Hablar de Firewatch es hablar de una aventura narrativa o walking simulator como se les llama ahora. Hablar de Firewatch es hablar del primer trabajo del estudio californiano Campo Santo, aunque este este formado por veteranos de la industria. Hablar de Firewatch es hablar de una experiencia que no dejará indiferente a nadie, o lo amas o lo odias. Y definitivamente hablar de Firewach es hablar de la historia de dos personas normales, en un entorno maravilloso, y donde nada será lo que aparenta.

El primer pilar fundamental de Firewatch es su historia, y el desarrollo de ésta, para ello hace gala de una sobresaliente narrativa, que nos conduce durante toda la aventura sin dejar decaer el ritmo ni un solo momento. Para ello se sirve de dos personajes: nuestro protagonista Henry, y su jefa, Delilah, que sin verse en ningún momento, están continuamente en contacto por radio. Pero hablemos primero de Henry, de 39 años de edad, del que nada más comenzar el juego, hacemos un repaso a su historia reciente, como conoció a su esposa Julia, y como su relativa felicidad se vio truncada con una demencia precoz en Julia, que Henry no supo gestionar, acabando en un incidente por culpa de Henry. Como consecuencia a su falta de responsabilidad, los padres de Julia se la llevan a Australia con ellos, donde ella recibirá un mejor cuidado.

Sin saber como actuar o lo que hacer, Henry ve el anuncio de una oferta de trabajo para vigilante de incendios en los bosques de los montes de Wyoming, y cree que es la oportunidad perfecta para alejarse de todo, quizá leer un libro, en definitiva, huir de sus problemas y su incapacidad para gestionarlos. Nada más llegar a nuestra torre, la cual será nuestro hogar hasta final de verano, entraremos en contacto con Delilah, nuestra jefa, que también vigila el parque natural desde su propia torre, y que desde ese momento, será parte indispensable de ese torrente narrativo que nos guiará a lo largo de la aventura.

De Delilah podemos decir que tiene 43 años, que lleva muchos años pasando los veranos en esos montes, y que estará en casi todo momento en contacto con nosotros vía radio, no la veremos, pero su voz será algo que no olvidademos, y que se creará una conexión especial entre Henry y Delilah, de compañerismo, de cierto grado de amistad, y en algún momento, subirá la temperatura entre los dos. Esta conexión creada por sus conversaciones, completamente adultas y maduras, serán el motor de una narrativa brillante. En estas conversaciones podremos elegir entre varias respuestas, aunque es algo truculento, pues la historia avanza de la misma forma, elijamos las respuestas que elijamos.

Pero volvamos al juego por unos instantes. Manejaremos a Henry en primera persona, y tendremos un mapa semi abierto por el que podremos explorar, aunque hay zonas a las que no podremos acceder hasta cierto momento del juego. Delilah nos encargará tareas varias, como llamar la atención a un par de adolescentes, buscar huellas de un oso, o comprobar el cableado de comunicaciones después de una tormenta. Labores que podemos considerar normales para nuestro nuevo trabajo de vigilante, pero que irán desencadenando otros eventos menos normales a los que vamos a ser guiados sin remedio. Eso no significa que entre tarea y tarea no podamos tomarnos un tiempo y explorar por las áreas disponibles. Podremos encontrar lugares interesantes, algún animal al que adoptar, o cajas de suministros con mapas actualizados en su interior y notas de otra gente que podremos recoger y coleccionar.

Y tendremos ocasión de explorar, porque el juego esta pensado para que además de que la historia sea dirigida, lo haga haciéndote pasear por todo el mapeado. En otras circunstancias, estas misiones de recadero serían un importante punto en contra, sin embargo Campo Santo ha sabido como hacer que estas caminatas sean lo más amenas posible, tanto por las conversaciones con Delilah relativas a la historia, como la opción de poder comentar con ella bastantes elementos que nos iremos encontrando durante el camino. Como hemos dicho antes, no todo el mapeado esta disponible en todo momento. Habrán zonas que la historia nos hará visitar en otro momento, o en las que necesitaremos algún objeto para abrirnos paso. El mapeado completo es extenso, aunque manejable, y nos orientaremos por él con un mapa y una brújula que deberemos consultar casi constantemente. A pesar de la opción de explorar, totalmente voluntaria, la duración del juego rondará las entre 5 y 6 horas, suficiente para la historia que se nos muestra y que ya esta marcada con un ritmo perfecto, y a la que prolongar artificialmente hubiera perjudicado.

Como hemos dicho antes, Firewach no será un juego para todo el mundo. Primero por el género, los walking simulator no son muy populares, a pesar de que este te de bastante libertad de acción. Segundo por su argumento y temática, como ya hemos dicho, sacarle todo el jugo quizá requiera un punto de vista que sólo la edad, la madurez, y la experiencia nos da. El juego explora ciertas situaciones y reacciones ante problemas de la vida real, que quizá no todo tipo de usuario sepa valorar. Y sobre todo el final, porque aunque a momentos pensemos que estamos dentro del sucesor espiritual de la serie de televisión Lost, al final nada es lo que parece, y eso si que puede desencantar a mucho jugador que no haya sabido ver que todo esto iba de otra cosa.

Audiovisualmente Firewatch también da en la tecla. Un apartado artístico preciosista de muy bella factura, nos muestra un bosque lleno de colores, bastante saturados, eso si, que junto con la iluminación, forman unos paisajes bucólicos dignos de postal. Para darle al juego este toque, se ha usado un leve cel shading muy acertado. Nos encantará perdernos en los bosques de Firewatch aunque sólo sea para admirar un atardecer, o un amanecer con los rayos de luz entrando entre las ramas de los árboles.

En el apartado sonoro tendremos una banda sonora bastante minimalista, que nos acompaña con algunos acordes eventuales, en otros momentos no sonará nada para que podamos concentrarnos en los sonidos del entorno, y en algún momento de tensión, tendremos algún tema más movido. Lo que sí destaca sobremanera, y explica la banda sonora tan contenida, son las voces de nuestros protagonistas, especialmente la de Delilah, que además de ser divertida, sexy, y adictiva, esta interpretada magistralmente por la actriz de voz Cissy Jones, muy aclamada en su sector.

Es cierto que al final, analizando el juego en conjunto, veremos que Campo Santo ha jugado con nosotros. Nos dieron unos personajes con los que identificarnos, y nos hicieron creer tener el control sobre ellos y la relación que establecen, por medio de las distintas respuestas en las conversaciones. Luego nos dieron una historia, con tintes de misterio, bastante atípica, y que realmente escondía la verdad. Al igual que Henry, hemos creído lo que queríamos creer, y no hemos afrontado que todo era más sencillo de lo esperado, que todo el juego funciona como una gran metáfora, y que como Henry nos hemos querido evadir de ella, hasta el final, donde se nos ha presentado la verdad de forma abrupta, y casi cruel, como la vida misma.

Firewatch me ha encantado, por suerte para mí he conectado con lo que el juego quiere transmitir, y la experiencia ha merecido la pena. Pero entiendo que no será un juego para todos, tendrá sus detractores, ya sea por el género, o por la conclusión, pero si este pequeño aperitivo te ha despertado la curiosidad, deberías probarlo. El juego se encuentra disponible en todas las plataformas, e incluso ha sido lanzado recientemente en Nintendo Switch, que es la versión analizada, por lo que al alcance de cualquiera está.

 


Este análisis ha sido realizado mediante una copia cedida por Panic