Desde que un juego triunfa y adquiere fama a nivel mundial, es inevitable que tarde o temprano acaben apareciendo juegos similares para aprovechar el rebufo de los mismos. Si encima esos juegos se convierten en clásicos de la historia de los videojuegos, los llamados «homenajes» se extienden durante décadas. Eso es lo que ocurre con Blossom Tales: the Sleeping King, obra del estudio Castle Pixels que está disponible para Steam y Nintendo Switch.

Un entrañable abuelo duerme junto a la chimenea, sus dos adorables nietos se acercan y le piden que les cuente un cuento. «Una vez había un elfo valiente que vivía en una tierra mágica llamada H-….», «Ya hemos oído ese, abuelo, queremos uno nuevo». En su lugar les cuenta la historia de Lily, una joven del Reino de Blossom que se va a ordenar como caballera para formar parte del ejército real. En ese momento,  el malvado hermano del rey decide lanzar un poderoso hechizo para hacer dormir al monarca y tomar el control del reino. La joven e inexperta Lily se atreve a buscar las tres flores especiales para despertar a su rey y salvar la región.

Como habréis supuesto a estas alturas, Blossom Tales es un clon de Zelda: A Link to the past. Lo de clon no lo digo de forma despectiva, el propio juego se promociona de esa manera, incluso se atreve a hacer bromas y referencias hacia el juego de Nintendo en algunas ocasiones. Con esto en mente, ya sabemos lo que nos vamos a encontrar: un juego de aventuras 2D de aspecto pixelado y mucha exploración.

Lo del clon de A link to the past no es algo gratuito, ya que se inspira mucho -quizá demasiado- en el juego de SNES. El diseño del mapeado es muy parecido tanto en aspecto como en localizaciones, igual que el comienzo de la aventura en la que despertamos en la cama y tenemos que recorrer un pasadizo subterráneo en el castillo, incluso la música tiene ciertas reminiscencias a las melodías de Koji Kondo. En cuanto a jugabilidad también nos retrotraerá al juego original: Lily podrá atacar con la espada de forma normal, pero si dejamos pulsado el botón realizaremos un ataque circular, movimiento que posteriormente iremos mejorando con objetos y magias

Y quizás ese sea el mayor pecado de Blossom Tales, el tener un aspecto demasiado genérico y no arriesgar por un estilo propio que le hubiese sentado genial para diferenciarse de la competencia. En su lugar, se conforma con ser una simple copia del juego original y no sale en ningún momento de esa zona de confort. Esto no quiere decir que no intente ofrecer elementos nuevos en ningún momento, ya que teniendo en cuenta su aspecto de cuento narrado, podremos tomar ciertas decisiones que ofrecen un poco de variedad al juego. Si por ejemplo nos encontramos un campamento enemigo, nos ofrecen la opción de decidir si los enemigos de su interior serán piratas o ninjas. Es un elemento que no cambia nada en lo jugable más allá de lo estético, pero resulta simpático y es un detalle a tener en cuenta.

Como buen «Zelda» que es, también tendremos mazmorras, que prácticamente resultan lo mejor del juego aunque no se libra de tener sus defectos. Empezaré primero por lo malo: aparte de resultar muy escasas -solo habrá 4 en todo el juego-, su diseño es muy lineal y poco trabajado, consistiendo básicamente en una sucesión de salas una detrás de otra en las que apenas tendremos que volver sobre nuestros pasos ni explorar para avanzar. En compensación, cada estancia de la mazmorra nos ofrece un reto a la altura, ya sea en forma de combates duros o de puzles que nos van a hacer estrujarnos los sesos para resolverlos. Como colofón final, los enfrentamientos contra los bosses son totalmente frenéticos y nos van a hacer sudar la gota gorda

No solo de espadazos sobrevivirá Lily, contaremos también con diferentes objetos y magias que podremos conseguir tanto en tiendas como en las propias mazmorras, aunque no se basan en el habitual «conseguir un objeto a media mazmorra y utilizarla para resolver puzles», de hecho la mayoría de veces nos las darán al acabar con el boss final del templo. El mapeado también oculta sus secretos, pudiendo acceder a cuevas ocultas y misiones secundarias que nos obsequiarán con los ya famosos cuartos de corazón, que nos darán una ampliación de la barra de salud si conseguimos juntar cuatro de ellos.

Gráficamente la verdad es que da el tipo, con un pixel art medianamente trabajado y dinámico muy agradable a la vista, aunque como mencioné anteriormente, le pesa mucho el no tener un estilo artístico propio y en su lugar ofrece diseños que no destacan ni llaman la atención. El mapeado es bastante amplio y nos tendrá un buen rato dando vueltas y descubriendo sus secretos. En lo musical, las melodías son muy pegadizas y representan uno de los mejores elementos del juego, en especial los temas de los jefes finales, muy movidos y capaces de infundir dinamismo a los combates. El punto negativo se lo lleva en este caso la traducción, ya que a pesar de estar en castellano, se trata de una traducción automática realizada con cualquier software que nos deja bastantes errores gramaticales y de concordancia, aun así es entendible en gran parte.

Concluyendo ya con el análisis, admito que comencé a jugar a Blossom tales con un poco de recelo, pero poco a poco me fue ganando. Es cierto que no estamos ante el mejor de los «Zelda clon» -Ese honor siempre lo voy a reservar para el grandísimo Alundra de PSX-, pero sin duda se trata de un juego muy entretenido y gratificante que nos va a tener enganchados de principio a fin hasta explorar todos sus rincones. Esperemos que la gente de Castle Pixels  nos obsequien con una posible secuela, esta vez con un estilo más personal y ambicioso.

 


Este análisis ha sido realizado mediante una copia cedida por FDG Entertainment