Es un hecho demostrado que están saliendo pocos juegos soulslike -nótese el tono irónico-, y aunque la mayoría intentan seguir la estela del original ambientándose en mundos de fantasía medieval, en ocasiones algunas desarrolladoras intentan salirse del guion marcado y ambientar la propuesta en otras temáticas diferentes. Este es el caso de Hellpoint que nos llega de la mano de Cradle Games en cuanto al desarrollo y de la incombustible TinyBuild en la distribución.

Y en esta ocasión nos trasladamos hasta una ambientación sci-fi, más concretamente en una estación espacial a la deriva donde la humanidad ha alcanzado un nuevo estatus conformado por una nueva religión y los experimentos científicos de dudosa ética. Manejaremos a un guerrero de nombre desconocido que es despertado de su letargo por alguien conocido como «El creador», pues nosotros no somos más que un experimento biológico, un arma secreta creada para cuando las cosas se pusiesen feas, y ese momento ya ha llegado.

Como juego de temática souls cumple con todos los cánones y elementos de la franquicia de From Software, por supuesto ligeramente maquillados para no resultar un más de lo mismo, pero las similitudes son muy obvias y referenciales. Tendremos que ir acabando con los diferentes enemigos que al morir nos soltarán axiones -las famosas almas- con los que posteriormente podremos mejorar a nuestro guerrero según diferentes parámetros, aunque también podrán soltarnos equipamiento para nuestro personaje. Y como no podía ser menos, si morimos y queremos recuperar todos los axiones acumulados, tendremos que viajar hasta el lugar donde caímos por última vez y recuperar nuestras pertenencias.

En cuanto al manejo del personaje y las físicas, tengo que admitir que de todos los soulslike que he jugado hasta ahora, Hellpoint es el que más me ha sabido transmitir las mismas sensaciones que los juegos de From Software. Los controles y movimientos del personaje, así como las hitboxes, son muy parecidos a Dark Souls, por lo que si estamos acostumbrados a jugar a la saga original no se nos van a atragantar los comienzos. A pesar de inspirarse principalmente en Dark Souls, también tendremos pequeños toques de Bloodborne, algo que podremos ver principalmente en el uso de armas de fuego y una jugabilidad algo más dinámica de lo habitual. En ese sentido, creo que han hecho un gran trabajo homenajeando perfectamente a los juegos que pretendían.

Como hemos visto hasta ahora, Hellpoint puede pasar perfectamente por el enésimo clon de la franquicia que pase sin pena ni gloria, pero también tendremos con una serie de novedades que le dan un toque diferente al juego más allá de su temática espacial. El primero de ellos viene con las brechas, que vendría a ser el equivalente a las hogueras y su funcionamiento apenas tiene variaciones en cuanto a utilidades, pues ahí podremos subir de nivel, teletransportarnos a zonas anteriores y demás parafernalia. La diferencia principal radica en que activar las brechas no hace que todos los enemigos resuciten como suele ser habitual, en su lugar esto ocurrirá cuando muramos, por lo tanto si perdemos la vida tendremos a todos los enemigos de vuelta.

En estas brechas a su vez tendremos otra interesante característica y es la de modificar el nivel de dificultad a nuestro gusto, pues en cualquier momento podremos hacer que los enemigos sean más débiles o más fuertes y podremos devolverlo todo a la normalidad cuando nos plazca. Esto es muy útil si en un determinado momento no somos capaces de avanzar y no queremos pegarnos horas leveando a nuestro personaje. De todas maneras, la dificultad general del juego no es demasiado complicada, si bien reconozco que las primeras horas se me hicieron muy cuesta arriba mientras me habituaba a las mecánicas, cuando nos acostumbremos a ellas nos resultará todo bastante asequible, jefes finales incluidos.

Otra de las novedades la notaremos prácticamente al comienzo del juego. En la parte superior derecha de la pantalla veremos una especie de «reloj» que al principio ni le prestaremos atención ni sabremos cuál es su función, pero pronto nos daremos cuenta de ello. Se trata del «Black Hole Clock», que nos indica el momento en el que los agujeros negros del exterior se superponen y afectan a la propia jugabilidad. En él veremos tres círculos que se van moviendo: el amarillo indica la hora real de nuestro país, el segundo es la «hora del agujero negro» y cuando el circulo amarillo se superponga veremos cómo algunas puertas y barreras cerradas del escenario quedan abiertas, y el tercero son dos porciones que representan «la hora infernal» y lo que harán será que durante esos periodos aparecerán una mayor cantidad de enemigos y minibosses que antes no aparecían. Sin duda alguna se trata de una interesante propuesta que le da algo más de dinamismo a los escenarios y al propio juego.

También contaremos con un modo multijugador muy especial. Al igual que en Dark Souls, podremos dejar mensajes escritos -en forma de jeroglíficos- en suelos y paredes que el resto de jugadores podrán ver, al igual que el clásico sistema de invasiones que nos permite enfrentar duelos PvP contra otros jugadores. Lo verdaderamente especial es que contaremos también con un modo cooperativo que nos permite ayudar y ser ayudado por otros, no solo en momentos específicos contra jefes finales, sino que toda la aventura la podremos jugar en modo cooperativo de principio a fin sin penalizaciones ni perjuicios, pues incluso el botín conseguido será tanto para el anfitrión como el invitado.

En cuanto al apartado gráfico hay que decir que estamos ante uno de los puntos más flojos del juego. No cuenta con un nivel muy detallado y podría pasar perfectamente por un juego de la generación pasada. Además de eso, si bien vamos a encontrar zonas diferentes entre sí, el aspecto visual es muy similar entre ellas y provocará una gran monotonía visual, afectando incluso a la propia jugabilidad ya que nos va a costar orientarnos a través de pasillos y puertas al ser todos muy parecidos. En cuanto al doblaje, tendremos voces en inglés con subtítulos en castellano, aunque lamentablemente el tamaño de los subtítulos es enano y nos va a costar leer lo que pone. La música tampoco destaca demasiado, la mayoría del tiempo ni le prestaremos atención ni intenta ser llamativa, simplemente está ahí como un elemento más de ambientación.

En resumen, Hellpoint nos ofrece una grata experiencia en el género soulslike y nos dará un pequeño respiro entre tanta saturación. Si bien se nota y se agradece mucho su intención de innovar y diferenciarse, no hay que olvidar que estamos ante un juego de presupuesto mediano y como tal tampoco podemos esperar una calidad tremenda. Aun así, no nos arrepentiremos de jugarlo y nos mantendrá enganchados de principio a fin.

 


Este análisis ha sido realizado mediante una copia cedida por TinyBuild