La Francia del siglo XVIII, época de burguesía, lujo y esplendor de las altas esferas, pero también época de ladrones, pillos y fulleros para los que tenían poco o nada. En este contexto histórico se ambienta Card Shark, uno de los juegos que más está dando que hablar últimamente por su jugabilidad y su narrativa. Es hora de analizar este juego desarrollado por Nerial Limited y distribuido por la siempre poderosa Devolver Digital.

Como ya hemos comentado, Card Shark transcurre en Francia en pleno siglo XVIII, donde un pobre diablo condenado a fregar suelos y servir bebida a los clientes de una posada conoce a un curioso timador que le introduce en el arte del engaño y los trucos de cartas. Tras un suceso desafortunado en la posada donde trabaja, ambos individuos se ven obligados a huir de la justicia y ganarse la vida a base de timar a cualquier persona que se cruce en su camino, y de paso desentrañar un misterio legendario que forma parte de habladurías y rumores.

El contexto histórico en el que se basa es perfecto para dar pie a la trama que nos lleva a aprender sobre la sociedad de la época y descubrir algunos secretos, todo enmarcado dentro de un tono realista. Además de eso, nos llevará a conocer y a tratar con algunas celebridades de la época como escritores, filósofos, pensadores o incluso mosqueteros, lo cual le añade un plus de interés a la obra.

Pese a su temática y a lo que pueda parecer en un principio, hay que decir que Card Shark no es un juego de cartas, es un juego sobre cartas. Las cartas serán el tema central de la narrativa, pero no tendremos que vencer a los contrincantes en juegos de azar y habilidad, de hecho el factor suerte es justamente lo que tendremos que evitar si queremos salir airosos. A través de un desarrollo más bien guiado, tendremos un mapa con una serie de lugares a los que podremos ir en los que nos espera una partida contra algún personaje clave para la trama.

Con una estructura más parecida a una aventura gráfica, la idea del juego es aprender los diferentes trucos y engaños con cartas que podemos realizar. Normalmente a cada nuevo lugar que visitamos, nuestro mentor nos enseñará un nuevo truco con el que desplumar a nuestros contrincantes, teniendo que practicarlo durante el viaje de camino. Podríamos considerar estos trucos de cartas como minijuegos en los que tendremos que realizar los movimientos en el orden y el tiempo correctos para no ser descubiertos, y hay que decir que algunos de ellos son bastante originales.

Normalmente cada partida se desarrolla de la siguiente manera: tras decidir la manera en la que vamos a timar a los rivales -a veces impuesta de antemano y otras veces podremos seleccionarla de una lista de opciones-, tendremos que apostar el número de monedas que nos jugaremos. Hay que tener cuidado de no ser avariciosos con la cantidad de monedas apostadas sabiendo de antemano que vamos a ganar, ya que podría aumentar el nivel de sospecha del resto de jugadores, de hecho a veces será bueno perder a propósito para hacer que se confíen.

Hay que tener en cuenta también que cada vez que los rivales pierdan, igualmente aumentará su nivel de sospecha y si ésta llega al límite, seremos descubiertos y podremos ser expulsados de la partida o incluso asesinados como venganza. En el caso de que fallemos al realizar los trucos y perdamos todo nuestro dinero, tendremos una opción de juego libre para ganar monedas a través de un juego de trileros -también amañado, por supuesto-, lo que nos permite volver a reintentar las partidas de la trama principal.

Lo que hace grande a Card Shark es precisamente su capacidad de trasladar la experiencia de un timador a formato videojuego de una manera espectacular. A pesar de que se trata de un juego calmado y pausado, siempre estará presente la sensación de tensión y la adrenalina de saber que un solo fallo puede costarnos todo, teniendo que saber qué movimientos exactos hacer, hacerlos en el menor tiempo posible para no ser pillados, memorizar cartas y planear estrategias. Esto no solo lo hace variado y diferente respecto a otros juegos, sino que nos obliga a mejorar cada vez más y a tener una buena memoria.

No podemos despedirnos sin hablar del apartado visual, el cual es simplemente maravilloso. Gráficamente el juego muestra uno estilo artístico que recuerda precisamente a ilustraciones de la época en la que se inspira, con unas animaciones muy buenas y fluidas que dan una gran sensación de viveza. La banda sonora compuesta por Andrea Boccadoro -totalmente orquestal- quizás pase más desapercibida ya que no es tan llamativa, pero consigue captar fielmente la música de cámara de autores famosos del siglo XVIII y si nos paramos a prestarle atención nos va a resultar una delicia.

Card Shark es una de esas joyas que aparecen una vez cada mucho tiempo, una obra cuidada en todos sus apartados que nos va a encandilar desde el primer minuto. Nerial Lmited nos entrega con este juego un título que sabe jugar muy bien sus cartas -ejem- y nos deja uno de esos juegos que recordaremos por mucho tiempo. Sobra decir que recomendamos su compra fervientemente, gracias además a un precio irresistible que hace muy difícil no lanzarnos de cabeza a por él.

 


Este análisis ha sido realizado con una copia para PC cedida por Cosmocover