La vida en una nave espacial no es fácil. A veces es incluso aburrida cuando estás rodeado de clones sin alma. Pero necesaria en pos de la colonización del espacio. Explorar distintos sectores espaciales, explorar planetas, ampliar los módulos de la nave y, claro, luchar contra alienígenas. Esto es lo que nos trae Genesis Alpha One. Tras un año de exclusividad en la Epic Store, llega a Steam el juego desarrollado por Radiation Blue y publicado por Team17. Preparaos para la misión, porque el proyecto Genesis va a comenzar.

En un futuro lejano, la Tierra está al borde del colapso, la humanidad está condenada, solo hay un modo de salvarnos… Hemos leído ya muchos libros y vistas muchas películas de ciencia ficción con esa premisa, así que tampoco me extenderé con la sinopsis. Tomaremos el mando de una nave espacial junto a un grupo de clones en el proyecto Genesis, destinado a encontrar un planeta con condiciones similares a la Tierra que permita la colonización.

Pero capitanear un velero estelar en un proyecto a largo plazo no es fácil. Se necesitan recursos para sobrevivir en el día a día, o se necesitan ciertas comodidades para que la vida no se haga tediosa. Para ello será necesario escanear cada cuadrante del sector en el que nos encontremos para encontrar esos recursos, y, si es necesario, recogerlos a mano, teniendo que bajar a planetas inhóspitos, áridos y, probablemente, hostiles.

Con esos recursos podremos, entre otras cosas, construir nuevos módulos para la nave, que nos ofrecerá un viaje más llevadero. Desde módulos de bioingeniería o el hangar -que se construirán en el tutorial- hasta módulos de defensa o bares y cantinas para la tripulación. Estos recursos también nos permitirán construir distintos elementos dentro de la nave, como torretas defensivas. ¿Son necesarias las torretas defensivas? Lo son.

Como hemos comentado anteriormente, a menudo desembarcaremos en planetas inhóspitos. Nuestro objetivo es explorarlos lo máximo posible, recogiendo recursos que nos puedan servir para la nave, y escaneando ADN de la flora y la fauna que pueda existir para aprender sobre ellos. Sin embargo, en estos planetas, muy probablemente, habitarán criaturas alienígenas a los que nos les hará gracia que estemos paseando por su mundo escaneando y recolectando. O simplemente querrán comernos, quien sabe lo que piensan unas arañas gigantes.

Así que, junto a nuestros compañeros, nos tocará defendernos mientras recogemos todos los recursos posibles para luego volver a la nave con ellos. Pero nunca se sabe lo que puede volver con nosotros… Porque lo que pudo haber parecido una incursión exitosa puede acabar en pesadilla para toda la tripulación, ya que es posible que a la vuelta a la nave se nos haya colado algunos polizones alienígenas, que si no nos damos cuenta a tiempo, se colarán por nuestros conductos de ventilación y se dedicará a fabricar nidos. Y, cuando menos nos lo esperemos, atacarán, superándonos ampliamente en número y, posiblemente, dando al traste con nuestra partida. ¿Son necesarias las torretas defensivas en la nave? Lo son.

Incluso en el caso de que hayamos conseguido repeler el ataque, será necesario revisar los conductos de ventilación para asegurarnos de que no queda ningún remanente por ahí que pueda volverse a multiplicar, lo que añade tensión a nuestra vida en la nave.

Pero hemos hablado de las incursiones exitosas, acaben bien o mal después en nuestra nave. Sin embargo, no todas las incursiones serán exitosas, y habrá veces que nuestros compañeros, o nosotros mismos, morirán. Por suerte, hemos comentado que todos somos clones, verdad? La muerte de un compañero no significa el final de la partida, ni siquiera la muerte del capitán. Un nuevo clon le sustituirá como si de una vida extra se tratase, aunque los clones no son infinitos, claro. Además, los clones se pueden modificar con ADN extraído de los enemigos.

