La gestión es un género muy denostado hoy en día. Los juegos de este género son los menos, y cuando alguno nos viene siempre son de indies o estudios menores. Es una pena que este género tan propio de la plataforma pecera se haya visto relegado a este estado, pero siempre aparecen joyas de vez en cuando. Y hoy ha aparecido una de esas, un título llamado Citadelum. Y está desarrollado por nada más y nada menos un estudio español, llamado Abylight Barcelona.

Citadelum es un juego de gestión y combate, aunque es lo primero donde realmente destaca. Está ambientado en Roma, y la campaña principal se llama “El Auge del Imperio Romano” y está dividida en diez misiones distintas. En este modo tendremos misiones que van desde fáciles hasta difíciles, con múltiples objetivos y un buen número de cosas por hacer. También tendremos un modo sandbox para los más disfrutones. 

Citadelum es un juego de gestión hecho y derecho, con muchas opciones y una buena cantidad de horas por delante. Entre nuestros objetivos está el de asegurar la alimentación de nuestros ciudadanos, mantener sus casas y asegurarles una buena calidad de vida. Tendremos que apagar fuegos, hacer acueductos para aprovechar el agua y recolectar materiales para construir nuevos edificios. Tendremos que controlar el crimen de nuestro asentamiento, e incluso las enfermedades que aparezcan. Estas son solo algunas de las actividades que ofrece Citadelum, y siempre hay algo que hacer.

Mismamente, en el tema de los ciudadanos, no hay simplemente un tipo. Tendremos a los plebeyos y a los patricios. Cada uno de ellos consume un tipo distinto de comida y tienen necesidades diferentes, por lo que tendremos que trabajar duramente para poder contentarlos a todos. Todos y cada uno de los edificios tienen un alcance máximo, así que tendremos que andarnos con ojo. A veces el agua no llega a un sitio, o nuestros alimentos no están llegando al mercado donde se repartirán. Este es un sistema interesante, ya que aún podremos crecer, pero de forma controlada.

Los edificios tienen un sistema de gestión del trabajo bastante efectivo, donde los plebeyos ocuparán los trabajos que haya para que se hagan mínimamente, pero podremos asignar más trabajadores a aquellos que consideremos más necesarios. Para recaudar dinero para nuestro asentamiento necesitaremos de oficinas de impuestos, que cobrarán a nuestros patricios. Si queremos sangrarlos con impuestos tendremos que conseguir que sean felices, con todo lo que eso conlleva.

Otro aspecto clave de Citadelum es la religión, donde podremos construir diferentes templos a un buen número de dioses, como Marte, Júpiter o Plutón. Mención obligatoria a que los dioses romanos son simples copias de los griegos, aunque en este juego eso podría hacerte ganar un castigo. Las bendiciones y castigos son bastante típicos en Citadelum. Contentar a todos los dioses va a ser complicado -o imposible-, así que más os vale elegir correctamente.

Pero todo esto que estoy diciendo depende de un aspecto muy importante, los niveles de prestigio. Cuando vayamos avanzando en la misión y cumpliendo objetivos, podremos construir nuevos edificios. De esta forma vamos aprendiendo poco a poco que es necesario para avanzar. No tendremos que elegir entre 300 edificios nada más empezar, el juego nos va administrando. Aunque esto es sin duda un aspecto positivo en la campaña, en el modo sandbox para mi juega en su contra. Estaría bien la opción de desbloquear todo para poder cacharrear y ver todas las opciones sin tener que pasar por cada fase.

Además de lo antes mencionado, el juego aún nos guarda varias sorpresas. La primera son las rutas de comercio, a las que accederemos explorando la zona donde estamos. Las rutas comerciales serán vitales en la mayoría de mapas, ya que muchos de los objetivos están relacionados con ellas. Por otra parte, tendremos el combate, el cual también está relacionado con la exploración. 

En la guerra hay mucho que administrar. Nuestros soldados tienen que estar bien equipados, con los necesarios edificios y recursos para que eso ocurra. Poco después entra en juego el tercer tipo de ciudadano: los soldados. Tendremos qué elegir que tipo de soldado entrenar y cuántos, además de otras opciones. Una vez sorteamos algún problema más, nos enfrentaremos al combate. En Citadelum el combate es automático, y colocar las unidades es nuestra mayor función. El combate usará una especie de piedra papel tijera camuflado, que funciona bastante bien. También podremos atacar con nuestras unidades o mantenerlas en defensa para que nuestro oponente de el primer paso.

Visualmente Citadelum da la talla. Los escenarios son preciosos, con un estilo visual que recuerda a una maqueta. Construir es un placer, y la sencillez con la que conseguimos pueblos que sean agradables al ojo es sorprendente. La primera vez que he construido un acueducto me ha sorprendido lo natural que ha sido. Además, la mayoría de edificios tienen interiores muy bien detallados, es agradable observar los detalles al acercar la cámara. Las canciones y los efectos de sonido cumplen con creces, siendo las primeras las que le dan un toque de tranquilidad al juego. Por otro lado, en este caso me veo obligado a nombrar la interfaz, que es realmente efectista y muy útil.

En conclusión, Citadelum es un soplo de aire fresco. En un género totalmente en decadencia, llega para poner los puntos sobre las íes. La combinación de gestión y combate ligero hacen de él una mezcla más que interesante. Su ambientación está muy conseguida, así como su campaña. Es un juego divertido y eso es lo que verdaderamente cuenta.