La noticia de un juego que emprende el camino desde las plataformas móviles al mercado de las consolas no suele ser muy bien recibida, sobre todo por los usuarios. Para que este peregrinaje tenga éxito, hay que trabajar el proyecto, darle otra entidad, otro volumen, ¿y por qué no? Otro contenido. Este tortuoso viaje se agrava aún más si lo que tenemos entre manos es un juego con monetización, un formato Free to Play con microtransacciones que a veces son casi necesarias por cortesía de los desarrolladores. Obviamente para pasar a un juego de consola que siga un modelo clásico retail con precio completo, esta monetización tiene que desaparecer, y es donde más desarrolladoras fallan.

Esta es la historia de Flying Girl Striker, un shoot’em up sobre raíles de una pequeña desarrolladora indie japonesa que se dedica particularmente al sector móvil, Stardia. Ahora han decidido probar suerte en el mercado de las videoconsolas, en la plataforma de moda, Nintendo Switch, que parece tener cabida a todo tipo de proyectos, además con un buen rendimiento de las ventas de casi cualquier cosa que salga en ella. Para ello el juego elegido para dar el salto desde IOS y Android ha sido probablemente su mejor juego hasta ahora, Flying Girl Striker.

Como ya hemos introducido anteriormente, Flying Girl Striker es un shoot’em up sobre raíles en 3D, que hace un uso de la cámara en algunos de sus niveles muy similar al que hacían algunos clásicos como Panzer Dragoon o Sin and Punishment, con giros repentinos seguidos por la cámara. Tendremos 30 niveles con una duración no muy amplia, ideales para partidas cortas, y hasta que no acabemos un nivel, no podremos acceder al siguiente, aunque si que podremos elegir jugar cualquiera que ya hayamos acabado. Algunos niveles, especialmente los que funcionan con giro de cámara, pueden tener diferentes caminos para llegar al final, aunque realmente no difiere mucho el camino tomado. El juego no tiene argumento alguno, solo un tutorial muy básico, aunque suficiente, porque el control de nuestra nave es realmente sencillo: un disparo débil ilimitado, disparado por la chica que va sobre la nave deslizadora, con su vulcan, y el homing laser, que es limitado y más que un láser parece y funciona como un misil rastreador.

Ya que el vulcan a pesar de ser constante, es débil, lo mejor será usar con moderación pero de forma continuada el homing laser, para ello simplemente tenemos que alinear nuestro punto de mira con cualquier enemigo y le haremos lock on, y ya sólo tendremos que disparar el láser que si mantenemos la orientación correcta, seguirá al enemigo hasta alcanzarle. La mayoría de niveles tienen un boss al final, o un enemigo de grandes dimensiones con los que tendremos que acabar. Y al acabar cada nivel, seremos puntuados y ganaremos cierta cantidad de dinero.

Con este dinero podremos aplicar ciertas mejoras a nuestra nave, como más potencia de fuego, más escudo, mejor lock on, mejor rastreo del láser, etc… El problema viene cuando el dinero que ganamos no es casi nada en comparación con el que nos piden por cada mejora, y hay muchas. Y complica más la cosa de que cada vez que nos matan, la única forma de continuar sea pagando una cantidad de dinero, y que entre nivel y nivel tengamos que pasar por caja para rellenarnos el homing laser. Stardia ha trasladado la economía de juego tal cual era en la versión monetizada de móviles, y francamente eso rompe el ritmo del juego, pues en cuanto la dificultad aumenta, estamos casi obligados a buscar un nivel del inicio y repetirlo varias veces para conseguir dinero. Esto es fruto de haber mantenido precios respecto a una versión monetizada de la que se le ofrecía al jugador adquirir dinero del juego viendo publicidad, o con dinero real.

En el apartado audiovisual, vamos a reconocer que Flying Girl Striker es bastante resultón para el apartado técnico que tiene. El motor 3D no tiene nada destacable, en muchos niveles se recurre al fondo de pantalla estático, y las texturas y los modelos podrían pecar de simples. Todo tiene una apariencia bastante genérica. Y a pesar de ello, cuando introducimos los múltiples efectos gráficos y de iluminación de armas, disparos, y enemigos destruidos, la cosa cambia, para mejor, hasta por momentos puede resultar espectacular, sobre todo con los giros de cámara. Además, no se si esto debería mencionarse, porque debería ser un mínimo, pero la sensación de velocidad, y la estabilidad del rendimiento también pasan el corte.

El tema del sonido es un poco más peliagudo. Los efectos FX son correctos, y el tema musical que se repite en el menú y en cada nivel esta francamente bien, bastante cañero con gran presencia de guitarra, percusión y sintetizador, que le viene a la acción y a los efectos gráficos como anillo al dedo. No nos costará nada meternos en situación con este tema. El problema es que casi solo tenemos este tema. Hay un par más, el de los bosses, que no está mal, y el de la pantalla de continue, y un repertorio tan escaso me parece contraproducente a pesar de que el tema principal sí que sea bueno.

Flying Girl Striker es un juego entretenido, en eso estamos de acuerdo, y sus 30 niveles cubren una duración aceptable, aunque a partir de cierto punto los escenarios pequen de repetitivos, y el tema de la dificultad no se haya adaptado al cambio de modelo. El juego esta pensado para que pronto notes tus carencias, y después de unas primeras mejoras a precio aceptable – el gancho -, la economía del juego se rompe, pues las mejoras siguientes, y hay muchos niveles de estas, están al alcance sólo de quien le guste farmear dinero, y eso en un shoot’em up sobre raíles, y en consola, como que no funciona bien.

Y es una pena, porque a pesar de todo, como ya hemos dicho, a la hora de jugar, es simple pero satisfactorio, solo pensaremos en dejar apretado el botón del vulcan mientras intentamos hacer lock on en todo lo que se mueva, y mientras esquivamos lo que nos venga, usaremos nuestro homing laser con su espectacular efecto, estilo Macross. Y además es que la música – dícese del único tema – es bastante cañera y se adapta perfectamente a la acción. Pero es que falla en casi lo más importante para un arcade puro sin argumento alguno: el ritmo de juego. En cuanto la dificultad sube, no podemos seguirla, hay que mejorar la nave, o lo que es lo mismo, farmear dinero, dado que se han mantenido los precios demasiado altos que no tienen sentido en un juego no monetizado.

A pesar de ello, y si lo consiguiéramos a un precio bajo, para partidas eventuales y rápidas, su jugabilidad funciona bastante bien, sobre todo con la opción de repetir cualquier nivel que ya hayas acabado, dado que estos tienen una duración pequeña. Si no es así, mejor esperar a que baje de precio o desistir.

 


Este análisis ha sido realizado mediante una copia cedida por Mediascape