Y, sobre el juego, hasta aquí perfecto. Genesis Alpha One es una mezcla entre Alien, Interstellar, y Starship Troopers. Juegazo, ¿verdad? Por desgracia, no. Vamos a lo malo.

El juego está lleno -llenísimo- de buenas ideas. Sin embargo, la ejecución de casi todas ellas es mediocre. Algunas veces por un diseño… curioso, al menos, y otras simplemente por falta de presupuesto al parecer.

Uno no espera un No Man’s Sky o un Star Citizen a la hora de realizar incursiones a los planetas. No es el objetivo de un juego como este, que tiene muchas otras capas. Pero lo que tenemos en Genesis Alpha One tampoco es suficiente. Las incursiones a planetas se limitan a pequeños escenarios con oleadas de enemigos, con muy poca variedad de ambientación. Escanearemos cosas y recolectaremos cosas mientras acribillamos enemigos sin movernos demasiado de la zona de aterrizaje de la nave, y mientras vemos como nuestros compañeros caen una y otra vez.

Porque nuestros clones son tan inteligentes como los clones aquellos de Homer Simpson en el capítulo aquel de… bueno, de los clones de Homer Simpson. La IA de nuestros compañeros clones destaca por su ausencia, estos se dedican a moverse por ahí y acribillar enemigos pero sin estrategia alguna, no son capaces de alejarse de los enemigos o acercarse a nosotros si están malheridos. Se pueden modificar genéticamente para ser más inteligentes, o más duros, o más certeros a la hora de dar en el blanco, pero siguen siendo mediocres que habrá que rescatar una y otra vez.

La parte buena de esto es que nunca nos encariñaremos con ninguno de nuestros compañeros. Al final esto va de que los clones mueran y obtengamos clones con estadísticas mejores. A nivel de gestión está bien, pero a nivel de empatía esto resta muchos puntos al juego. Teniendo en cuenta que son clones con los que «convivimos» dentro de la nave, compañeros de viaje a los que veremos relajarse en el bar, o descansar en los camarotes, uno espera un mayor nivel de interactividad con ellos, pero son especímenes genéricos, sin alma, con los que nunca llegamos a empatizar y de los que no nos afecta su muerte. El clon ha muerto, larga vida al clon. Es triste porque, de nuevo, uno no espera un Mass Effect en este sentido, pero hubiera estado interesante, ya que podemos hablar con los clones, darles cierto caracter, algunas frases predefinidas que vayan más allá de lo gestionable. Algo.

Además, las gestiones dentro de la nave, al ser todas realizadas en primera persona, se convierten en lentas y repetitivas. La forja, las plantas, lo que sea, todo requiere de que vayamos a la terminal de turno a pelear con unos menús horribles para realizar las distintas gestiones. Nos podemos apoyar en los clones para que agilicen un poco el proceso, pero, sobre todo en el early game, muchas microgestiones tendrán que ser hechas por el jugador. Esto implica dar muchísimas vueltas a los pasillos de una nave ya vistos una y otra vez. Un buen diseño de módulos también agiliza esto -si conocemos las distintas sinergias entre módulos, podemos poner optimizar el posicionamiento de estos para evitarnos kilómetros de viajes-, pero, de nuevo, esto es algo que, por un lado, hace que la frustración del jugador novel sea relativamente alta y, por otro, tampoco te evita realizar caminatas.

Aun así, si nos gustan los roguelites, Genesis Alpha One es un juego que vale la pena probar, siempre con las expectativas bajas y sabiendo que es un juego con muchísimas carencias a nivel funcional. Estas propuestas, que intentan ir más allá de lo usualmente establecido, deberían ser recompensadas. Quizás en un futuro una segunda parte arregle las taras que tiene este primero y se convierta en un perfecto ejercicio de supervivencia en el espacio exterior. Un servidor estará atento a ello.

 


Este análisis ha sido realizado mediante una copia cedida por Team17