Análisis

La princesa está en el campo recogiendo flores, pensando en su amado, que llegará en breve con una cesta de comida para unirse a un picnic. De repente el Barón aparece y la captura. Nuestra misión es rescatar a la princesa mientras haces frente a los peligros del castillo del Barón que recuerdan mucho a los de un famoso Gorila que lanzaba barriles en los 80.

Drowning Monkeys Games fue un estudio fundado en 2010 por dos personas: Josh Chudonvsky y Paul Duello, lanzando su primer título, Dungeon Crawlers HD, en el año 2015. Este modesto estudio lanza ahora Castle Kong. Aunque el juego apareció por primera vez en PC el año pasado, para el lanzamiento en Nintendo Switch el desarrollador ha tomado una interesante y curiosa iniciativa, un torneo online entre todos los jugadores -usando la posición del ranking del juego-, con premios monetarios reales. Para obtener toda la información de este torneo se puede acceder a través de este enlace.

Castle Kong, como su propio nombre ya deja intuir, nos presentan un claro homenaje a la popular recreativa Donkey Kong de 1981. Mantiene una estructura jugable similar, con cuatro fases que se repiten 22 veces, de hecho Castle Kong es tan parecido al juego de Nintendo que incluso tendremos que recoger las letras de la palabra «KONG» para aumentar nuestra puntuación. Nuestro héroe, el que viene a versionar a Mario/Jumpman, es un mendigo cuyo nombre es PauperBoy -juego de palabras no solo con el juego Paperboy, sino que su traducción significa «chico pobre»-, quien tendrá que hacer frente a una variedad de obstáculos y enemigos con muy pocos medios para rescatar a la princesa de las manos del rey tirano. La premisa es idéntica al clásico de Nintendo.

Y como ya hemos comentado, tendremos tan solo 4 tipos de niveles diferentes repetidos en varias ocasiones. En la primera escena, tendremos que escalar el muro del castillo esquivando enemigos y subiendo escalones. En la segunda tendremos que bajar el muro por dentro hacia al patio de armas mientras esquivamos a la guardia real. Nos adentramos al castillo por la cocina en la tercera fase, saltando sobre pollos asados y pasteles, para colarnos en el salón del trono del cuarto nivel, donde nos espera el Barón y la princesa atada a una lámpara de araña cuyas cuerdas tendremos que cortar para liberarla.

Nuestro obstáculos son guerreros, arqueros, cañoneros, lava hirviente, una suerte de pajarracos, un carnicero, y fuegos fatuos. Nuestras únicas armas serán nuestra habilidad en el salto, nuestro amor por la princesa, y horcas que nos encontraremos en nuestro avance, aunque con limitación temporal, ya que no dispondremos de ella todo el tiempo. Para terminar el juego tendremos tres vidas, un reto bastante complicado por su propio concepto como por algunos de sus obstáculos que no nos pondrán la tarea nada fácil.

El juego gráficamente es muy básico, con unos sprites que nos recuerdan a los juegos retro de 8 bits. Las opciones gráficas no van más allá de formato 16:9 o 4:3, o de orientación horizontal o vertical según nuestro gusto -opción muy interesante y que mejora la experiencia al cubrir mayor parte de la estructura que debemos subir-. Cuatro fases de desarrollo simple, una dificultad elevada desde los primeros niveles y sobretodo un juego orientado al reto online y a competir con jugadores de todo el mundo, como ya ha quedado patente con el torneo que el propio estudio ha querido organizar y la inclusión de ranking.

Cabe destacar que el juego se puede jugar sin estar conectados a la red si queremos hacerlo por puro disfrute, aunque en este caso no registrará la puntuación online y no puntuaremos para el torneo en cuestión. Pero es un detalle que se incluya en una consola desenchufable que no siempre puede tener una conexión de internet al alcance.

Es complicado analizar un juego así desde el punto de vista técnico. Más allá de que no tenga bugs ni errores similares, el desempeño del juego es correcto y la jugabilidad y control la esperada en un juego como este, es bastante básico tanto en sus mecánicas como en el resto de apartados, aunque se agradece que se haya impulsado el tema de la competición online para aumentar su atractivo y mantener a los usuarios más tiempo jugando.