking, así, a medida que obtienes nuevas mejoras, como la capacidad de realizar doble salto o un golpe con una motosierra para romper paredes muy duras, vale la pena volver a visitar áreas por las que ya has pasado para descubrir nuevas rutas, coleccionables o incluso más mejoras.

Es importante hablar de esto ya que Cherry no comenzará a tope de energía, deberá ir ganando energía de forma progresiva, estos módulos suelen estar escondidos por el mapa en habitaciones secretas y en ocasiones necesitamos usar poderes especiales. Las mejoras tienen un valor de energía y no pueden ser equipadas al sin sentido, podemos hacernos muchas builds y ir probando distintas combinaciones para elegir la que más nos guste. 

En cuanto al combate, el sistema de combate es simple y no posee un largo listado de combos como sí hacía TEVI pero tiene lo justo para hacerlo dinámico, en gran parte se debe a las eliminaciones, cada vez que le quitemos la stamina a un enemigo si este tiene poca vida podrá ser ejecutado y ahí veremos a Cherry sacando sus armas a pasear. Es alucinante la variedad de eliminaciones que hay y el toque satánico que introduce.

Si algo no me gustó fue la mecánica de parry. El juego permite usar el parry y de hecho con ello podríamos bajar la stamina de los enemigos más rápido, pero es lento y tosco, en el tutorial no queda claro como se debe usar y a pesar de recibir un cambio para permitir una ventana de movimiento mayor, sigue sin ser una forma interesante de superar los enfrentamientos. 

El otro punto negativo que he encontrado ha sido la escasa variedad de enemigos que encontramos. Esto lo hace monótono, ya que siempre nos enfrentaremos a los mismos enemigos pero con un cambio de skin y alguna que otra habilidad. Por suerte el juego cuenta con jefes finales en cada nivel y estos sí son un verdadero reto, no es un juego difícil pero sí tiene cierto grado de complejidad. 

En el apartado técnico me ha gustado que visualmente la interfaz es muy limpia, permitiendo en todo momento centrarnos en la acción. El diseño del mapa también es muy acertado permitiendo saber donde estamos y dónde debemos ir, una vez completamos una ruta alternativa, el símbolo desaparecerá. 

A nivel visual el juego por su caricaturesco diseño de dibujo animado, hecho a mano, me recordó al majestuoso Cuphead, aunque Cookie Cutter usa una paleta de colores más oscuros. En el apartado sonoro, el juego tampoco se queda atrás, se nota que es algo secundario en la aventura y no apuesta por melodías muy desarrolladas, cumple con su cometido. El juego además viene subtitulado en 6 idiomas incluyendo el español.

En definitiva, el subgénero de los metroidvania está de enhorabuena y goza de muy buena salud, 2023 ha sido un año muy bueno para el subgénero y a pesar de salir justo a final del año, Cookie Cutter logra ser una propuesta más que interesante, un título con esencia y lleno de personalidad, que falla en algún aspecto pero que deja un resultado más que satisfactorio por los 20 € que cuesta. Si os gusta lo que veis, tenéis que darle una oportunidad.