Volvemos con otro juego con mecánicas roguelike, en este caso se trata de GoNNER, un shooter bidimensional obra del creador sueco Mattias Dittrich con su estudio Art in Heart y disponible en PC desde 2016 y en Playstation 4 y Xbox One desde 2018.

En GoNNER manejaremos a Ikk, una especie de ser multiforme que debe enfrentarse a la muerte y viajar hasta los confines del mundo para alegrar a su mejor amiga: una ballena azul gigante. ¿Es muy absurdo el argumento? totalmente, a la par que innecesario porque, seamos serios, aquí hemos venido a pegar tiros y todo lo demás nos da igual.

Como dijimos antes, GoNNER es un shooter 2D con mecánicas roguelike. En cada partida que juguemos nos enfrentaremos a niveles procedurales plagados de enemigos y nuestra misión será llegar hasta el final del mismo. Nada más empezar, apareceremos en una especie de «limbo» -en principio sin poder hacer nada allí- al que volveremos tras cada muerte y este lugar nos servirá como una especie de base de operaciones para cambiar nuestras armas y partes del cuerpo.

Porque sí, nuestro protagonista sin forma definida podrá hacer uso de diferentes cabezas intercambiables, cada una con alguna habilidad concreta como por ejemplo poder dar un salto extra en el aire, más corazones de salud o un cargador más grande. A su vez, también podremos equiparnos algún objeto secundario que tendrán efectos similares: mayor velocidad de disparo, poder de resurrección, invencibilidad temporal, etc… estos objetos secundarios, al contrario que las ventajas de las cabezas, necesitarán un tiempo de recarga entre uso y uso, por lo que no podremos usarlos a lo loco y es mejor usarlas con precaución.

Ya entrando directamente en la jugabilidad, nos vamos a encontrar un gameplay frenético en el que no vamos a tener ni un segundo de respiro. Por definir un poco el estilo, podríamos decir que se parece un poco a Downwell pero desplazándonos hacia la derecha en lugar de hacia abajo. Armados con nuestra arma de fuego, tendremos que limpiar las diferentes estancias de enemigos que por allí pululan. El gunplay es ciertamente satisfactorio, ver como los enemigos desaparecen, incluso revientan con nuestros disparos -sin gore ni sangre de por medio- nos invita a seguir disparando a todo lo que se mueve. No solo podremos eliminarlos a base de disparos, también podremos saltar encima para acabar con ellos dependiendo de la variedad del enemigo, ya que algunos nos pueden hacer daño al simple contacto.

Esta increíble cantidad de enemigos que nos vamos a encontrar no siempre está bien llevada. Será muy habitual sentir que no tenemos el control de la situación y ver como los ataques nos llegan de todas partes sin saber como hacerles frente, en ocasiones incluso sin posibilidad de ver lo que ocurre en pantalla ante tanta acción. Por suerte, tendremos disponibles una buena variedad de armas que se ajustan a nuestro estilo de juego, desde pistolas hasta lanzagranadas, pasando por escopetas o rayos láser. Todas estas armas las iremos desbloqueando a medida que vayamos explorando y encontrando rincones secretos, lo cual no siempre es fácil.

Las armas no tienen munición ilimitada, si se nos acaban las balas tendremos que encontrar un nuevo cargador que suelen soltar -no siempre- los enemigos al morir, por lo que muchas veces tendremos que tirar de ataques físicos para poder sobrevivir. Hablando de sobrevivir, nuestro protagonista normalmente tendrá tres vidas -ampliables con ciertos objetos- y si las perdemos todas, nos darán la oportunidad de continuar bajo cierto requisito. Cada vez que encadenemos cinco muertes enemigas consecutivas nos obsequiarán con un punto de muerte, estos puntos sirven como «pago» para continuar y no empezar la partida de cero, sin embargo cada vez que continuemos serán necesarios cada vez más puntos para volver a resucitar la próxima vez, por lo que a menos que seamos unos pros lo vamos a tener muy difícil. Resucitar no será la única función de estos puntos, ya que también podremos utilizarlos para cambiar nuestro equipamiento entre nivel y nivel, por supuesto arriesgándonos a no tener suficientes puntos para continuar si decidimos hacer esto, así que tendremos que pensarlo bien.

Respecto al apartado visual, nos encontraremos con diseños que casi parecen hechos con crayones pero de corte muy minimalistas, tanto es así que los escenarios se irán «construyendo» a nuestro paso como si tuviésemos un determinado radio visual que no nos deja ver más allá, por lo tanto mejor tener buena memoria para quedarnos con donde está cada cosa. No solo la horizontalidad está presente en estos niveles -totalmente procedurales vuelvo a recalcar, no habrá dos partidas iguales-, también habrá rincones ocultos arriba o abajo a los que podremos acceder usando el wall-jump.

En cuanto al sonido, tendremos total ausencia de voces pero no de música, la cual es tremendamente variada y toca varios estilos: desde canciones más tranquilas y pausadas hasta temas machacones a todo trapo que nos van a querer hacer liarnos a tiro limpio.  Los subtítulos a su vez estarán en español, aunque estos se limitan al menú principal y poco más ya que los pocos diálogos que pueda haber en el juego se representarán mediando iconos y símbolos.

A la ya de por sí duración infinita, ya que tiene una rejugabilidad enorme y nos va a costar mucho llegar hasta el final, hay que añadirle también el reto diario, en el que cada día tendremos la oportunidad de jugar una única partida con unas características fijadas de antemano. Esto nos lleva a su vez al ranking global, en el que iremos subiendo puestos en la clasificación según nuestros puntos conseguidos, es una mecánica que la verdad es que motiva bastante y es un extra importante a la hora de encarar el juego.

GoNNER quizás no sea el mejor shooter roguelike del mercado, pero sin duda es una obra que atrapa y te motiva a jugar una partida, y otra, y otra más….y cuando te quieres dar cuenta han pasado las horas. Es un juego que lo poco que hace, lo hace bien y con su propio estilo particular. Si a eso le sumamos el reciente DLC gratuito que añade más variedad en todos sus apartados y su atractivo precio -a 10 euritos de nada-, se convierte en una apuesta más que segura.

 


Este análisis ha sido realizado mediante una copia cedida por Raw Fury