Es evidente que Nintendo Switch, la actual consola de Nintendo, está viviendo una cómoda situación en el mercado respecto a su antecesora. Ya no sólo por las ventas, sino que también por la diversidad de juegos que está recibiendo, incluso de géneros no popularmente arraigados a las consolas de Nintendo. No es que los juegos de Rally no hayan formado antes parte del catálogo de sus consolas, pero si lo han hecho, ha sido de forma muy intermitente. Pero el publisher Bigben Interactive y el estudio francés Kylotonn, parecen empeñados en revertir la situación. Tuvieron un primer intento con el malogrado V-Rally 4, y un año después vuelven a la híbrida de Nintendo con una de sus licencias más potentes, WRC 8 FIA World Rally Championship, ¿esta vez con la lección aprendida?

V-Rally 4 supuso un jarro de agua fría para los usuarios de la gran N, que vieron como un juego cargado de contenido y posibilidades, se diluía por un apartado técnico digno de generaciones ya lejanas. Además, el retraso en el lanzamiento de esta versión de WRC 8 respecto a las de PlayStation 4, Xbox One, y PC, en septiembre, no acababa de tranquilizar a los aficionados a los Rallys en Switch, aunque afortunadamente, y con el juego entre las manos, hay que admitir que hay cierta mejora, y que Kylotonn va por el buen camino, aunque para los más exigentes puede que ni esto sea suficiente.

Para hablar de todo lo que WRC 8 nos ofrece, vamos a empezar por lo más rápido: los sacrificios tomados en esta versión, y no me refiero a los evidentes sacrificios técnicos. El modo multijugador se ha perdido completamente, tanto la posibilidad de organizar torneos online, como el multijugador local. Los únicos vestigios del online que le ha quedado al título en la consola de Nintendo, son las completas clasificaciones online, la posibilidad de descargar los fantasmas de los jugadores que en ellas aparecen, y los desafíos semanales, que cambian cada semana y sirven para ganar experiencia para usar en el modo Carrera si cumplimos los objetivos. Aunque el atractivo del título es su contenido monojugador, es cierto que el recorte es importante, sobre todo porque esta versión se ha publicado al mismo precio que las otras versiones que sí tienen todo el contenido intacto, y puede ser un punto en contra a tener en cuenta.

Centrándonos en el contenido monojugador, nos llevaremos la primera alegría, y es que tal y como sucedía en septiembre con la puesta en venta de las otras versiones, el contenido es de primera. Hasta 100 tramos reales repartidos en 14 campeonatos de Rally oficiales, con todos los pilotos, coches, y escuderías de las categorías WRC, WRC 2, y Junior WRC de la temporada 2019, más 4 coches históricos de bonificación, categoría ampliable con otros coches históricos en DLC. Todo este contenido disponible para el modo Carrera, el modo Temporada, y el modo Partida rápida. Completan los modos de juego, un Modo entrenamiento que llevaremos a cabo en un circuito cerrado, y el Modo Zona de pruebas que es una suerte de mapeado con conducción libre donde podremos ir probando distintos reglajes en tiempo real. Antes de detallar el modo Carrera, sólo hay que mencionar que el Modo Temporada sería jugar el Mundial de Rally, campeonato a campeonato, sin más gestión que la propia del reglaje del vehículo. El modo Partida rápida te deja jugar con cualquier coche y equipo, en el Rally y tramos que desees.

El modo carrera de WRC 8 es la joya de la corona y lo que necesita una mayor explicación. Básicamente montaremos un equipo desde cero y empezaremos compitiendo en las categorías inferiores, donde tendremos que abrirnos paso poco a poco, a la vez que gestionamos nuestro equipo como si fuera un equipo real, contratando al personal adecuado, desde mecánicos y técnicos a ejecutivos, manejando las finanzas, invirtiendo en I+D, entre otras muchas opciones, planteadas desde un punto de vista realista. También tendremos un árbol de habilidades donde ir adquiriendo mejoras con la experiencia ganada en las carreras y en los desafíos semanales. Este modo, promete horas y horas de entretenimiento, ha sido muy bien diseñado, y es bastante gratificante ver un avance real en nuestras posibilidades cuanto más jugamos y mejoramos. Por supuesto, a la parte de gestión se le suma la temporada completa con sus 14 campeonatos.

