Si hay un juego que se ha hecho hueco en el panorama indie en los últimos años, y sobretodo, en el género Metroidvania, ese es Guacamelee. La aventura de DrinkBox Studios debutó en PC y en las consolas de Sony en 2013, aunque un año después recibió una versión definitiva que iba a desembarcar en el resto de plataformas. Cuatro años después del lanzamiento de Super Turbo Championship Edition, Nintendo Switch se prepara para recibir a Juan y Tostada por partida doble, ya que la llegada de su primer juego también trae consigo a Guacamelee 2, que estará disponible en la híbrida en diciembre.
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Ándale, ándale, que los muertos nos atacan
El Día de los Muertos es, sin duda, la celebración más importante en México. Como no podía ser de otra forma, dicho día parece que tiene que estar representado en toda obra que esté ambientada en el país azteca. En el caso de Guacamelee, este es el detonante para que comiencen los guantazos. ¿Pero cómo arranca la aventura? Pues de forma muy sencilla, Carlos Calaca y su ejército de calaveras del Más Allá deciden amargar la fiesta a los vivos, sembrando el caos y secuestrando a la hija del alcalde. Juan, nuestro protagonista, decide revertir la situación, pero como simple mortal que es, no es rival para nuestro villano de ultratumba.
Por suerte, todo superhéroe cuenta con un poder o habilidad que le permite ir más allá de sus posibilidades, y en el caso de Juan, es así. Una máscara es la que nos permite convertirnos en un todopoderoso luchador, dotando de fuerza y de diferentes habilidades a nuestro humilde héroe. A partir de aquí comienza nuestra segunda oportunidad, un nuevo periplo repleto de tortazos y con un objetivo muy claro, detener a Carlos Calaca y rescatar a nuestra amada damisela en apuros.
Lo más interesante de todo esto que se cuenta, es la genialidad que desprende la historia y los personajes de Guacamelee. Su argumento es simple, nada sorprendente y diferente a lo ya visto, pero todo está tan repleto de humor, con diálogos y todo tipo de referencias a la industria del videojuego que hacen del juego algo genialmente divertido. Desde Super Mario, Metroid, Grim Fandango e incluso hasta indies como Castle Crashers tienen su hueco. Mismamente ese Super Turbo Championship Edition que viene acompañado en esta versión es un claro homenaje a Street Fighter.
Con el humor como principal abanderado y un estilo artístico de lo más caricaturesco, Guacamelee crea un universo que encaja a la perfección con el tono que pretende mostrar. Colores vivos, música animada, variedad de escenarios, México brilla con luz propia y se convierte en un lugar de lo más interesante.
Golpes y saltos de ultratumba
En cuanto a su desarrollo jugable, como hemos mencionado antes, estamos ante un Metroidvania. Esto conlleva a que debemos de explorar zonas en 2D, obtener nuevas habilidades y utilizar estas en lugares que previamente ya hemos visitados para acceder por caminos que antes eran inaccesibles. Un ejemplo de ello es la transformación de pollo, útil para atravesar sitios estrechos. Aunque también contamos con diferentes golpes que rompen los bloques que impiden el paso. Como es habitual en este tipo de títulos, la exploración es un factor muy a tener en cuenta, disponemos de varios coleccionables que nos añaden un par de horas más de juego para completarlo al cien por cien, alargando la experiencia de juego, que ronda entre las siete u ocho horas.
Lo bueno de Guacamelee es que más allá de ser un simple Metroidvania, el título cuenta con una vertiente beat’em up de lo más divertida, que va de la mano con la exploración y los saltos. Juan debe de enfrentarse a todo tipo de criaturas, desde las típicas hordas de esbirros, pasando por los típicos jefes finales. Todos estos enfrentamientos nos han resultado de lo más satisfactorio, ya que podemos utilizar varios combos, las habilidades ya adquiridas como ganchos aéreos, además de agarres para lanzar al enemigo por los aires. Si a todo esto le sumamos el modo intenso, nuestro protagonista puede realizar auténticos destrozos contra sus contrincantes.
Entre dos tierras
DrinkBox Studios ha hecho un gran trabajo en cuanto al diseño de niveles y el sistema de combate, pero lo más interesante es cómo se han atrevido a mezclar ambos elementos con una mecánica de cambio de plano. Juan no solo puede moverse entre el mundo de los vivos, también lo hace en el de los muertos. Como no, esto tiene consecuencias en los obstáculos y enemigos, ya que muchos de ellos sólo están presentes en una de las dos realidades. El cambio constante entre ambas realidades exprime el componente plataformero, ya que debemos de ir alternando para ir saltando entre salientes y paredes, además de los enfrentamientos, especialmente contra las hordas de enemigos que nos pueden atacar desde ambos lados.
Por otro lado, a toda esta experiencia se le suma un modo cooperativo en el que pueden jugar hasta cuatro jugadores. Cada uno de ellos puede encarnar a diferentes personajes como Juan, Tostada e incluso enemigos, además de diferentes vestimentas. Lo ideal en este modo es disfrutar en pareja, más de dos jugadores puede resultar caótico, especialmente en los tramos donde las plataformas y los cambios de dimensión están ahí.
CONCLUSIONES
Guacamelee es una de las mejores experiencias que ha recibido el género en los últimos años. Su buen hacer en el diseño de niveles, además de un sistema de combate divertido lo hacen ser más que recomendable. Por suerte, no sólo vive de esto, el título de Drinkbox Studios cuenta con una ambientación y un guión repleto de un humor, que le da una personalidad fantástica al universo azteca. Las miles de referencias a la industria también es algo que suma a un conjunto realmente completo. Estamos ante la mejor versión del juego, ya que cuenta con todo el contenido disponible. Posiblemente haya llegado algo tarde a la consola híbrida, pero si no has podido embarcarte en la aventura de Juan Aguacate, adelante, las tropas del Más Allá te esperan luchador.
Este análisis ha sido realizado mediante una copia cedida por PopAgenda
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