Y falta hablar de casi lo más importante, la conducción. En este caso Kylotonn ha conseguido trasladar las buenísimas sensaciones que habían dejado las otras versiones a Nintendo Switch. Y tendremos por fin un simulador puro, lleno de opciones de personalización, que complacerá al más exigente, y que además, también incluye un buen puñado de ayudas a la conducción, para que el usuario iniciado no se sienta desamparado y pueda configurar una experiencia a su nivel que le permita progresar en el juego. Todo un detalle para los neófitos que hasta ahora se mostraban reticentes a entrar en el género con un simulador puro. Aunque a pesar de las ayudas, será necesario aprender a manejar el coche adecuadamente, hacer caso a las indicaciones de la pantalla y de nuestro copiloto, y aprenderse los tramos a la perfección, lo cual es lógico, y a pesar de todo, gratificante al estar las distintas sensaciones, de velocidad, del terreno, meteorológicas, de diferencia entre los coches, etc. tan conseguidas.

Hablar del apartado técnico de esta versión de WRC 8 es entrar en aguas pantanosas. Sin duda este apartado será el más criticado del título junto al recorte de modos online. Del modo portátil poco vamos a decir, no es recomendable en absoluto, sirve para alguna partida para salir del paso, sobre todo en escenarios claros y diurnos, pero en cuanto un circuito haga uso de meteorología adversa o conducción nocturna, no veremos prácticamente nada, y eso sin contar con el popping y el framerate inestable. Donde sí se nota el trabajo de mejora realizado desde V-Rally 4 es en el modo dock. Esta vez, los chicos de Kylotonn han sabido priorizar la experiencia jugable sobre el apartado visual, alcanzando unos robustos y estables 30 frames constantes. Evidentemente las concesiones para alcanzar este rendimiento han sido visuales, sobre todo a nivel de texturas, y en la generación de elementos, ya que efectos de partículas, iluminación y sombreado se desenvuelven con bastante soltura.

En cuanto al apartado sonoro, tendremos una banda sonora de mero acompañamiento en los menús del juego, y será inexistente durante la carrera, donde los efectos de sonido, y las voces de nuestro copiloto toman la batuta. Los efectos sonoros son bastante contundentes, y representan perfectamente cada sonido del coche, en especial del motor. También escucharemos sonidos ambientales e incluso público jaleando cuando nos crucemos con ellos. Para las voces, se han usado grabaciones de gran calidad y fluidez, sonando perfectamente y en los momentos adecuados durante las carreras, y en perfecto español.

WRC 8 ha flaqueado en lo previsible, su apartado técnico, y aunque suene a tópico, el dicho de que en los juegos de velocidad lo importante no es como lucen los árboles podríamos hacerlo bueno, pues si bien más calidad siempre es bienvenida, lo cierto es que cuando vamos a toda velocidad por un tramo de tierra, concentrados en la siguiente curva y en las ordenes de nuestro copiloto, no es la textura del árbol lo que se agradece, sino el framerate estable. La sensación de velocidad es muy buena, apoyándose en unos contundentes efectos de sonido, y sombras, iluminación, y efectos mejoran bastante el resultado. Eso sí, en el modo portátil hay poco que hacer, mejor el dock para una experiencia satisfactoria. El control también se ve resentido por la sensibilidad del joy-con y la falta de gatillos analógicos, aunque las completísimas opciones de configuración del juego proponen soluciones alternativas para estos dos menesteres.

En cuanto contenido, sólo nos quejaremos de haber perdido las opciones multijugador, local y online, que se ha quedado en unas tablas de récords online, bastante completas, eso sí, donde podremos descargarnos el fantasma de cualquiera de los jugadores que aparezca en ellas. Aunque es fácil entender que difícilmente un juego de Rally vaya a crear comunidad en una consola de Nintendo, aunque hubiera estado bien el detalle de mantener al menos el multijugador local. En contenido para un jugador, el juego es impresionante, y es donde la licencia oficial saca pecho. Tendremos cuatro categorías para los 14 rallies del Mundial, y todos los equipos de la campaña 2019, sin olvidar la joya de la corona, el modo Carrera, donde además de competir, tendremos que gestionar hasta el último aspecto de nuestro equipo de trabajo. Y además Kylotonn ha sabido abrir el juego a un público menos experto gracias a las múltiples ayudas configurables y a los niveles de dificultad que harán la experiencia totalmente ajustable y amigable para los iniciados.

 


Este análisis ha sido realizado en Nintendo Switch mediante una copia cedida por Homerun PR